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Educadora sexual

Guacimara Abadin: «La pornografía es un problema muy grande en la educación de los jóvenes»

La educadora sexual e impulsora de las ‘Jornadas de Sexualidad y Bienestar’ Guacimara Abadin | | E.D.

Es educadora sexual, cuenta con un Máster en Sexología y Género y es fundadora del Centro Placer Adulto, ubicado en Las Palmas de Gran Canaria. Es una de las responsables de las primeras Jornadas de Sexualidad y Bienestar de Gran Canaria que se celebran del 2 al 3 de septiembre en la Institución Ferial de Canarias (Infecar). Será la encargada de abrir la sesión con su ponencia ‘Despierta la sexualidad’.

¿Cómo surge la idea de estas primeras ‘Jornadas de Sexualidad y Bienestar’ de Gran Canaria?

Después de haber estado un año en el Centro Placer Adultos, que era un espacio de educación sexual multidisciplinar y además era un boutique erótica, eran muchas las personas que llegaban, no solo a buscar un producto, juguete o cosmética erótica, sino también a preguntar y abordar cuestiones sobre la sexualidad. De ahí surge la idea de montar unas jornadas donde las personas puedan asistir e interesarse por la salud sexual.

¿Qué objetivo persigue?

El objetivo es mejorar la salud sexual de los seres humanos. Visibilizarla y naturalizarla. La sexualidad sigue siendo un tabú muy grande en nuestra sociedad y en los hogares. En los centros educativos la palabra sexo, pene o vagina nos sigue costando verbalizar, normalizar y visibilizar. 

¿Por qué nos cuesta tanto?

En el caso de nuestra sociedad es porque venimos de una tradición judeocristiana donde la sexualidad o el sexo era prácticamente para los hombres, las mujeres estábamos vetadas del placer. Apenas hay información sobre educación sexual, sigue siendo una tarea pendiente.

¿Está esa sexualidad más reprimida en las mujeres que en los hombres?

Las mujeres ya llevamos años trabajando y hemos despertado pero sí que sigue habiendo una brecha. El hecho esque la mujer ya pueda contemplar su placer, ya está visibilizado, pero el cómo hacerlo no. El cómo llegar a ese placer y conectar con nuestra propia sexualidad individual aún no está aceptado, todavía falta recorrido.

¿Qué es lo que hace falta para completar ese recorrido?

Este tipo de jornadas que abordan la sexualidad de una forma natural. Hablar del deseo o de la respuesta sexual. Todavía nos falta conocimiento de cómo funciona la sexualidad, se habla mucho desde un punto de vista fisiológico y biológico pero no desde la parte social o psicológica y la sexualidad tiene tres dimensiones. 

¿Cuáles son esas tres dimensiones de las que habla?

La parte biológica, que serían todos los cambios fisiológicos que tenemos los seres humanos de nuestra sexualidad, la parte social y la psicológica. Son tres dimensiones que van juntas pero a día de hoy en las aulas y centros educativos se sigue abordando la sexualidad desde la ciencia y no desde todas sus dimensiones.

¿Cuáles son los principales tabúes y estereotipos relacionados con la sexualidad?

Principalmente que el hombre siempre está predispuesto y que la mujer no. Creo que es uno de los grandes mitos que hay sobre la sexualidad, abordar esa parte es importante. Hoy en día las mujeres tenemos el mismo deseo y siempre hemos tenido la misma capacidad de desear. Hay que entender que ese deseo es fundamentalmente mental y eliminar esas creencias que tenemos y venimos arrastrando desde nuestros antepasados.

Sigue pesando ese pasado...

Sí. Para poder mejorar hay un paso fundamental que es la coeducación desde las aulas en infantil y validar todos los estereotipos de género. Decir esto está bien y esto está mal no sirve de mucho, lo que tenemos que hacer es coeducar y validar a todos.

Su ponencia, que abre la jornada, se titula ‘Despierta tu sexualidad’. ¿Cómo se hace?

Hablamos de tres puntos fundamentales que son básicos para tener una buena salud sexual. El autoconocimiento, el deseo y el erotismo. Son pilares fundamentales para poder disfrutar de una salud sexual sana tanto en hombres como mujeres. Mi ponencia no se centra en el placer femenino si no a nivel de la respuesta sexual humana para poder entender aquellas pequeñas diferencias, porque aunque es verdad que la respuesta sexual de hombres y mujeres es similar, a nivel fisiológico sí que hay cambios notorios. 

«Que la mujer ya pueda contemplar su placer, ya está visibilizado pero el cómo hacerlo no»

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¿Cuáles son esos cambios?

Sobre todo en la fase de excitación los hombres llegan más rápido que las mujeres. Nosotras necesitamos otro tipo de estímulos para poder llegar a ese nivel de excitación. A veces no se alcanza por no conocer la respuesta sexual humana. En el caso de las mujeres nosotras necesitamos estímulos como pueden ser las miradas, las caricias y los besos. Cada persona tiene su sexualidad y su forma de estimularse. Los hombres no necesitan un estímulo tan largo para llegar a la fase de excitación. Muchas veces en un encuentro erótico en pareja vamos directamente a tocar los genitales y ahí es cuando surge el rechazo y creemos que nuestro cuerpo no está preparado o no tiene ganas. Lo que no identificamos es que la respuesta sexual humana en las mujeres es diferente a la de los hombres. Necesitamos más tiempo para llegar a esa fase de excitación. No me gusta llamarlo preliminares porque creo que no existen. Cuando hablamos de preliminares es como decir que los besos, las caricias, las miradas y la comunicación no forman parte de la sexualidad y sí lo hacen. Es un todo.

¿Tienen los jóvenes una sexualidad más sana?

Estamos hiperconectados con el mundo tecnológico y evidentemente los jóvenes tienen muchísima más información de la que nosotros tuvimos en nuestra época pero creo que no tienen una información saludable. La pornografía es un problema muy grande actualmente en la educación de los jóvenes, puede ser una herramienta perfecta para la excitación en edades adultas, pero no como una forma de educación. Ahora mismo están aprendiendo desde la pornografía y eso tiene un impacto muy negativo en su sexualidad. Adquieren patrones de masturbación que a la hora de llevarlo a la sexualidad compartida no consiguen excitarse, porque han adquirido la forma de excitación desde la pornografía y no es real. 

¿Cómo se puede evitar? 

 La única herramienta que tenemos es la educación sexual en las aulas para que nuestros jóvenes tengan una salud sexual plena, placentera y respetuosa con uno mismo y con quien la compartan. Es la clave, la coeducación desde infantil también, no solo en las aulas también en nuestros hogares. Hay que entender que mi generación no recibimos una educación sexual muy amplia y tenemos nuestras limitaciones. Animo a aquellos padres y madres que quieran interesarse y empezar a hablar de educación sexual con sus hijos que asistan a charlas, que hoy en día a través de Internet pueden encontrar cursos y formaciones interesantísima de cómo abordar la sexualidad dependiendo de las edades que tengan. No es lo mismo hablar de sexualidad con un niño de siete años que con un adolescente.

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