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Multas

Dejar el coche aparcado en vacaciones puede salir caro en Vigo

Vecinos de San Roque denuncian multas y levantamientos de vehículos sin notificación durante las fiestas del barrio

Una vecina con la multa y la liquidación que tuvo que pagar para sacar su coche del depósito. / JOSÉ LORES

Kira y Francis aparcaron su coche en el entorno de la calle Filipinas, cerca de la iglesia de Santa Rita, unos días antes de marcharse de vacaciones. Tienen dos vehículos y este, el segundo, no lo mueven tanto. Por eso, siempre que saben que no lo van a usar, deciden dejarlo allí. “Es una zona donde siempre hay sitio y creo que queda seguro”, explica Kira. Aunque ahora viven en las proximidades del barrio de San Roque, no llevan mucho allí y todavía no están familiarizados con las fiestas del barrio. Por lo tanto, era difícil para ellos saber que, una semana después, allí se celebraría una de las romerías populares más concurridas de la ciudad. Ellos, de hecho, planearon alargar el fin de semana con el puente de la Asunción y San Roque para disfrutar del verano en otra ciudad. Pero la vuelta fue algo amarga.

El día después de que rematasen las fiestas del barrio llegaron a la ciudad y, de casualidad mientras paseaban a su perra, fueron a ver si el coche estaba en su sitio. Cuando llegaron no había nada. Ni el vehículo, ni una señal. Ni siquiera una notificación en su móvil o en su correo electrónico. “No entendí nada, estaba aparcado en un sitio en el que se podía, de hecho había ya otro coche”, apunta Kira. Inmediatamente después, llamó al depósito y un trabajador le confirmó que el coche estaba allí. “Cuando lo fui a recoger tuve que pagar los portes de la grúa y todos los días que estuvo en el depósito. Es delirante porque a mí nadie me notificó nada. Si no llego a pasar por allí tendría que pagar más todavía. Y aún así fueron casi doscientos euros”, lamenta.

Al llegar al depósito también se llevó otra sorpresa, tenía una multa colgada del parabrisas : “En teoría, ponía por obstaculizar, pero he aparcado allí mil veces y está permitido”. ¿El coste de la multa? Otros casi cincuenta euros. Hablando allí con los trabajadores, Kira ya pudo deducir que se habían llevado su coche por el montaje de la organización de las fiestas de San Roque.

Fuentes extraoficiales del depósito explican que, lo habitual, es que “dos o tres días antes” de los eventos, la Policía Local señalice la zona que va a ser utilizada para dar algo de margen a los vecinos a que retiren sus coches. “Hacen fotos de la zona antes de señalizar y después para poder argumentar las multas en el caso de que alguien incumpla la normativa o para diferenciar qué vehículos estaban allí antes de la señalización y así no sancionarlos”, añaden las mismas fuentes.

A la mañana siguiente, Kira, que prefiere mantenerse en el anonimato, fue directa al Concello de Vigo a tratar de formalizar algún recurso o reclamación para poder anular la multa y que le devolviesen el dinero abonado en el depósito. “Allí poco me pudieron hacer. Solo me enseñaron una foto donde estaba el coche con la señal sacada, claro, el día que se lo llevaron. También me dijeron que si no había una foto anterior que demostrase que estaba allí aparcado, el recurso me iba a salir desfavorable”. Entonces, fue a probar suerte a la comisaría de Policía Local: “Allí sí que me ayudaron. Revisaron todas las fotos que habían hecho esos días y, aunque les costó encontrarlo, allí estaba aparcado tres días antes de que empezasen las fiestas”. Tras un rato de charla con los agentes que la ayudaron, concluyeron que había sido un error de un agente a la hora de emitir la sanción: “Me explicaron que podía estar tranquila. Que interpusiese el recurso y que me saldrá favorable por la foto previa que tienen. Me anularán la multa y me devolverán el dinero del depósito”. De hecho, fuentes del Concello de Vigo no tienen constancia de este error y explican que lo habitual en estos casos es que los coches que están aparcados con anterioridad a la señalización sean retirados al depósito pero sin ningún tipo de cargo ni multa, como pasó, de hecho, con otros catorce vehículos durante las jornadas previas a la romería.

Una ordenanza polémica

Más allá de lo anecdótico de los errores burocráticos de la administración local, la historia de Kira y Francis saca a colación un elemento singular de la Ordenanza Xeral de Circulación do Termo Municipal de Vigo, que rige, desde 1993, el tráfico de la ciudad. En su artículo veintitrés especifica que el Concello considera como “abandonado” cualquier vehículo que esté estacionado en un mismo lugar durante más de quince días o que presente desperfectos a los que se pueda atribuir esa misma situación. Una información que a Kira le sorprende especialmente: “¿Qué sentido tiene eso? En la práctica significa que no te puedes ir más de quince días de vacaciones, o que no puedes estar enfermo ese tiempo. O tienes un garaje, o pagas un parking o le tienes que pedir a alguien el favor de que te lo mueva si es que puedes”.

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