eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mujer, con hijos y ansiedad: el perfil de los ucranianos refugiados en Canarias

El centro de Salud Casco Botánico, en Puerto de la Cruz, lidera un estudio para reconocer los cuidados que requiere esta población que huye de la guerra en su país

Los enfermeros responsables de la investigación en una de las consultas del centro de salud Casco Botánico, repasando algunos de los datos extraídos. María Pisaca Gámez

Mujer de mediana edad, con hijos pequeños, un incipiente cuadro de ansiedad y con recelos para hablar de sus sentimientos o proporcionar datos personales. Es el perfil de los primeros refugiados ucranianos que llegaron a Canarias hace ya más de cinco meses, tras la invasión de Rusia a su país. Casi 500 se instalaron en hoteles en el municipio tinerfeño de Puerto de la Cruz, y de inmediato, se les ofertó, en coordinación con Cruz Roja, servicios básicos como educación y sanidad. 

Los más pequeños fueron reubicados en distintos colegios del municipio norteño, y tanto niños como mayores – la mayor parte mujeres debido a que los hombres fueron reclutados en el país para luchar– tuvieron la oportunidad de acudir a una consulta médica para resolver sus problemas de salud más urgentes en el Centro de Salud Casco Botánico. En esta primera visita, realizada a mediados de marzo, una de las intervenciones más importantes fue la de la enfermería. Dos enfermeros del centro, Willian Martín y Estrella Pavés, fueron los encargados de atender durante esas semanas a todos los refugiados que eran trasladados a consulta.  

Las características de esta población son muy diferentes a las de los migrantes subsaharianos

decoration

Cuando empezaron a recibir la documentación y los protocolos que tendrían que seguir para atender a estos recién llegados, se percataron de que tenían una oportunidad para entender más a fondo las características sanitarias únicas de este colectivo. Una información que, a largo plazo, «podrá servir para tratar a personas desplazadas con las mismas características», como insiste Martín, que es investigador principal de este proyecto candidato a la financiación de la Fundación Canaria Instituto de Investigación Sanitaria de Canarias (FIISC).  

De ahí que la asistencia sanitaria que se procuró en el centro de salud a estos pacientes, no solo se limitara a conocer su estado y necesidades de salud tras el desplazamiento forzoso (como tratamientos de enfermedades crónicas, estado de vacunación o diagnóstico de patologías), sino también realizar el primer estudio epidemiológico de la demanda asistencial para comprender a esta nueva población desplazada. 

Diferentes a otros migrantes

No es la primera vez que el sistema sanitario canario debe hacer frente a la asistencia de personas migrantes. Como señala Martín existen «estudios previos que analizan las características de otro tipo de refugiados, como bosnios o subsaharianos». Los sanitarios de las Islas, además tienen experiencia en la asistencia a distintos colectivos de migrantes llegados desde el continente africano. Sin embargo, el caso de los ucranianos es muy distinto de los que habían visto previamente. «Como población tienen características, motivos de desplazamiento y necesidades de cuidado que difieren del de bosnios o subsaharianos», explica Martín.

La primera asistencia la procuró una facultativa ucraniana del centro de salud de Icod del Alto

decoration

«No se trasladan por problemas económicos ni para buscar mejores oportunidades laborales, son gente muy formada que se ve obligada, por las circunstancias, a huir de su país», señala, por su parte Pavés. De hecho, todos los pacientes que acudieron a consulta durante esos días se encuadraban dentro de un nivel socioeconómico medio-alto, con profesiones tan variadas como profesores, gerentes, banqueros y médicos. 

La primera asistencia que recibieron estas familias fue médica. Una facultativa de origen ucraniano del Servicio Canario de la Salud (SCS), Oxana Rebryk, que trabaja en el centro de salud de Icod del Alto, se desplazaba un día a la semana a Puerto de la Cruz para tener una consulta con estos pacientes. En una sola jornada podía atender a 50 pacientes a los que realizaba un primer reconocimiento médico, les recetaba la medicación necesaria o les derivaba a distintos especialistas en los hospitales para que fueran valorados por ellos.

"Estrés por traslado"

Posteriormente, los pacientes pasaban a manos de los enfermeros que realizaban una evaluación más exhaustiva de aspectos como su nivel socioeconómico, su unidad familiar y los cuidados que requerían más allá de la urgencia. Durante ese periplo se dieron cuenta de cómo influía el choque cultural a la hora de prestar unos cuidados adecuados. «La mayoría se mostraban poco colaboradores a la hora de hablar de sus emociones; si querías sacarles un tema concreto tenías que hablarles directamente del tema», reseña Martín. Pese a las reticencias, ya en la fase inicial del proyecto pudieron diagnosticar que la gran mayoría de estos refugiados tenía «riesgo de estrés por traslado», que muchas veces derivaba en insomnio o ansiedad. 

El diagnóstico más común entre los desplazados fue el de «riesgo de estrés por traslado»

decoration

«Cuando les preguntábamos directamente por el conflicto bélico de su país, se derrumbaban», narra Pavés. Otra de las diferencias más notables con el sistema español es el calendario vacunal de los más pequeños. «Tuvimos que aprendernos el calendario de Ucrania, que comparado con el de España es muy escaso», explica la enfermera de pediatría. La mayoría se encontraba sin vacunar contra muchos de los patógenos de los que se protege a los niños en Canarias. De hecho, al contrario que en nuestro país, en Ucrania recomiendan «no vacunar a los niños que padezcan algún tipo de patología crónica». 

Un nuevo análisis

En la siguiente fase de este proyecto de investigación los investigadores elaborarán una base de datos en la que volcarán los resultados de las encuestas y consultas. No obstante, los problemas que se han encontrado para poder mantener una conversación más profunda y evaluar su estado de salud mental, les ha hecho valorar la puesta en marcha de un «análisis más cualitativo» adicional. Solo con este recurso podrán evaluar si su hipótesis principal, por la que creían que iban a encontrar «un predominio de diagnósticos en la esfera emocional», es cierta. Posteriormente realizarán un análisis con el que esperan llegar a unas conclusiones con las que ayudar a manejar este tipo de casos en la práctica clínica. 

Tras su primera entrada al sistema sanitario, gran parte los ucranianos que llegaron a Canarias en marzo han sido reubicados en la Península. De los que permanecen en Tenerife, muchos han decidido vivir en el sur de la isla, donde son atendidos. 

Este trabajo no solo tiene implicaciones en el sistema sanitario de Canarias, sino para el resto de España. Y es que, cuando se produce una crisis humanitaria, uno de los primeros servicios básicos en padecer sus consecuencias es la asistencia sanitaria. Por ello, es necesario que los países de acogida tengan conocimientos adecuados para abordar los cuidados de esta población. 

Compartir el artículo

stats