El incendio que se ha declarado este jueves en Moropeche, una pedanía de Yeste (Albacete) tiene una evolución favorable, aunque en la zona siguen trabajando 37 medios aéreos y terrestres, algunos de Andalucía y de Murcia, y 156 personas.

El incendio ha quemado hasta ahora unas 47 hectáreas de terreno forestal de este municipio situado en el corazón de la Sierra del Segura, según ha indicado el delegado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos, que ha participado en la reunión del Puesto de Mando Avanzado (PMA) que se ha instalado en la zona.

Tras la reunión del PMA, Ruiz Santos ha apuntado que la evolución del incendio "puede ser positiva", según ha informado en una nota de prensa la Delegación de la Junta de Comunidades en Albacete.

El delegado de la Junta de Comunidades ha valorado la actuación del plan de incendios forestales de Castilla-La Mancha (Infocam), en particular cuando se ha declarado el incendio y ha concentrado efectivos en el barranco en el que se ha iniciado el fuego.

Asimismo, ha agradecido la participación de dos brigadas helitransportadas de Andalucía y de Murcia en las labores de extinción, así como el trabajo de agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, de Protección Civil, del Servicio de Incendios de Albacete (Sepei), del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y del Ayuntamiento de Yeste.

Ruiz Santos ha confiado en que en esta jornada se controle el incendio, que ha sido detectado a las 13:52 por un vigilante fijo, y que se encuentra en nivel 1 de peligrosidad por la posible afección a bienes no forestales, ya que ha obligado a cortar la carretera AB-510, entre Rala y Moropeche.

También ha hecho necesario confinar a los habitantes de La Tejeruela y Los Ignacios, otras dos pedanías de Yeste.

En la zona siguen trabajando 24 medios terrestres, once medios aéreos, dos medios de coordinación y 153 personas, indica el sistema Fidias de información de incendios forestales de la Consejería de Desarrollo Sostenible.

El municipio de Yeste ha sufrido varios incendios, dos de ellos particularmente relevantes, en 1994, en el que se quemaron unas12.500 hectáreas de terreno, y otro en 2017, que afectó a una superficie de unas 3.200 hectáreas.