Quienes apuestan por los estudios suelen retrasar la maternidad. Luego llega el segundo obstáculo, la inestabilidad laboral. En el primer semestre de este año, la cifra de nacimientos se ha desplomado por debajo de los 160.000. Son datos provisionales, pero indicarían que han nacido menos bebés que el año pasado, cuando ya se marcó un récord a la baja. Sólo se aprecia un ligero incremento de embarazos entre las menores de 25 años y las mayores de 40. A partir de esta edad, la Seguridad Social ya no cubre los tratamientos de fertilidad y muchas personas no pueden asumir su coste. El 22% de las parejas se quedan sin descendencia.