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Control policial en carreteras

La contestación de un conductor ebrio en un control policial en Asturias: "Soplo lo que haga falta, que soy saxofonista"

Siete de cada diez conductores sometidos al test de drogas en Avilés dan positivo

Así es un control de alcoholemia y drogas en Avilés. MARÍA FUENTES

Una patrulla de agentes de la Policía Local de Avilés intervino a la una y media de la madrugada del pasado lunes en un accidente de tráfico en la calle Severo Ochoa, donde dos vehículos habían colisionado por alcance. Como consecuencia de este accidente fue detenida por un delito contra la seguridad vial una mujer de 29 años vecina de Avilés al arrojar un resultado positivo en las pruebas de detección de alcohol: 1,08 y 1,04 miligramos de alcohol por litro de aire espirado (la tasa permitida es de 0,25 miligramos y a partir de 0,60 constituye delito penal.

La mujer en cuestión pasará a engrosar la estadística anual que elabora la Policía Local y que permite extraer conclusiones –en estos momentos negativas– sobre la presencia del alcohol en los conductores avilesinos: siete de cada diez conductores que "soplan" el etilómetro dan positivo. Lo habitual es que los agentes hagan el test de alcoholemia a personas implicadas en accidentes, a autores de infracciones graves de circulación y en los controles preventivos que eventualmente se montan en el concejo. Solo en estos últimos, durante 2021 (el año en que se comenzó a recuperar la normalidad tras la pandemia) la cifra de positivos se multiplicó por tres: pasó de 41 a 133. En el caso de los implicados en accidentes, la evolución de positivos también es creciente (del 13 por ciento de los sometidos a control en 2020 se paso el año siguiente al 18 por ciento) y lo mismo cuando la razón de la realización del test de alcoholemia es haber cometido una infracción grave de tráfico (del 31 por ciento de positivos se pasó al doble, un 70 por ciento).

El primer control de drogas y alcohol de la campaña especial de agosto depara un positivo por cannabis, una sanción administrativa y un detenido por alta tasa de alcohol.

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Pese a que la problemática de la conducción bajo los efectos del alcohol no da síntomas de remitir –más bien todo lo contrario–, la jefatura de la Policía Local de Avilés se ve aún más contrariada por la evolución de los positivos por presencia de drogas en el organismo. Siete de cada diez conductores sometidos en 2021 a esta prueba dieron positivo, un total de 228 de los 316 test realizados. Todos esos conductores se hicieron acreedores a una sanción de 1.000 euros y la pérdida de seis puntos del carné. En el ejercicio precedente se habían realizado 187 pruebas con un balance de 125 positivos.

Cabe reseñar, para contextualizar los datos, que la realización de test de drogas a conductores no se hace de forma tan generalizada como en el caso del alcohol sino que los agentes la proponen cuando observan indicios relevantes del posible consumo de estupefacientes. Se trata de un test que tiene mayor coste económico y en cuya realización también se invierte más tiempo que en uno de alcoholemia.

Agosto, el mes "negro"

De las 316 pruebas de presencia de droga en conductores realizadas el año pasado, 299 se hicieron a hombres. De los primeros dieron positivo 216 (uno de cada siete) y de las segundas, 11 (seis de cada diez). Más de las mitad (el 61 por ciento) de los test de drogas realizados fueron motivados por la comisión de una infracción de tráfico por parte del conductor y un tercio se hizo en el curso de controles preventivos. El mes del año con más positivos por drogas al volante (36) suele ser agosto –el mes vacacional y festivo en Avilés por excelencia– y los que menos (12), enero, noviembre y diciembre.

Los test de presencia de drogas en el organismo que realiza la Policía Local de Avilés detectan cinco sustancias: cannabis (THC), cocaína, opiáceos, anfetaminas y metanfetaminas. La droga que con más frecuencia generó positivos tanto en 2021 como en 2021 es la cocaína (128 casos el año pasado, uno de cada tres positivos), seguida del cannabis (118 casos) y, ya a distancia, los opiáceos (35), las anfetaminas (8) y las metanfetaminas (7). Algunos conductores, apuntan en medios policiales, dieron positivo en varios tipo de drogas (policonsumo). Esas mismas fuentes alertan del creciente consumo de ketamina, una sustancia con potencial alucinógeno que de momento se escapa al control de los test de drogas de la Policía Local de Avilés porque el aparato de diagnosis usado para los mismos carece de esa funcionalidad.

Los "conductores 0,0" respaldan que se hagan controles preventivos

Marcos Cuervo fue uno de los conductores que el pasado lunes hizo el test de alcoholemia en el punto de control establecido por la Policía Local de Avilés en la calle La Amistad; dio 0,0, como la mayoría de los que "soplaron". Y en sintonía con esa mayoría de conductores limpios de alcohol manifestó su apoyo a la realización de este tipo de campañas, "sobre todo viendo lo que se ve por las carreteras". En la imagen, otra de las conductoras que dio negativo y se mostró favorable al control del alcohol al volante.

"Soplo lo que haga falta, que soy saxofonista"

La característica euforia y desinhibición que causa la ingesta de alcohol propicia que en algunas ocasiones el desarrollo de las pruebas de alcoholemia depare momentos hilarantes. Uno de esos momentos lo protagonizó uno de los conductores que el pasado lunes realizó el test de alcoholemia en el transcurso del primer control realizado por la Policía Local de Avilés en el marco de la campaña especial de agosto que puso en marcha esta semana la Dirección General de Tráfico y que durará toda esta semana. LA NUEVA ESPAÑA, periódico que pertenece al mismo grupo que este medio, acompañó a los agentes para documentar su trabajo y fue testigo de cómo un conductor trató de evitar el control aparcando su vehículo varios metros antes (de hecho, en la hora y media que duró el control hubo varios que intentaron escaquearse de ese modo).

El intento de escabullirse no funcionó porque los municipales se apercibieron de la maniobra y fueron en su busca. Sometido al test de alcoholemia, el hombre dio un nivel de 0,74 miligramos de alcohol por litro de aire espirado (el nivel máximo permitido es 0,25, y el límite a partir del cual la sanción pasa a ser penal es 0,60). Apercibido de su estado de embriaguez, el hombre fue informado de que debería soplar varias veces más en el etilómetro de precisión, a lo que lejos de poner objeción manifestó: "Soplo lo que haga falta, que soy saxofonista".

Finalmente, y tras dos pruebas con resultados positivos por encima de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire, marchó del lugar detenido y ayer debería haber pasado a disposición judicial. Como cualquier otra persona en su caso, ahora se enfrentará a una condena de entre tres y seis meses de prisión, de seis a doce meses de multas económicas o de trabajos en beneficio para la comunidad y a la pérdida del permiso de conducir durante un período de uno a cuatro años.

No fue el único conductor "cazado" en el control. Un segundo varón fue propuesto para sanción administrativa por dar en la prueba de alcoholemia más de 50 miligramos de alcohol por litro de aire espirado (mil euros de multa, seis puntos del carné e inmovilización del vehículo). Y un joven a bordo de un patinete eléctrico fue propuesto para sanción por dar positivo en THC (cannabis) tras haber dado negativo en alcohol. En declaraciones a este diario admitió ser consumidor habitual de hachís y manifestó que, en su opinión, un consumo "moderado" de esa sustancia no tiene efectos perjudiciales para la conducción «y menos en el caso de una patinete». No obstante, la normativa es bastante más limitativa al respecto.

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