eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El IAC anima a España a convertirse en socio para así acercar el TMT a La Palma

El director del instituto considera que participar activa y económicamente en el desarrollo del telescopio dará puntos a España en la carrera por albergar la instalación

Ilustración del Telescopio de Treinta Metros (TMT). El Día

España tiene la posibilidad de acercar el Telescopio de Treinta Metros (TMT) a La Palma si se entra a formar parte del consorcio internacional de esta instalación científica como socio. Y es que la cada vez más probable entrada del Gobierno de Estados Unidos como promotor mayoritario del proyecto cambiará las reglas del juego en la obstaculizada carrera por albergar el gran telescopio. 

Cuando se de este paso, la pugna por el telescopio alcanzará un estamento superior al científico, el gubernamental. Y esa decisión abrirá una nueva etapa en la que las acciones que lleve a cabo el Ejecutivo de Pedro Sánchez pueden definir la futura ubicación del gran telescopio, que aún se sigue disputando un hueco entre Hawái y La Palma.  

Así lo afirma el director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Rafael Rebolo, que destaca que es el momento de que España dé un paso adelante comenzando a  «entablar conversaciones de alto nivel» con el presidente Joe Biden para abandonar su posición única de anfitrión de la gran infraestructura científica. Hasta ahora, las decisiones sobre la ubicación del TMT han estado únicamente en manos de las entidades científicas miembros del consorcio TIO. En esta lista se encuentran el Instituto Tecnológico de California (Caltech), el Departamento de Ciencia y Tecnología de la India, los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia China de las Ciencias, los Institutos de Ciencias Naturales y el Observatorio Astronómico de Japón, el Consejo Nacional de Investigación de Canadá, la Universidad de California y la La Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía. 

Este año la National Science Foundation (NSF) de EEUU debe decidir si financia el gran telescopio

decoration

Canarias, a través del IAC, ha puesto a disposición de las instituciones promotoras las infraestructuras, como el Observatorio del Roque de los Muchachos (ORM), la línea de fibra óptica y el suministro eléctrico. Además, está desarrollando el sistema de mejora de acceso a las carreteras, «al ritmo que podemos» porque hay cuestiones burocráticas referentes a «permisos» que no les permite acelerar el proceso. «En todo caso, existe la capacidad suficiente para que este observatorio capte la inversión», relata el director del Astrofísico.

«Merece la pena plantear una colaboración directa como socio», destaca Rebolo, que ha insistido en varias ocasiones en ello a los representantes políticos durante los últimos meses, aprovechando las visitas de los miembros Ejecutivo a Canarias. «Con este paso los promotores podrían verse atraídos a Canarias y dejarían el proyecto en Hawái», relata el investigador. Tomar una actitud proactiva con el telescopio supondría un esfuerzo económico por parte de España, pero también le permitiría formar parte del proceso de toma de decisiones y le permitiría ampliar el tiempo de uso científico del telescopio por parte del país. Manteniendo únicamente el papel de anfitrión se establecería en un 10%. 

Dos años desaparecido

El proyecto del TMT lleva casi dos años sin ofrecer demasiadas pistas sobre su futuro. Después del infructuoso intento de construcción en la montaña de Mauna Kea en julio de 2019, los promotores no han vuelto a levantar una sola piedra en el emplazamiento sagrado. En aquel verano, fue un grupo de nativos de la isla del Pacífico el que se manifestó en contra de la gran construcción –por segunda vez– para evitar que los trabajos comenzaran. 

En esa ocasión, además, sus reivindicaciones dieron la vuelta al globo gracias al apoyo que obtuvieron de figuras mediáticas como el actor Jason Momoa o el cantante Bruno Mars. Las manifestaciones se prolongaron durante nueve meses, hasta marzo de 2020, cuando irrumpió la pandemia de coronavirus y los nativos decidieron abandonar la montaña sagrada. No obstante, el contratiempo del virus no ha frenado sus intenciones para frenar el proyecto y, a día de hoy, su petición formal ha conseguido casi 500.000 firmas en la plataforma Change.org

Ese mismo año pandémico, el proyecto llegó a las mesas de los dirigentes de Estados Unidos, a los que les tocó decidir si el TMT era un proyecto científico lo suficientemente importante para la nación como para seguir apostando por él. En noviembre de 2021, el comité de expertos de la Academia de Ciencias de EEUU decidió que el proyecto es uno de los más importantes de la década. 

Un proyecto prioritario

En su informe Pathways to Discovery in Astronomy and Astrophysics for the 2020s califica el Programa de Telescopios Extremadamente Grandes (ELT) como prioritario para la astronomía terrestre y establece la necesidad de invertir en, al menos, uno de los proyectos de este tipo de telescopios que ya han sido propuestos, entre los que se encuentra el Telescopio de Treinta Metros (TMT). En dicho documento también se mantenía a La Palma como posible ubicación de este gran telescopio. 

Este año, la National Science Foundation (NSF) debe decidir si, para sacarlo adelante, contribuye a su construcción con un montante estimado que asciende a unos 80 millones de dólares. Esta inversión lo convertiría en el socio mayoritario del Consorcio TIO. Sin embargo, hasta ahora no se ha conocido el sentido de esa financiación de Estados Unidos. La financiación estimada para sufragar el telescopio es de unos 2.500 millones de euros. La inversión en la obra del edificio que albergaría al megatelescopio en el Observatorio del Roque de Los Muchachos, en 10 años, asciende a unos 400 millones. De esta manera, su contribución al PIB (Producto Interior Bruto) de La Palma en la fase de construcción –que se llevaría a cabo con empresas locales– sería del 6,3%. La fase de construcción y comisionado del TMT se ejecutaría en un plazo previsto de 10 años, y, posteriormente, la fase de operación, que podría prolongarse por unos 75 años. 

«A veces no news, good news. Cuando no hay más noticias, es una buena noticia», alegó mediados de julio la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, llamando a la calma sobre el proyecto. Morant, además, adelantó que «el proyecto de España es el más avanzado». Por ello Rebolo sentencia que, «a la espera de que pasemos este impasse, es un buen momento para que se establezca la colaboración entre gobiernos». 

Compartir el artículo

stats