Entre los años 1877 y 1881, el explorador y artista francés Arthur Jean-Philibert Grasset realizó tres viajes desde Argelia a Canarias pasando por las costas marroquíes. Notes de voyage. Excursions sur les côtes du Maroc et aux îles Canaries, pendant les années 1877, 1878 et 1879 es el título del manuscrito al que dio forma tras su periplo y que el catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna (ULL), Manuel de Paz Sánchez, acaba de donar al Servicio de Biblioteca de la institución. Esta obra fue adquirida por el profesor en 2019 en una librería parisina, que a su vez se hizo con el documento mediante subasta.

Este valioso manuscrito contiene los diarios de los tres viajes, divididos en cinco cuadernos con 120 folios en total, escritos en francés a tinta y a lápiz, con ilustraciones, algunas de ellas coloreadas a la aguada. Este trabajo nunca fue editado formalmente y, por ello, hay disparidad de formatos en las hojas que lo componen. Algunas de ellas están perfectamente transcritas, con buena letra y respetando márgenes, mientras que otras están redactadas deprisa, dando pistas de que fueron escritas en plena travesía o excursión. La profesora Nathalie Le Brun, quien realizó un trabajo monográfico sobre este relato de viajes, explica que el texto no es tanto una crónica escrita con estilo reposado, sino un auténtico diario en el que el autor iba dando cuenta de los sucesos que iba viviendo en cada momento. Así, destaca su estilo irónico, demostrado en las vivaces descripciones que da de algunas unas personas, así como la vasta cultura del autor, que llenó el texto de referencias literarias e históricas y, dados sus conocimientos de música, llegó hasta anotar en un pentagrama la melodía del canto de los serenos de La Laguna, que le resultó especialmente molesto.

La rectora Rosa Aguilar y el catedrático Manuel de Paz durante el acto de recibimiento del manuscrito. | | E.D.

Otra muestra de la versatilidad intelectual de Grasset queda patente en sus notables acuarelas, las cuales permiten observar paisajes de lugares como Las Palmas de Gran Canaria, Teror, Santa Cruz de Tenerife o Taganana, y apreciar cómo han cambiado en el transcurso de los siglos. Algunas ilustraciones están parcialmente pintadas, ya que se trataban de esbozos realizados rápidamente y que el autor tenía la intención de colorear después en su estudio, por lo que escribía sobre cada parte del dibujo qué color debía aplicar.

Otra ilustración notable es la de una figurilla aborigen canaria hallada en el cenobio de Valerón (Gran Canaria) y actualmente custodiada en el Museo Canario, que supone la primera plasmación gráfica de dicho ídolo, realizada por Grasset meses antes de la que hasta ahora se consideraba el primer rebozo de la figura, a cargo de Sabino Berthelot. Le Brun explica que el estilo del texto es en ocasiones altivo y denota la creencia del autor, muy propia de su época, en una hipotética superioridad cultural francesa, de tal manera que no duda en manifestar que, a medida que sus viajes le llevan más al sur, alejándose del continente europeo, se siete más cercano «a la barbarie». También establece comparaciones entre «los españoles de Canarias» y los árabes (a los que se refiere con el término hoy despectivo, pero entonces muy en boga, de «moros»).

El profesor Manuel de Paz recuerda que adquirió la obra gracias al aviso que le dio precisamente la profesora Le Brun, quien lo vio aparecer en el catálogo on line de la librería. Ha querido donarla a la que es su alma mater porque sabe del cuidado que se pondrá en su digitalización y procesamiento bibliográfico para hacer accesible a la comunidad investigadora. No es, además, la primera donación que realiza a la ULL, la cual ya cuenta con unos 600 volúmenes de su biblioteca personal sobre temas históricos.