Compañía Cervecera de Canarias (CCC) invirtió el año pasado 2.058.592 euros en acciones dirigidas a minimizar el impacto ambiental y la protección del entorno en sus fábricas de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, tal y como recoge la primera Memoria de Sostenibilidad anual publicada por la compañía con la certificación de Aenor.

La consejera delegada de Cervecera de Canarias, Naveen Mehra, afirma que estos datos corroboran la apuesta de la compañía por el medio ambiente, manteniendo altos niveles de inversión y su compromiso con la sostenibilidad a largo plazo. Todo ello pese a la reducción significativa de beneficios de la compañía desde el inicio de la pandemia, especialmente por la merma de la actividad en hostelería y el incremento de los costes en energía y materias primas.

Añade que la apuesta de la compañía por la sostenibilidad va más allá del medio ambiente, pues incluye entre sus prioridades estratégicas su contribución al desarrollo local y la apuesta por la diversidad e inclusión en todos los ámbitos en los que interviene la empresa.

CCC, presente en las islas desde hace casi cien años, pretende que en 2030 sus fábricas de Las Palmas de Gran Canaria y de Santa Cruz de Tenerife sean neutrales en emisiones de carbono. Para ello, ha establecido nuevos retos como la utilización del 100% de electricidad procedente de energías limpias en 2025, la reducción del consumo total de energía por debajo de 100 MJ/Hl, la implantación de energía termosolar en su fábrica de Las Palmas, además de la implantación de medidas que compensen el carbono emitido.

En el apartado de utilización eficiente de los recursos naturales, la empresa se esfuerza en reducir el consumo de agua en un 25% antes de 2025, y en el fomento de los materiales reciclados y reciclables. Así, mantiene el reto de que en un plazo de tres años todos los productos se comercialicen en envases y embalajes en los que la mayoría de los materiales sean retornables o reciclados y reciclables.

Durante el año pasado, CCC llevó a cabo diversas actuaciones, como la incorporación de nueva maquinaria para empaquetar latas, la creación de una planta depuradora, así como otras medidas dirigidas a mejorar el rendimiento energético.

En esta línea, la fábrica de Las Palmas de Gran Canaria desarrolló un proyecto de sustitución del fuel utilizado en las calderas por gas licuado (GLP), con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. A esto se suma un sistema de plantas fotovoltaicas instaladas en la fábrica de Santa Cruz de Tenerife, compuesto por 288 módulos, con una producción estimada de 155.186 kWh/año, que forma parte de las acciones para alcanzar el objetivo mencionado de llegar al 100% de electricidad proveniente de fuentes renovables.

Junto con la potenciación de paneles de energía fotovoltaica, CCC trabaja en otras medidas de lucha contra el cambio climático, como la construcción de una planta termo-solar y otra especialmente innovadora para la recuperación de CO2 de la atmósfera, ambas actuaciones en Las Palmas de Gran Canaria.

Además, la entidad es pionera en el fomento de la economía circular, con especial foco en uso de materiales reciclados y reciclables en el empaquetado de sus productos, ya que el 75% de sus botellas y el 56% de sus latas están fabricadas con vidrio y metales reciclados, respectivamente, y sus etiquetas son recicladas y reciclables. Ahora, destaca también el fomento de subproductos de alto valor añadido, como el bagazo, con una elevada demanda por parte de los ganaderos por su valor nutritivo y por los altos precios de los piensos y forrajes.