Como dueño de un perro, uno de los momentos más aterradores que se pueden vivir es cuando este sufre una parada cardiaca, un accidente o deja de respirar. Estas son las técnicas que se han de aplicar a la hora de enfrentarse ante una de estas difíciles situaciones.

La resucitación cardiopulmonar (RCP) es una combinación de compresiones del pecho (llamado también masaje cardiaco) y respiración artificial. Se usa cuando no puedes sentir o escuchar latidos del corazón y cuando el perro no respira. Es importante indicar que es un procedimiento muy traumático, que podría llegar a provocar fracturas óseas y neumotórax al animal; por lo que debe usarse únicamente cuando es estrictamente necesario y nunca a un perro que no conoces, o que presente comportamiento extraño, descoordinación, o espuma en el hocico.

RCP para perros

Valore la situación:

La RCP es una técnica que se utiliza únicamente cuando el perro ha dejado de respirar o cuando su corazón ha dejado de latir.

¿Respira?

Para saber si el perro ha dejado de respirar, hay que observar si el pecho (tórax) hace movimientos, y para confirmarlo, se debe colocar el dorso de la mano frente a la nariz y comprobar si -efectivamente- sale aire.

En caso negativo, lo primero que hay que comprobar es si hay algún objeto que obstruya las vías respiratorias. Para ello, se procede a tirar de la lengua del animal y a observar el interior de la garganta. Posteriormente, y en caso de que haya algo que impida que el perro pueda respirar, se procede a retirar el objeto para ayudar despejarle las vías respiratorias al animal.

¿Tiene pulso?

Para tomar el pulso de un perro, hay que tener en cuenta su tamaño. Si el perro es grande o mediano, se debe buscar la arteria femoral. Esta se halla en el interior del muslo, por encima de la rodilla. Cuando palpamos y apretamos ligeramente la zona, han de notarse las pulsaciones. 

Si el perro es pequeño, será más fácil tratar de localizar directamente los latidos del corazón. Para eso, hay que agarrar el pecho, justo por detrás de los codos. 

RCP para perros.

RCP para perros.

Si no encuentra el pulso o la respiración, hay que actuar con rapidez pero sin perder la calma.

¿Cómo hacer una RCP?

1. Postura

Antes de comenzar con la reanimación cardiopulmonar se debe colocar al perro recostado frente al reanimador y de espaldas, sobre una superficie firme y plana, estirando el cuello con la cabeza ligeramente más baja que el resto del cuerpo, si es posible. Después se le sujeta la lengua y se coloca en la parte inferior de la mandíbula. De esta forma, facilita el flujo de aire.

En el caso de perros pequeños, se le coloca una mano en el pecho, justo por detrás de los codos, y la otra en el lomo, de forma que se pueda aplicar la fuerza necesaria para hacer las compresiones. Hay que apretar con firmeza la caja torácica para que el pecho se hunda de uno a dos centímetros (dependiendo de las dimensiones del perro).

Se trata de una cuestión de vida o muerte, por lo que se debe actuar con decisión sin miedo a las lesiones secundarias que se le puedan provocar al perro. Lo primero es salvarle la vida al animal. Se deben aplicar dos compresiones por segundo.

Si el perro es de tamaño mediano o grande -más de 14 kilos- se deben colocar las palmas de las manos una encima de la otra y sobre el pecho. Se debe hacer fuerza sin doblar los codos hasta que el pecho se hunda unos 3 o 4 centímetros. Esta acción de bombeo se realizará a un ritmo de una compresión por segundo.

Repita esta acción durante unos 15 segundos y luego haga la respiración artificial durante otros 10 segundos.

3. Respiración artificial

Para insuflar aire en los pulmones del perro, hay que cerrarle la boca rodeándole el hocico con la mano. Después, la persona reanima, le cubre la nariz del animal con la boca y sopla suavemente hasta que nota que los pulmones del perro se hinchan. Luego retira la boca y espera a que se deshinchen de nuevo. Esta técnica se debe repetir durante 10 o 15 segundos.

Repita estas maniobras hasta que el perro vuelva a respirar y hasta que su corazón vuelva a latir.

Recuerde que si acompañado, lo mejor es dividir tareas. Y que una persona se ocupe del masaje cardiaco y otra de la respiración artificial. Mientras uno de ellos hace uno de los trabajos, el otro descansa y mide el tiempo.

Cómo hacer la Maniobra de Heimlich a tu perro en caso de ahogamiento

Los perros juegan y mordisquean todo. Los perros también pueden sufrir atragantamientos o ahogamientos, por lo que conviene saber cómo proceder en estos casos. 

Lo primero que hay que hacer cuando un perro se esté ahogando es abrirle la boca con las dos manos y tratar de sacar el objeto o el trozo de alimento que le esté produciendo la asfixia. 

Maniobra de Heimlich para perros.

Maniobra de Heimlich para perros.

En caso de no dar con el objeto, hay que poner al perro en posición carretilla, es decir, sujetar en alto las dos patas de atrás y con la cabeza hacia abajo. 

En caso de que estos dos primeros pasos no funcionen y el perro siga atragantándose, es necesario realizar la Maniobra de Heimlich. Para ello, hay que comprimir el abdomen del perro con el puño, empujando hacia arriba. 

Por último, ante una situación así, también puede ser de ayuda dar una palmada fuerte entre los hombros del perro.