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CSIF rechaza las acusaciones de falta de igualdad en el trabajo de Tenerife II

Representantes de este sindicato aseguran que es la única funcionaria que percibe tal situación | Creen que las críticas a los coordinadores de guardia no están justificadas

Centro penitenciario Tenerife II. | | E.D.

El sindicato Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) rechaza las acusaciones realizadas por una funcionaria de prisiones contra la supuesta falta de igualdad que existe en el centro penitenciario Tenerife II y advierte de que esa persona es la única de las mujeres trabajadoras del centro que detecta tal discriminación por su condición sexual. De forma concreta, CSIF indica que, al hablar de que el personal femenino «recibe críticas hostiles que atenta contra su dignidad», «la denunciante se arroga la facultad de hablar por todas sus compañeras, cuando es la única que así lo percibe».

Los representantes de la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) en la mencionada cárcel comentan que, en referencia al comentario de la denunciante de la necesidad de aplicar un protocolo frente al acoso sexual y por razón de sexo de la Administración General del Estado (AGE), «obviamente, ante sus infundadas y repetidas denuncias no se estimó necesario por el órgano competente la adopción de medida alguna».

«También desconocemos esas supuestas amenazas personales de las que habla y que, suponemos, habrá denunciado en la instancia judicial pertinente; si no es así, no sabemos a qué espera esa única funcionaria», señalan desde la organización sindical a raíz de la información publicada el pasado lunes con los planteamientos de la funcionaria y las medidas que se han implantado por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Preferencias por las guardias

Desde dicha organización sindical no comprenden que la denunciante se refiera a que «se le deniega su derecho a expresar sus preferencias a la hora de elección de guardia». Manifiestan que «resulta significativo que no exista tal derecho y que, a pesar de ello, a petición de dicha funcionaria se la haya cambiado varias veces de guardia (ha pasado por tres) e, incluso, de servicio, siempre a petición de ella».

En el CSIF opinan que el hecho de que en ninguna de esas guardias se encontrase «suficientemente valorada» como para permanecer en la misma «no deja de ser significativo». Apuntan que «cada uno, y eso no lo discutimos, tiene una percepción distinta de lo que es sentirse valorado, pero si esa funcionaria es la que tiene tal percepción puede que sea otro tipo de circunstancias lo que le haga llegar a esa conclusión y no, obviamente, laborales y menos por su condición de mujer».

Superiores jerárquicos

En cuanto a que hay «criterios sexistas en la asignación de los servicios, vacaciones y turnos libres por parte de los coordinadores de guardia y superiores jerárquicos», critican en dicho sindicato que, «aparte de ser rotundamente falso, es de una vileza que no deja de asombrarnos». Aclaran que «poner en una misma frase a sus superiores jerárquicos y a los coordinadores de guardia es sangrante».

Frente a lo que puede parecer, matizan los representantes sindicales del CSIF que los «coordinadores de guardia ni son superiores suyos (son compañeros de su propia guardia) ni deciden en último extremo sobre ninguna de las cuestiones sobre las que afirma que hay criterios sexistas». En esa línea, exponen desde la citada organización que «los coordinadores de guardia» no ocupan un empleo incluido «en la relación de puestos de trabajo, simplemente son funcionarios elegidos por sus compañeros, que facilitan el trabajo a los integrantes de la Oficina de Personal a la hora de relacionar quiénes y en qué fechas se van de vacaciones o tienen asuntos propios, por ejemplo».

«Y esa función la desempeñan de forma altruista, sin ningún tipo de compensación económica», apuntan en su escrito de respuesta.

Desproporción

Respecto al comentario hecho por la trabajadora denunciante acerca de que «existe una desproporcionada baja representación de funcionarias en todas las áreas, tanto en oficinas como en los puestos de vigilancia interior», desde el CSIF aseguran que no es cierto. «Si nuestras compañeras de trabajo no están ni en el interior ni en oficinas, ¿dónde están? ¿en su casa cobrando por no trabajar? Se llega al absurdo», opinan.

También se refieren en su respuesta a las cuestiones normativas a las que alude la funcionaria que reclama mayor igualdad. Dicho sindicato aclara que, «aparte de retorcer completamente algunas de ellas, demuestra un desconocimiento absoluto de la legislación al respecto».

Quejas de las funcionarias

Admiten que es cierto que la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, extinguió las escalas masculina y femenina del cuerpo de ayudantes de Instituciones Penitenciarias.

Pero critican que la denunciante «obvia que, ante las generalizadas quejas de las funcionarias de la extinta escala femenina, se dictaron el Real Decreto 1.836/2008, por el que se establecen criterios para la aplicación de la integración de las mencionadas escalas» y dos instrucciones para favorecer su ejecución.

La directora asigna los servicios

Uno de los requisitos del Real Decreto 1.836/2008 es que en las prisiones de hombres, por ejemplo, el 40% de las plazas de funcionarios deben ser ocupadas por varones que realizan tareas de vigilancia en el interior. Además, el CSIF comenta que, según la normativa, la asignación de servicios corresponde, de forma exclusiva, al director o directora de cada prisión. Y, en tercer lugar, el sindicato recuerda que, a raíz de la aprobación de la Ley de Igualdad, fueron las mujeres funcionarias las que criticaron que, a partir de ese momento, tuvieran que trabajar en módulos de hombres, puesto que habían sacado la plaza para recintos de mujeres de forma exclusiva. Por esa razón, aquellas que obtuvieron su puesto antes del 2007 están dispensadas de esa función en módulos de reclusos. A juicio del CSIF, «no hay nada más claro y objetivo que el hecho de que, de una plantilla de más de 400 trabajadores, sea solo una única funcionaria la que calumnia, injuria y veja a los trabajadores del centro penitenciario de Tenerife». Desde dicha organización sindical apuntan que, ante las «prácticas sexistas y humillantes por algunos jefes de servicio, esperando estamos a que lo denuncie judicialmente».

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