En verano hace mucho calor y los perros, como los humanos, pueden acusar la exposición prolongada a un intenso calor. Conocer los síntomas es vital para evitar que llegue a más. A partir de este miércoles las temperaturas vuelven a subir en Canarias y es muy importante que los dueños tengan en cuenta que los canes no tienen glándulas sudoríparas repartidas por su cuerpo. Alivian el calor a través de la respiración y de las almohadillas de las patas, pero muchas veces no es suficiente y las altas temperaturas pueden afectarles muy negativamente, sobre todo si les sacas a pasear en horas centrales del día y el asfalto está caliente.

Por ello, es conveniente estar atentos a las mascotas y conocer todas las recomendaciones para evitar que sufran un golpe de calor.

Cómo saber si un perro sufre un golpe de calor

En un golpe de calor los canes pueden superar los 42°C de temperatura corporal. Si esto ocurre, se puede producir una falta de oxigenación en la sangre y una disminución de azúcar y sales en el cuerpo del perro.

Eso puede derivar en los siguientes síntomas, que nos alertan de que el animal no se encuentra bien por las altas temperaturas.

Síntomas que pueden indicar un golpe de calor

  • Temblores.
  • confusión.
  • ansiedad.
  • Taquicardia.
  • Debilidad muscular.
  • Vómitos.
  • Diarreas.
  • Pérdida de conciencia.
  • Falta de equilibrio.
  • Encías de un color azulado.

Qué hacer en caso de golpe de calor

Si observa que su perro está sufriendo un golpe de calor y se encuentra en una zona con sol debe trasladarlo a un lugar fresco y con sombra, abanicarlo y humedecer sus extremidades sin utilizar agua muy fría. Ponerle agua no muy fría para que pueda beber -sin obligarle a ello- y refrescarle el hocico.

Una vez que el perro se encuentra estabilizado es muy importante acudir directamente a un veterinario para que revise su estado. Durante el camino, no obstante, se pueden aplicar soluciones domésticas para bajar su temperatura, como mojarlo con agua templada continuamente (evitando el agua muy fría) o intentando -sin obligarle- que beba agua fresca de forma pausada.

Como es obvio, jamás se debe dejar solo en una situación extrema, como el dejarlo dentro del vehículo cuando salimos a hacer un recado, por muy pequeño que sea. Tampoco es recomendable salir a pasear en las horas en las que el calor es más intenso, especialmente si se trata de un perro activo.

Diferencia entre fiebre y golpe de calor

La temperatura corporal normal en el perro oscila entre los 38ºC a 39ºC en función de la época del año, características individuales y circunstancias. No es lo mismo la fiebre que el golpe de calor. En el primer caso la temperatura corporal aumenta por diferentes causas, pero no presenta los mismos síntomas tan agudos y graves.

En los perros, el golpe de calor se manifiesta de forma súbita , por un aumento de la temperatura corporal por encima de los 40.5 grados centígrados, excesiva salivación, jadeos y respiración acelerada. Incoordinación, incluso puede desplomarse, convulsionar y morir de forma súbita. También podrían aparecer vómitos y diarrea.

Este aumento de la temperatura corporal puede producirse por varios factores; principalmente las condiciones individuales del animal: edad, el sobrepeso o pertenecer a una raza braquicefala -hocico chato- y factores ambientales como el aumento de la temperatura ambiental, especialmente cuando está asociado al ejercicio .

Estas son algunas causas a tener en cuenta:

La anatomía de algunas razas: El Bulldog inglés, Bulldog francés, Bóxer, o Carlino… son razas con una característica común, el hocico chato que les hace más susceptibles a trastornos respiratorios.

La edad: Los cachorros y los perros de mayor edad son propensos a sufrir un golpe de calor.

El sobrepeso y algunas enfermedades: cardiacas, metabólicas o neurológicas que disminuyen la capacidad del organismo de los perros para perder el exceso de calor.

Factores externos: ejercicio intenso en horas de calor, la privación de agua y el confinamiento del animal pueden provocar la deshidratación en época de calor lo que puede provocar un shock hipovolémico de gravísimas consecuencias.

Recomendaciones

  • Nunca dejes a tu perro sólo dentro del coche. Aunque se trate de pocos minutos.
  • Evita que tu perro permanezca expuesto al sol.
  • Activa el aire acondicionado cuando te desplaces en coche.
  • Ten a su disposición abundante agua fresca.
  • No le saques a pasear en las horas centrales del día.
  • Si estás en la playa, mételo en el agua frecuentemente.
  • Por último, si tu perro pertenece a una raza braquicéfala, TODOS estos consejos SON DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO.