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Unos 800.000 canarios vacunados renuncian al tercer 'pinchazo' contra la covid

Sanidad solicita a los más jóvenes retomar la vacunación para alcanzar a unas coberturas aceptables para afrontar el otoño

Una sanitaria administra la vacuna contra la covid a una mujer en Tenerife María Pisaca

  En diciembre, con la sexta ola en ciernes, se puso a disposición de la población isleña en general una tercera dosis de refuerzo que, sin embargo, no llegó a todas las personas que se esperaba. Unos 800.000 canarios vacunados decidieron renunciar al tercer pinchazo, pese a las recomendaciones, la disponibilidad de la vacuna y la intensa campaña. A esto se suma que más de 55.000 canarios que se pincharon la primera vacuna contra el coronavirus sin dudarlo, rechazaron, un mes después, culminar su pauta vacunal.

El caso de Canarias no es el único de España, pero sí el más destacado. El Archipiélago es la comunidad con mayor porcentaje de «pautas incompletas», una tasa que alcanza el 3,02%. Y aunque se trata de un porcentaje ínfimo, el de Canarias duplica la media nacional, situada en un 1,65%. Las dosis de refuerzo, las famosas terceras dosis, a duras penas han convencido al 57% de la población que se había protegido previamente con las dos dosis.

Canarias, además, se encuentra a la cola de España en vacunación. En el Archipiélago se ha protegido con al menos una dosis al 85,9% de la población mayor de 12 años, cuando la media nacional se encuentra en el 93%. La segunda dosis alcanzó al 84,3% de la población diana, siendo la media nacional de 92,7%. «Es algo que nos preocupa», admite Elizabeth Hernández, directora general de Programas Asistenciales del Servicio Canario de la Salud (SCS). Los peores resultados se obtienen en las personas de 20 a 49 años, «los padres de los de 5 a 11 años», que también tienen unas tasas vacunales que no llegan al 50%. 

Nueva campaña en Canarias

Ante estos datos y el avance de la séptima ola, la Consejería de Sanidad se ha puesto manos a la obra para tratar de reforzar las coberturas vacunales, especialmente de cara al otoño y el invierno, captando a esos adultos jóvenes que aún no se han vacunado. A partir de ahora los servicios sanitarios realizarán una captación activa. «Hemos mejorado la historia clínica electrónica para que cada vez que un paciente vaya a consulta por el motivo que sea, salte un mensaje emergente con su estado vacunal», resalta la directora de programas asistenciales. Otras estrategias de captación de estos vacunados rezagados serán las de abrir nuevos puntos de vacunación sin cita, mantener la actividad de las vacuguaguas durante el verano y se realizar una campaña de comunicación en redes. 

Pero no es tan fácil saber por qué está ocurriendo este fenómeno. La primeras evaluaciones de Sanidad apuntan hacia la sexta ola, protagonizada por la alta transmisibilidad de la variante ómicron, las navidades y el fin de algunas de las restricciones más severas de la pandemia. «Entre enero y febrero se contagió muchísima gente», recuerda. De hecho, desde el 1 de enero hasta el 28 de febrero se contagiaron en Canarias 136.674 personas. El aluvión de contagios coincide tanto con la campaña de la tercera dosis para la población adulta en general como con la de niños de 5 a 11 años.

Los expertos creen que los datos reflejan el hastío social

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La Consejería de Sanidad había previsto que la situación mejoraría a partir de mayo, cinco meses después de que se hubiera producido ese contagio masivo. Según las indicaciones del Ministerio de Sanidad, las personas que habían pasado la infección podrían recibir esas dosis adicionales 20 semanas después del contagio. 

«No obtuvimos los resultados que esperábamos», lamenta Hernández. Ha llegado julio y las tasas de vacunación, de la tercera dosis, siguen muy por debajo de lo recomendable. De hecho, apenas ha reforzado su inmunidad el 57% de los canarios con pauta completa. Una cifra que baja al 49% cuando hablamos de toda la población canaria mayor de 12 años. Los contagios navideños también llevaron a muchos padres a decidir no culminar la pauta vacunal de sus hijos. De este modo, aunque el 51,9% de los menores de 5 a 11 años se vacunaron, solo el 39,7% cuenta con la pauta completa. 

Las bajas tasas de vacunación de Canarias en comparación con el resto del Estado también pueden tener relación con la bajada de la incidencia acumulada, el mantener una situación pasiva ante la vacunación –esperando a ser contactados por los servicios sanitarios– o considerar que con la infección se obtiene una «inmunidad híbrida» mucho más potente que la de la vacunación. 

Pese a que 51,9% de los menores de 5 a 11 años se vacunaron, solo el 39,7% cuenta con la pauta completa

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Sin embargo, otros expertos suponen que hay más razones detrás de este fenómeno que han llevado a la población a desencantarse de manera progresiva de las vacunas contra la covid-19. Para Susana Cantero, coordinadora del grupo de trabajo en vacunas de ApaCanarias y experta en vacunas, el motivo está en la infoxicación y la pérdida de percepción de riesgo. 

«Se ha dejado de ver la enfermedad como algo imposibilitante para salir o ir a trabajar», relata Cantero. Este fenómeno aunque no ha sido estudiado con la covid, sí que ha sido ampliamente investigado con respecto al calendario vacunal de los pequeños. «Las vacunas acaban muriendo del éxito», resalta la enfermera. Los datos de vacunación muestran que en los primeros años de vida las coberturas son muy buenas, pero bajan progresivamente en adolescentes. «Es la percepción de riesgo lo que lo impulsa», insiste. 

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