La previsión meteorológica augura unos días de calor extremo, insólito y sofocante en buena parte del país, con máximas que podrían pulverizar récords históricos en amplias regiones. Una dorsal muy cálida en altura puede producir un fenómeno llamado "heat dome" o "cúpula de calor".

Pero, ¿qué es una cúpula de calor?

Una cúpula de calor es un área de altas presiones que se sitúa sobre una región y funciona como una tapa sobre una ollaatrapa el calor y lo mantiene. Es también como una montaña de aire caliente que se queda atrapada: "Una cúpula de calor es básicamente una cúpula que te atrapa. El evento de calor en sí mismo es la ola de calor, que dura varios días y noches consecutivos que están muy por encima de lo normal", explica Andrea Blair, directora del programa de servicios climáticos para la región occidental del Servicio Nacional de Meteorología, y añade que la cúpula de calor ayuda a mantener esta ola de calor.

¿Qué es la cúpula de calor? La nueva amenaza a España.

Existe una diferencia de temperatura que crea vientos que impulsan el aire occidental tropical y denso hacia el este. A la larga, ese aire caliente se queda atrapado en la corriente en chorro, y acaba siendo una corriente de aire que gira en el sentido contrario a las agujas del reloj alrededor del mundo, y termina en la costa oeste de Estados Unidos. También, está muy relacionado con el fenómeno de La Niña, según señalan investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.

Cómo lidiar con el calor

Ahora que ya se han comprobado los efectos que ha causado la cúpula de calor en Canadá y Estados Unidos, España tiene algún tiempo de margen para intentar evitar las consecuencias fatales de la calor extrema. Por lo tanto, ¿qué indicaciones se podrían seguir para evitar las consecuencias del golpe de calor? Identificar los grupos de riesgo. Los más pequeños y los mayores, las personas embarazadas y aquellas con enfermedades crónicas, son quienes corren más riesgo de sucumbir a las insolaciones o los golpes de calor.

Evitar las horas centrales. Evadir salir entre las 12 y las 18 horas a la calle.

Mantenerse hidratado. El agua será el mejor aliado para no padecer un golpe de calor.

Seguir la sombra. Intentar evitar las zonas donde el sol incide de lleno, optar por las zonas de sombra.

No hacer ejercicio físico en las horas más calurosas.

Evitar vehículos cerrados.

Una consecuencia directa de la crisis climática

El pasado 2 de junio, poco antes del inicio de la ola de calor, el Instituto Canadiense para Opciones Climáticas, una organización independiente financiada por el Gobierno, emitió un estudio titulado “Los costes de salud del cambio climático” donde se señaló que “el cambio climático no es solo una amenaza medioambiental y económica, también es una amenaza a la salud pública”. También, afirma el documento, "el cambio climático empeorará las desigualdades sanitarias existentes y aumentará los costes para el sistema sanitario de Canadá y para la economía, a menos que los Gobiernos trabajen unidos para invertir en preparación y prevención”. Por lo tanto, el cambio climático influirá al tiempo caluroso: el calor será más extremo y más probable.

Desde finales del siglo XIX, las temperaturas medias de Estados Unidos han aumentado, según el National Climate Assessment de 2017. Desde la década de 1960, las olas de calor se han vuelto más comunes y, para mediados de siglo, los científicos prevén de 20 a 30 días más de temperaturas de más de 32°C en Estados Unidos. Para 2050, las ciudades del hemisferio norte tendrán climas similares a las temperaturas de hoy en ciudades a más de mil kilómetros al sur.

Pero no es un caso aislado de Estados Unidos, en Rusia hay ciudades localizadas en el círculo polar ártico que batieron récords de calor esta semana también. Y en el Pacífico noroeste, se prevé que el efecto de calentamiento de la quema de gases de efecto invernadero caliente la región hasta 3.2°C, de media, para mediados de siglo.

Las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas a medida que las concentraciones de gases de efecto invernadero provocan el aumento de las temperaturas globales. Empiezan antes y terminan más tarde, y se cobran un precio cada vez mayor en la salud humana y en los sistemas sanitarios”, advirtió el martes la Organización Meteorológica Mundial con sede en Ginebra.