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Canarias trabaja para conseguir la base permanente de un buque oceanográfico

El Gobierno descarta la compra de un buque propio aunque ha puesto a disposición de los investigadores tres barcos pequeños costeros en Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote

El buque de investigación oceanográfica ‘Ángeles Alvariño’ en Tenerife. Andrés Gutiérrez Taberne

La vía para conseguir que Canarias cuente con un buque oceanográfico para realizar investigación en alta mar será, finalmente, la de establecer una base permanente de uno de los barcos existentes –o de nueva construcción– en las Islas. 

El buque oceanográfico aún no es una realidad para los investigadores de Canarias, pero, después de dos décadas, se ha convertido en una de las líneas de trabajo del Gobierno de Canarias. Así lo ha expuesto el viceconsejero de Lucha contra el Cambio Climático, Miguel Ángel Pérez, en una respuesta por escrito a una pregunta parlamentaria realizada por la nacionalista Beatriz Calzada Ojeda. 

«Canarias está haciendo todo lo posible para que los ministerios entiendan que el Archipiélago necesita ser base de un barco oceanográfico», explica el viceconsejero en dicha comunicación, en la que tampoco descarta solicitar un mayor «tiempo de barco». Esto quiere decir que el Ejecutivo está buscando alternativas que permitan aumentar el periodo operativo del buque las Islas, con el fin de «cubrir sus objetivos estratégicos». 

El Instituto Oceanográfico está construyendo un nuevo barco de 70 metros de eslora

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Casi veinte años después de que los científicos de las Islas empezaran a insistir en la necesidad de disponer de más tiempo de barco para llevar a cabo las investigaciones marinas de las Islas, el Ejecutivo autonómico ha determinado lo que considera la mejor solución para poder afrontarla.  

Desde 2003 las campañas de investigación que se realizan en alta mar en las Islas dependen de la llegada de los dos buques de 47 metros de eslora propiedad del Instituto Español de Oceanografía (IEO), el Ramón Margalef y el Ángeles Alvariño. Desde que se estableció esta cesión del IEO para las Islas, el buque ha estado arribando a Canarias dos veces al año: en febrero y en octubre. 

Antes de esa fecha, Canarias contaba con un buque de gran eslora –al menos de 40 metros– bautizado como Taliarte. Durante el tiempo esta infraestructura estuvo presente en las Islas –que naufragó en Cabo Verde en 2003 – el conocimiento del mar aumentó de tal manera que aún a día de hoy los datos logrados en la época son referenciados en los foros científicos internacionales.

En octubre de 2021 el Senado debatió una moción en este sentido que obtuvo la negativa del PSOE

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Si bien el IEO da prioridad absoluta a Canarias y reorganiza su calendario de buques cuando ocurre una emergencia, como la actividad volcánica de 2011 y 2021 de El Hierro y La Palma, respectivamente; de forma ordinaria los científicos solo disponen de tres meses de operación en el mar. De hecho, la principal reivindicación de los científicos canarios en este sentido, es que los períodos limitados de acceso a este recurso de investigación les está impidiendo conseguir series de datos históricas largas y robustas. Esto impide entender todos los impactos que están sufriendo las aguas de Canarias debido al cambio climático. Pero no es lo único. 

Carecer de un buque propio también lastra las posibilidades de desarrollar políticas orientadas a la economía azul – por la que el Ejecutivo regional está realizando una apuesta – o de formar a las nuevas generaciones de científicos en este entorno. «Canarias se encuentra en lugar estratégico», como resume Pérez, que hace hincapié en los estudios que se podrían llevar a cabo, como aquellos con respecto a los ecosistemas o que dieran un servicio a la sociedad, como las pesquerías. 

En un afán por mantener la investigación marina, al menos en la costa, el Gobierno de Canarias ha puesto a disposición de los investigadores tres barcos pequeños. Dos en Gran Canaria y Tenerife, propiedad de la Consejería de Transición Ecológica y uno en Lanzarote, de Agricultura y Pesca. 

El Ejecutivo regional asegura ser consciente de la «urgente necesidad» de conocer la evolución del medio marino en Canarias, y más aún en el contexto actual de cambio climático. Adelanta, además, que el IEO está construyendo un nuevo buque oceanográfico de 70 metros de eslora, aunque el texto no aclara si la nueva base permanente por la que quiere optar Canarias será de este nuevo barco o de uno futuro. 

Pese a que el Gobierno regional ha declarado de vital importancia para la ciencia canaria el hecho de disponer de este buque oceanográfico de una forma u otra, sus pretensiones choca con el voto en contra de su mismo partido (PSOE) en la Cámara alta hace apenas un año. 

En junio de 2020, el senador de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, elevó una moción al Ministerio de Ciencia e Innovación en el que exigía la creación de una base permanente en Canarias de una de los barcos del Instituto Español de Oceanografía. El debate se llevó a cabo más de un año después, pero ni el Partido Socialista (PSOE) ni Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) apoyaron las demandas del senador canario.

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