La pandemia de coronavirus evoluciona de forma favorable en Canarias a pesar de la elevada incidencia que se registra entre las personas mayores de 60 años. «No hay que olvidar que antes de la llegada de la sexta ola, el Archipiélago no había anotado tantos contagios como la Península y contábamos con muy pocas personas inmunizadas. Sin embargo, lo importante no es el número de casos, sino los cuadros graves y la cifra de fallecimientos», apunta Beatriz González López-Valcárcel, catedrática de Economía de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) e integrante del Comité Científico que ha asesorado al Ejecutivo autonómico en el manejo de la crisis.

En este sentido, hay que tener en cuenta que, en la actualidad, «gran parte» de los positivos que precisan asistencia hospitalaria ingresan en los centros por otras patologías y no por los efectos del coronavirus. «Afortunadamente, el covid se da ahora de forma más suave que con la cepa original de Wuhan o antes de la llegada de las vacunas, por ejemplo. Gracias a esto, podemos convivir muy bien con la enfermedad», valora la profesional.

Según los datos difundidos ayer por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, la región sumó entre el viernes y el lunes 1.186 casos de covid-19 entre la población mayor de 60 años, por lo que el total de cuadros clínicos acumulados en este colectivo ya asciende a 70.101. Además, en el mismo espacio temporal, la comunidad agregó seis decesos a su estadística: cuatro en Tenerife y dos en Gran Canaria. Los fallecidos se encontraban aquejados de dolencias previas y permanecían en régimen de ingreso hospitalario. Todos tenían entre 78 y 97 años, a excepción de una mujer de 56.

El número de contagios representa un incremento de un 14% con respecto al notificado el pasado martes, 7 de junio, cuando las Islas añadieron 1.042 casos. Asimismo, en base a la última actualización, en el Archipiélago hay 256 pacientes positivos en plantas covid –27 más– y 20 en las áreas de críticos –ocho más–.

La incidencia acumulada en los últimos siete días se sitúa en 473,24 casos por cada 100.000 habitantes –81,37 puntos más que el valor que fue reportado el día 7–, mientras que el indicador que marca la de los últimos 14 refleja 869,75 cuadros sobre el mismo cómputo poblacional –55,52 puntos más–.

Cabe recordar que fue el 15 de marzo cuando la administración sanitaria dejó de informar a diario sobre la situación de la pandemia en las Islas para avanzar hacia la creación de una red de vigilancia centinela. De este modo, las actualizaciones comenzaron a realizarse solo los martes y los viernes. Posteriormente, el Ministerio de Sanidad acordó con las comunidades autónomas llevar a cabo un cambio en la Estrategia de Vigilancia y Control del covid-19, y notificar solo los contagios detectados entre la población con más de 60 años los mismos días de la semana. La modificación de la determinación se hizo efectiva el pasado 1 de abril.

Ese día, Sanidad constató 954 casos de covid en 72 horas y nueve fallecimientos, si bien eran 275 los positivos que permanecían en planta y 28 los que se encontraban en intensivos. «No debemos estar alarmados por la situación actual. Canarias salió muy bien parada en los anteriores embates del virus y es lógico que estemos registrando ahora muchos casos y que la incidencia se haya disparado», manifiesta González López-Valcárcel, que además insiste al decir que, lo verdaderamente importante, «es haber logrado quitarle gravedad al virus».

Sobre estas líneas, el jefe de la sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS), Amós García Rojas, considera que el impacto que está causando el coronavirus no se aleja de lo esperado. «Imaginábamos que el hecho de relajar las medidas de contención iba a ir de la mano de un aumento de los casos. Esto va a seguir así porque el virus ha venido para quedarse y, desde esta perspectiva, tenemos que amortiguar el daño que puede causar y eliminar la carga terrible que había tenido hasta ahora».

Una meta que, a juicio de ambos expertos, se ha conquistado gracias a la vacunación. «España se encuentra entre los países que cuentan con las tasas de cobertura vacunal más altas. Esto hace que, a pesar de que tengamos un gran número de casos, la mayoría sean leves o asintomáticos», determina el también presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).

La cuarta dosis es «necesaria»

La Comisión de Salud Pública aprobó el pasado 9 de junio la administración de una cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus a las personas más vulnerables, especialmente a las mayores de 80 años y las usuarias de residencias. «Se trata de una dosis necesaria porque con el paso de los años entramos en la inmunosenescencia y nuestro sistema inmunitario se va debilitando. Por esta razón, la calidad de la respuesta protectora a la vacuna disminuye», explica el doctor Amós García Rojas. «Esta dosis de recuerdo está indicada también para los pacientes inmunodeprimidos y ya lleva un tiempo aplicándose», agrega. Por su parte, la catedrática Beatriz González López-Valcárcel manifiesta que lo ideal es que pueda administrarse en otoño, pero adaptada a las nuevas variantes. «Lo que dicen los inmunólogos es que es muy probable que nos tengamos que vacunar cada año contra el Covid, como ocurre con la gripe. Ya Moderna trabaja en una vacuna bivalente destinada a proteger contra ambas enfermedades y a actuar contra la cepa que domine en ese momento», enfatiza.