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Día del medioambiente | La evolución de la acción climática en las Islas

La lucha contra el cambio climático en Canarias se ‘atasca’ en el Parlamento

La normativa lleva más de seis meses esperando la aprobación de los grupos parlamentarios

Varios vehículos se concentran en una concurrida calle de Santa Cruz de Tenerife. | | CARSTEN W. LAURITSEN

«La lentitud de las Administraciones está ahogando a Canarias ante el cambio climático». Son las palabras con las que el geógrafo de la Universidad de La Laguna (ULL) Abel López, resume el estado actual de la acción climática en las Islas. Una lucha que requiere medidas urgentes, pero que ha quedado en stand by porque el texto normativo que debería vertebrar dichas acciones lleva más de seis meses atascado en el Parlamento de Canarias.

Pese a la urgencia que suscita la lucha contra el cambio climático, el proyecto de ley regional se ha frenado en su último paso; el debate y posterior aprobación por parte de los grupos políticos. El texto se depositó en el órgano representativo el 18 de noviembre de 2021, un año después de que fuera expuesto a información pública. Seis meses después, el texto normativo sigue transitando una maraña de enmiendas.

Las propuestas realizadas por parte del Gobierno de Canarias son ambiciosas, lo que hace que el futuro de las Islas sea, incluso, esperanzador. Así lo ponen de relieve investigadores, como el oceanógrafo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Aridane González, que asegura que «cumpliendo lo que ahí se ha plasmado, tendremos mucho del camino hecho».

Pero el cambio climático sigue su demoledor curso. Cada día que pasa, se pierde una oportunidad para que Canarias se arme contra un coloso que traerá consigo una amalgama de fenómenos adversos, una subida imparable de temperaturas, un daño irreparable a los ecosistemas y, sobre todo, pérdidas millonarias cada vez más difíciles de sufragar.

La futura Ley de Cambio Climático se basa en dos ejes de actuación fundamentales: la mitigación y la adaptación. Basándose en ellos, la consejería de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático pondrá su empeño en reducir las emisiones y la dependencia de los combustibles fósiles, cambiar el modelo energético, preparar a Canarias para el futuro climático y garantizar su gobernanza sobre estos aspectos.

Estos son los cinco ejes en los que se basa la futura Ley de Cambio Climático:

Las emisiones

La reducción de emisiones es la acción de mitigación por excelencia. El registro de la huella de carbono de Canarias muestra que los municipios del Archipiélago emiten al año unas 10 millones de toneladas de CO2. Canarias se ha propuesto reducir las emisiones para que, en 2040 –una década antes que el resto del Estado–, el balance sea neutro o negativo. Es decir, que Canarias emita menos CO2 que el que absorbe a través de sus mares y sus bosques. Pese a esto, las emisiones en las Islas tan solo representan el 0,038% mundial, por lo que un único esfuerzo en materia de mitigación será insuficiente para que Canarias capee el cambio climático.

El problema de la movilidad

Uno de los retos más importantes de Canarias es conseguir que las movilidad sea limpia. El Ejecutivo regional, a través de planes de financiación nacionales –como el Moves III– quiere incentivar la compra de vehículos eléctricos de modo que en 2050 no quede en las Islas ni un solo coche que contamine. Pero los expertos ven la medida con cierta reticencia. La ordenación del territorio es uno de los problemas a los que se enfrenta Canarias a la hora de poder generar una movilidad más limpia. «El transporte terrestre está diseminado al igual que la población y nuestra economía está centralizada en dos puntos: la capital y el sur», apunta la arquitecta bioclimática, Araceli Reymundo. Por su parte, Francisco Ramos, economista de la misma universidad, ve inviable un cambio de paradigma si «no existe una infraestructura» de apoyo.

Adiós al petróleo

En el futuro, los combustibles fósiles dejarán de copar el mercado de las energías. Eso es por lo menos lo que pretende conseguir Canarias. Aunque no es nada fácil. El 78% de la energía mundial se obtiene a través de la quema de petróleo o carbón. El objetivo es revertir la situación en 2040 de forma que, en ese momento, las renovables supongan el 70% de la producción energética. Canarias goza de una oportunidad única, pues «tiene un exceso de energía solar y eólica», como destaca el físico experto en energías renovables de la ULL, Ricardo Guerrero. Sin embargo, las Islas también se enfrentan a retos que ni siquiera se han abordado todavía. Por ejemplo, Canarias carece de una planificación específica para proyectar las instalaciones de energías renovables en el territorio. «Se está haciendo, pero hasta que no se apruebe la ley, no se definirá, y mientras, tenemos a los inversores apremiando al Gobierno», resalta. Para Ramos, el mayor reto al que se enfrenta Canarias es el de establecer técnicas de almacenamiento de la energía. «Existe la tecnología pero no está implantada, y sin eso, conseguir el objetivo de penetración de renovables no es posible», lamenta.

Adaptarse o morir

Un territorio insular como Canarias tiene que adaptarse a las inclemencias del cambio climático. La ley regional por primera vez le da la importancia que merece a la adaptación, hasta tal punto que los científicos creen que la nueva normativa y la posterior estrategia «nos pueden dar muchas alegrías», como destaca López. Pero Canarias aún tendrá que trabajar en «la asignatura pendiente» que es la gestión de riesgos climáticos. De ahí que las prioridades en este campo sean la ordenación del territorio y el diseño de infraestructuras. Ambas deberán tener en cuenta cómo afectará a las Islas la subida del nivel de mar, el aumento de temperaturas o el impacto de fenómenos extremos.

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