La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha registrado este martes cuatro casos positivos de viruela del mono, dos negativos y tres en estudio por posible diagnóstico. De este modo, ascienden a diez los casos confirmados en el archipiélago desde el inicio de la declaración de la alerta sanitaria, de los que seis se encuentran en Gran Canaria y cuatro en Tenerife.

En cuanto a los tres nuevos casos en estudio se han notificado al Centro Coordinador de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad para su análisis, correspondiéndose con dos varones y una mujer, catalogados como sospechas, que tienen una evolución favorable. De los tres nuevos casos, dos se detectaron en Gran Canaria y uno en Fuerteventura, según ha informado la Consejería regional de Sanidad en nota de prensa.

Actualmente hay tres casos probables pendientes de confirmación detectados en Gran Canaria; seis casos sospechosos, pendientes de confirmación, que han sido detectados en Gran Canaria, excepto uno en Fuerteventura; y cinco casos descartados, de los que cuatro son residentes en Gran Canaria, y uno corresponde a un turista de vacaciones en Fuerteventura.

El protocolo del Ministerio de Sanidad clasifica los casos entre probables y sospechosos dependiendo de si el paciente reúne criterios clínicos y epidemiológicos (casos probables) o si sólo presenta criterios clínicos, por lo que en tal caso lo entiende como sospechoso.

La Consejería de Sanidad recuerda que las personas que presenten síntomas compatibles con diagnóstico de viruela del mono deben llamar al 012 (928 301 012 o 922 470 012) donde se les informará de lo que deben hacer y del recurso asistencial al que dirigirse. Este servicio, recuerdan, está en funcionamiento las 24 horas del día durante todo el año.

En cuanto a los síntomas descritos suelen incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, linfadenopatías y cansancio. Añade que entre uno y cinco días después de la aparición de la fiebre se desarrolla una erupción que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo, si bien tiende a concentrarse más en la cara y las extremidades que en el tronco. Los síntomas suelen durar de dos a cuatro semanas.