En el Día Internacional de la Diversidad Biológica es de reclamo hablar de lo nuestro. Pongo el punto de mira sobre la Universidad de La Laguna, y desde allí, querida persona que lee, te llevo hasta la Facultad de Farmacia, donde si te diriges a la planta-1 del área de Botánica podrás encontrar el Herbario TFC.
Un espacio maravilloso que el prestigioso investigador y profesor emérito de la institución lagunera, Wolfredo Wilpret de la Torre puso en marcha en 1969.
Hace muchos años que, en nuestro Herbario, porque sí, es de todos, se estudian y se conservan muchísimas plantas, especialmente pertenecientes a la flora canaria. En total, entre líquenes, hongos, briófitos y plantas vasculares, más de 130.000 muestras se guardan en las colecciones del Herbario.
Y es que en sus distintas salas puedes encontrarte ejemplares de toda Canarias, pero, también, de otros países como Venezuela, México o Cuba, entre otros. Para los amantes de la biología, de la botánica y de la diversidad, en general, te puedo asegurar que este sitio es idóneo.
Te cuento que en mi reciente visita al Herbario TFC pude vislumbrar incluso una planta endémica considerada extinta. Puedes imaginarte mi emoción ante tal espectáculo, estaba contemplando un organismo que nadie ve desde hace muchísimos años y que, según los expertos, jamás volverá a encontrarse; se trata de la Normania nava, conocida como el tomatillo de Nava, un arbustillo con unas flores lilas muy bonita.
El Archipiélago posee una diversidad con respecto a su flora espectacular, y existe un lugar, reconocido internacionalmente, muy cerca de casa que aúna conocimiento del pasado, del presente y del futuro de nuestro entorno. Hoy es un buen día para recordarlo, para darlo a conocer, para visibilizar la labor investigadora que se realiza desde allí y a sus protagonistas, las científicas y los científicos que trabajan en pro de la ciudadanía a través los estudios, la educación y la investigación que allí se realiza.
Con esta sensación me marché de las dependencias del Herbario TFC después de conocer en profundidad el trabajo de la doctora en Biología y técnica del mismo, Cristina González Montelongo, que se encarga del procesado de las muestras vegetales y fúngicas desde el momento de la recolección hasta su incorporación y conservación en el Herbario y de la informatización de la colección de líquenes, talleres de Herbario para público en general, actividad docente reglada y asesoramiento para empresas privadas y públicas como pueden ser la confección de informes de impacto ambiental.
También me sorprendió la trayectoria de la profesora Marta Sansón Acedo, que ha aportado, tras más de 30 años en activo, el descubrimiento de una decena de nuevas especies de algas para la ciencia, nuevas combinaciones taxonómicas, además de las aportaciones en morfología vegetativa y reproductora. Sin duda, en la diversidad está la riqueza, y deseo que tras este sencillo recorrido la celebres sabiendo la suerte que tenemos de contar con esta instalación que pone a disposición del que lo desee un conocimiento muy valioso y con profesionales que lo hacen posible. Para ello la suma es sencilla: más financiación, más ciencia.
