La metrópolis oriental china de Shanghái anunció hoy que, tras más de mes y medio -en algunas zonas, más de dos meses- de estricto confinamiento, ha conseguido cortar las cadenas de transmisión comunitaria de la covid-19 en sus 16 distritos.

El subdirector de la Comisión Municipal de Sanidad de Shanghái, Zhao Dandan, aseguró en rueda de prensa que todos los distritos de la urbe han entrado en la fase denominada por las autoridades como "cero transmisión social", recoge el medio local The Paper.

Ese término alude a una coyuntura en la que, durante tres jornadas consecutivas, se detecte menos de un contagio entre cada 100.000 residentes de las zonas "precautorias" y "controladas", así como en las que ya han sido desconfinadas.

Las zonas "controladas" de la ciudad son aquellas urbanizaciones en las que los residentes pueden moverse por las zonas comunes, mientras que en las "precautorias" sus residentes pueden salir del complejo aunque no de los límites del distrito.

La estrategia aplicada en Shanghái ha sido la de internar en centros de confinamiento a los contagiados -sintomáticos o no- para separarlos del resto de la sociedad y que no puedan seguir transmitiendo el virus, y también aislar a sus contactos cercanos para que, en el caso de que finalmente den positivo, lo hagan cuando ya han sido apartados de su entorno.

Según los datos divulgados hoy por Zhao, de los cerca de 25 millones de habitantes de la ciudad, tan solo un 3,5 % se encuentran en las algo más de 4.000 zonas que permanecen todavía confinadas.

Por su parte, un 12 % están en las zonas "controladas", y un 78 %, en las "precautorias".

Pese a que estas últimas urbanizaciones aglutinan a la gran mayoría de la población de la megalópolis, en muchas de ellas se sigue sin poder salir de los complejos por decisión de los comités vecinales, los órganos que gobiernan las urbanizaciones.

En las últimas jornadas, las autoridades han ido desvelando sus planes de desconfinamiento ante la caída de las cifras de contagios, que hoy se situaban en 823 nuevos casos (el 91 %, asintomáticos), muy por debajo del pico de casi 28.000 registrado hace algo más de un mes.

Hasta el 21 de mayo las autoridades se centrarán en consolidar el control de los contagios, dando paso a una "transición" de regreso a las medidas habituales de prevención que se prolongará hasta que termine el mes, período en el cual se irán retomando "gradualmente" operaciones municipales como las del transporte público.

Desde el 1 de junio, Shanghái prevé entrar en una etapa de "gestión normalizada" que siente las bases para reanudar un "orden normal de producción y vida en la ciudad" antes de finales del mes.

Desde finales de febrero, Shanghái ha registrado más de 57.000 casos confirmados -es decir, sintomáticos, ya que los asintomáticos no engrosan la cifra oficial de contagiados- y un total de 576 fallecimientos.

El rebrote, provocado por la contagiosa variante ómicron, es el peor vivido en la capital financiera de China desde el inicio de la pandemia.