Cruz Roja Española ofrece diferentes servicios de apoyo en Tenerife a 1.166 ciudadanos ucranianos que tuvieron que salir de sus lugares de origen tras la invasión por parte de Rusia de su país. La presidenta provincial de la ONG, Mayte Pociello, explicó ayer que 738 de ellos están alojados en dos establecimientos hoteleros, uno en el Sur de la Isla y el otro en el Puerto de la Cruz. De esa cifra, 240 son menores de edad.
En una emergencia humanitaria como la que se vive a raíz del conflicto bélico, Cruz Roja solo está obligada a ofrecer alojamiento y alimentación. Sin embargo, aclaró la presidenta provincial, «siempre damos un poco más». En este caso, se les ofrecen clases de español, bonos de transporte y asistencia para rellenar papeles, que les ayuden en su actual circunstancia. De hecho, algunos niños ya están dentro del sistema educativo público de la Isla.
Además, Cruz Roja asume la primera asistencia de los migrantes que llegan en situación irregular por vía marítima desde la costa noroccidental africana. Tanto Pociello como el presidente regional, Antonio Rico, explicaron que este es un «asunto complejo». Si en el 2020, la ong asistió a más de 22.000 magrebíes y subsaharianos, en el 2021 esa cifra subió a unos 23.000. Y en lo que va del presente año, ya llegan a 7.400 personas llegadas en pateras, cayucos y lanchas neumáticas. Y, además, en una de las rutas más peligrosas, donde se estima que entre un 8 y un 10 por ciento de quienes intentan llegar a Europa mueren en el Atlántico.
