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Protesta

Un hostelero inicia una huelga de hambre en Valencia tras tres meses de trámites para abrir su local

El propietario del bar ha acampado a las puertas del negocio, mientras el Ayuntamiento de Xàtiva defiende que no se le ha pedido ningún requisito especial y que el establecimiento ha de cumplir normativa

El hostelero en huelga de hambre en el Mercat. PERALES IBORRA

Se llama Marcos Mariano, es el dueño del bar-cafetería Saitymercat, ubicado junto al mercado municipal de Xàtiva, y este jueves ha iniciado una huelga de hambre a la puerta de su negocio, que lleva queriendo abrir -por ahora sin éxito- desde hace tres meses después de una inversión en el acondicionamiento que cifra en 30.000 euros. Tras mantener una primera reunión con el ayuntamiento a finales de enero, su esperanza era que el establecimiento estuviera en funcionamiento en marzo, pero los obstáculos no han dejado de sucederse.

Desde el consistorio defienden que al hostelero no se le ha exigido requisito excepcional, sino los trámites habituales en este tipo de procedimiento, y niegan que haya existido cualquier tipo de trato discriminatorio por parte de los técnicos municipales. Al principio del proceso, indican, se le notificó por escrito todo lo que necesitaba para poder obtener la licencia de apertura.

En abril, el ingeniero técnico industrial municipal emitió un informe desfavorable respecto al proyecto técnico de actividad presentado por el dueño del local por no ajustarse a la normativa de aplicación tras detectar ocho deficiencias y carencias, relacionadas con cuestiones esenciales como la colocación de las puertas, la instalación eléctrica, el alumbrado, la seguridad o el sistema de ventilación. El informe también pedía al propietario que presentara diferente documentación que faltaba en el expediente relacionada con el nuevo local.

Mariano creía haber solucionado todos los requisitos normativos que le pedían y tenía todo el género a punto para abrir este fin de semana, pero nuevas exigencias han vuelto a retrasar sus planes. El bar todavía tiene que pasar la inspección por parte del organismo de control autorizado (OCA) y presentar el boletín. Ayer los técnicos municipales le indicaron que tendría que soldar y atornillar cada peldaño de la escalera que conduce a un piso superior en el local para evitar que alguien pudiera quedar atascado.

El propietario asegura que, mientras tanto, tiene que pagar 1.700 euros mensuales de alquiler, ha abonado 400 euros por los derechos de la retransmisión del fútbol sin haber podido dar ningún partido y asume 300 euros de la cuota de autónomos. "Ya no puedo más. Me sentaré fuera y hasta que no me den una solución no me moveré de aquí. Pienso llegar hasta el final", asegura el hostelero de origen canario, que ha acampado a la puerta de su establecimiento y está decidido a quedarse ahí 24 horas, noche y día. Mariano ha firmado una carta en la que se niega a que le presten asistencia sanitaria en caso de desmayo por la huelga que acaba de iniciar.

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