eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Butragueño: «Hay que cronificar la práctica de ejercicio y no la diabetes»

El experto en actividad física participa en el Congreso del Auditorio Alfredo

Kraus y defiende el beneficio de la actividad física regular sobre la salud

Javier Butragueño, en el Congreso de la Sociedad Española de Diabetes. E. D.

Javier Butragueño lo define de forma contundente: «Hay que cronificar el ejercicio y no la enfermedad». Para ello es fundamental una correcta adherencia al entrenamiento y, por ende, «conseguir encontrar la rutina de movimiento que se adapte a cada caso e intentar mantenerla el máximo tiempo posible».

Este experto en educación física, que está participando en el XXXIII Congreso de la Sociedad Española de Diabetes, que se está celebrando en la capital grancanaria, expuso que «con toda la evidencia científica que existe, no pautar ejercicio en estos momentos a una persona con diabetes tipo 2 o con riesgo de padecerla no es ético a nivel profesional».

Así de contundente se muestra Javier Butragueño, cofundador de Obesity Management School, quien aconseja pautar actividad física como ejercicio, es decir, «debemos dar pautas claras desde la parte médica sobre movimiento diario para que la persona pueda cumplirlo y se ajuste a sus necesidades y características».

Butragueño explica que hay dos factores que «influyen mucho en el seguimiento que se hace a un paciente diabético, sobre todo en el caso de los niños, el miedo y el desconocimiento. Yo entiendo que los progenitores, cuando aconsejas a los menores que hagan ejercicio físico, tengan muchos temores de que les pase algo, sobre todo porque la mayoría de ellos no conocen mucho de esta enfermedad crónica».

Y respecto a los pacientes adultos «también desconocen las enormes ventajas que les reporta hacer unos minutos de ejercicio, sobre todos aquellos que nunca lo han practicado y que solo necesitarían andar o moverse un poco, especialmente después de comer, para mejorar muchísimo su estado de salud los próximos años».

En este sentido, Javier Butragueño explicó que una de las pocas cosas buenas que «nos trajo la pandemia es el tema del ejercicio en casa; primero, porque la mayoría ya tenemos material deportivo en casa que compramos durante el confinamiento y, por otra parte, que muchos profesionales que se dedicaban a trabajar en gimnasio o a entrenar de forma particular, abrieron el melón de los entrenamientos on-line, de forma que se popularizó y esto también permitió que los precios de este tipo de entrenamientos fueran un poco más accesibles».

Según los expertos, la prescripción de ejercicio no debe ser una recomendación general, sino que conlleva informar de tipo, duración, intensidad, densidad de la misma... De ahí la importancia y trascendencia de individualizar la prescripción del ejercicio en función de la persona y su contexto.

El consejo fundamental es iniciar este abordaje con recomendaciones diarias de actividad física, convirtiéndolas en ejercicio y educando en la importancia del entrenamiento de fuerza al menos 2-3 veces a la semana para controlar las hipoglucemias. «Si la persona no conoce los motivos por los que entrena, no encontrará la motivación suficiente para entrenar, es decir, la educación en salud es fundamental en este caso», señala Butragueño.

«Lo difícil es tener la paciencia para encontrar la dosis de ejercicio adecuada», asegura este experto; a partir de ahí, continúa, «se podrá comprobar que no solo resulta esencial para controlar los valores de glucosa o la sensibilidad a la insulina, sino que el ejercicio servirá para prevenir otras posibles enfermedades derivadas a esta situación mantenida en el tiempo».

Es indispensable educar desde niños sobre la importancia del ejercicio físico y comenzar a utilizarlo como una dosis diaria de salud: comenzar con un día a la semana para introducir finalmente tres días. Como una receta deportiva básica, este experto recomienda realizar un mínimo de 42 minutos por día de actividad física, al menos en dos o tres momentos del día (después de las comidas) y dar más de 100 pasos por minuto, ajustando por edad y condición física.

Especialización

Sin embargo, como advierte él mismo, «al no tener una figura de licenciado/graduado en ciencias de la actividad física en los hospitales, se complica mucho pautar o prescribir el ejercicio». A su juicio, «el gran desafío que tenemos por delante es especializarnos en este tema para dar las mejores recomendaciones posibles basadas en la evidencia más actualizada y, por otro lado, debemos ser capaces de coordinar el trabajo en equipo entre médicos, enfermeros, fisioterapeutas y educadores físicos».

Pero la actividad regular no es solo un recurso para fomentar la salud y para evitar tomar medicación, sino que también ejerce efectos directos a nivel físico y psicológico y, si se practica en grupo, posee también un positivo impacto social. Más preocupan a los expertos las barreras psicológicas de los pacientes para practicar ejercicio; entre ellas destacan la «falta de conciencia de los pacientes de la importancia que tiene el ejercicio y el miedo a que les ocurra algo»; sin duda, «no disponer de información adecuada de cómo y qué hacer les produce incertidumbre, malestar y estrés».

Compartir el artículo

stats