Las líridas son piezas de desechos espaciales que se originan en el cometa C/1861 G1 Thatcher. Son una de las lluvias de meteoritos más antiguas conocidas, que se han observado durante más de 2.700 años, según la NASA.

La lluvia de líridas se extenderá entre el 16 y 26 de abril, pero será el próximo 22 de abril, en torno a las cinco horas de la madrugada (hora canaria) cuando alcance su mayor pico de actividad

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) detalla que las líridas tienen una tasa media de actividad de 20 meteoros por hora, y una velocidad de 49 kilómetros por segundo durante varios días. A pesar de ser una lluvia de meteoros discreta, explica el IGN, algunos años la tasa de actividad se incrementa a más de 100 meteoros por hora, pero es difícil predecir en que año se producirán estos "estallidos".

El año 2022 no será un buen año para la observación de las líridas, debido a que su momento de máxima actividad se producirá dos días antes de que la Luna alcance su fase de cuarto menguante, indica el IGN.

Máxima actividad

La máxima actividad de la lluvia se espera que tenga lugar entre el 22 y el 23 de abril, cuando "se podrán observar los meteoros en buenas condiciones desde que el radiante se sitúe por encima del horizonte (una hora después del anochecer) hasta la salida de la Luna". El IGN puntualiza que "aunque las líridas parecen venir de la constelación de Lyra (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo".

Los lugares de observación pueden ser cualquiera donde exista un cielo oscuro, aunque es preferible hacerlo en áreas con poco obstáculos como montañas, árboles y edificios. Las zonas más recomendables en Canarias para ver esta lluvia de estrellas fugaces son los alejados de las ciudades para evitar la contaminación lumínica, por lo que se aconseja estar en zonas con poca luz artificial, con en las cumbres, y con cielos despejados. "Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza cuando esta esté presente. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad" recomienda el IGN, que sugiere no utilizar instrumentos ópticos que nos limiten el campo de visión.