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Juicio por el segundo asesinato de la Pensión Padrón | Previa de las sesiones

La Fiscalía solicita 25 años de prisión al asesino de la pensión Padrón por un segundo crimen

El acusado supuestamente mató a Adoración de la Cruz en 2009 y arrojó su cuerpo a un barranco en dos maletas | Hoy arranca el juicio en su contra

El acusado, José Antonio Luis Aguiar, en un juicio por el asesinato de Ángel Bermejo en la pensión Padrón. E. D.

La Fiscalía solicita 25 años de prisión al asesino de la pensión Padrón por un segundo crimen. El juicio con Tribunal del Jurado por el segundo asesinato cometido en la pensión Padrón de Santa Cruz de Tenerife comenzará hoy, 18 de abril, después de que fuera suspendido su inicio el pasado 17 de enero por motivo de la pandemia. En este asunto, la Fiscalía solicita 25 años de prisión para el acusado, José Antonio Luis Aguiar. Este individuo fue detenido por agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional por la muerte violenta de Adoración de la Cruz V.R. en una habitación del citado edificio, situado en la Avenida Islas Canarias de la capital tinerfeña.

El arresto de Luis Aguiar por este asunto se llevó a cabo cuando ya cumplía una condena de 17 años de cárcel por la muerte violenta de otro usuario de la Pensión Padrón, el exmilitar Ángel Bermejo. El esqueleto de esta persona apareció entre dos colchones en agosto del año 2010, sin que hasta entonces nadie lo hubiera echado en falta. Ambos hechos tuvieron lugar en la misma habitación del antiguo establecimiento alojativo, la número 306. Antes de su ingreso en el centro penitenciario Tenerife II por el homicidio de Bermejo, José Antonio Luis Aguiar acumuló 33 antecedentes policiales y penales por delitos de diferentes características.

Fuerza brutal

En el escrito de calificación por el asesinato de Adoración de la Cruz, el fiscal José Miguel Castellón considera que el acusado aplicó «una fuerza brutal» y golpeó «con crueldad» y «saña» a su novia, «causándole un gran dolor y sufrimiento, que no eran necesarios» para provocarle la muerte. El conocido como «asesino de la Pensión Padrón» le rompió a la víctima cuatro costillas por cada lado, el maléolo del peroné izquierdo y un hueso en la nuca.

Además de los 25 años de prisión, el Ministerio Público solicita que Luis Aguiar indemnice a los familiares de Adoración con 300.000 euros. El asesinato está considerado como violencia machista, en la que el fiscal estima que concurren las agravantes de alevosía (la víctima no tuvo posibilidad de defensa), ensañamiento (causar un dolor innecesario a la mujer) y parentesco.

Adoración sufría una discapacidad física del 90 por ciento. La muerte de esta persona se produjo a mediados del año 2009 aproximadamente.

Su hija interpuso una denuncia por desaparición en el 2013. Como adelantó EL DÍA el 5 de noviembre del 2016, el Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional empezó a considerar en otoño del 2016 que José Antonio Luis Aguiar, toxicómano y delincuente conocido por las fuerzas de seguridad, también pudo estar implicado en la desaparición y el asesinato de Adoración de la Cruz.

El incendio

El 7 de julio del 2016 se produjo un incendio en una ladera del Barranco de Santos. Mientras los bomberos sofocaban las llamas, bajo el puente Javier de Loño (que enlaza los barrios de Salamanca y La Salud, en Santa Cruz de Tenerife), dos jóvenes se toparon con un petate dentro de otro, en el cual habían restos humanos. Los testigos avisaron a miembros de la Unipol y estos, a su vez, a la Policía Nacional.

El Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial recibió la confirmación de que los huesos pertenecían a una mujer y los investigadores trataron de vincular los mismos con la desaparición de Adoración de la Cruz.

Y es que, durante la inspección ocular de la habitación donde fue asesinado Ángel Bermejo, los agentes de la Brigada de Policía Científica encontraron restos de sangre en el techo que no correspondían a la de dicho hombre. Al analizar el ADN extraído de los huesos localizados en el petate y la muestra sanguínea del dormitorio 306 de la Pensión Padrón, se comprobó que pertenecían a la misma persona: Adoración.

Seis meses de diferencia

Desde ese momento, las pesquisas de los profesionales de Homicidios se orientaron hacia el condenado por el asesinato de Bermejo. Según los miembros de dicho Grupo de Policía Judicial, ambos asesinatos pudieron cometerse con seis meses de diferencia aproximadamente. Primero, a mediados del 2009, Luis Aguiar acabó con la vida de la mujer y, a comienzos del 2010, con Ángel Bermejo.

Uno de los pasos clave de los agentes consistió en recurrir a un científico, de forma concreta, un doctor del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), que se brindó a colaborar con los investigadores e hizo un programa específico que permitía a los agentes reducir o ampliar fotos captadas con el teléfono móvil del hoy acusado.

La aportación clave de un científico del IAC

El entonces jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, el inspector Antonio Roldán, adelantó a EL DÍA que «sabíamos que José Antonio había entrado en prisión en el 2011», por la muerte de Bermejo. Y una pregunta que se hicieron los investigadores fue si aún conservaba el teléfono que usaba a mediados del 2009. Y, efectivamente, todavía disponía de ese terminal. Los agentes se lo requisaron y, tras analizarlo, descubrieron que borró una foto el 25 de junio del 2009 (precisamente la fecha en la que se anotó el cambio de habitación de Adoración en la pensión). De dicha imagen solo se conservaba en la memoria una miniatura (denominada thumb) de muy baja calidad (excesivamente comprimida y pixelada). A expertos policiales se les pidió si podían recuperar el original y, de forma paralela, Antonio Roldán hizo gestiones en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), por si se podía hacer algo con la foto. El inspector recordó a EL DÍA que un doctor en Astrofísica se brindó a colaborar en el tratamiento y mejora del documento gráfico. Para ello, basándose en la inteligencia artifical, elaboró un programa que permitía comprimir y descomprimir las imágenes de dicho móvil. Gracias a ese esfuerzo altruista, y en base al estado de la investigación, se apreció que en la foto aparecía una persona tumbada en una cama. Los policías pudieron determinar que la víctima aparecía en la imagen metida parcialmente en un petate. Y que también se veía un cabecero y el dintel de la puerta, que coincidían plenamente con los de la habitación 306, donde se cree que José Antonio mató a Adoración y a Bermejo.

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