Nueve de cada diez niños deja de mojar la cama gracias a la fisioterapia. Se calcula que el 2% de los menores de entre 10 y 14 años sufre pérdidas de orina durante la noche, un situación cuyo término médico es enuresis nocturna. Además, alrededor del 3% de los niños y el 5,8% de las niñas de esa franja de edad padecen incontiencia urinaria durante del día.

Trastornos defecatorios y miccionales como este son un motivo de consulta frecuente en pediatría, constituyendo además hasta un 40% de las consultas de nefrourología infantil. Eso sí, en el 90% de los casos la anuresis nocturna se frena gracias la fisioterapia pelviperineal.

No obstante, este tipo de afecciones, en su mayor parte de carácter funcional, pueden ser solventadas en un 90% si se cuenta con el diagnóstico adecuado y se hace un tratamiento eficaz, según afirma la fisioterapeuta belga Els Bakker, profesional referente a nivel europeo, con un gran bagaje y experiencia profesional en el área, y que se ha desplazado a Gran Canaria para impartir un curso en la sede del Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias para actualizar los conocimientos de una quincena de colegiadas.

Debido al estilo de vida actual, gran parte de la población tiene malos hábitos miccionales y defecatorios. Desde los 2 o 3 años de edad, la que la gran mayoría de los niños y niñas adquieren el control de la micción y la defecación. No obstante, a partir de los 4 años pueden manifestarse alteraciones que dejan de considerarse normales y pueden convertirse en un grave problema psicoemocional y social si persisten durante la adolescencia.

"La mayor parte de estos problemas - un 90% aproximadamente- tiene carácter funcional", afirma Els Bakker, "solo un pequeño porcentaje, un 10%, tiene origen anatómico (malformaciones prenatales) o neurológico", resalta. Por esta razón, es importante dar un diagnóstico adecuado, saber de dónde procede el problema (si es de origen alimentario o por falta de hidratación, por malos hábitos, de tipo infeccioso, etc.) y estar seguro que fisiológicamente todo funciona bien, porque tiene un alto índice de éxito. "Solo un 3% tiene origen psicológico", destaca.

Solo el 3% de estas disfunciones son de origen psicológico

Los niños y niñas en edad escolar pueden sufrir disfunciones pelviperineales como las pérdidas de orina durante el día y la noche, el aumento de la frecuencia miccional, urgencia, estreñimiento, encopresis, dolor en la zona genital y otros trastornos funcionales. Estos niños y niñas tienden a tener dificultades de desarrollo psicoafectivo y social debido a estos problemas de salud, que empeoran con la edad y se convierten en una verdadera tortura para ellos y su familia. Muchos tienden al aislamiento, sufriendo situaciones de vergüenza, de rechazo y de trauma que condicionan su desarrollo y su calidad de vida.

El estreñimiento de origen funcional es muy común tanto en adultos como en niños. Los niños y niñas que padecen estreñimiento suelen tener un historial familiar de estreñimiento, por lo que éste parece tener un origen genético, además de funcional. Un 40% de los niños y niñas que sufren estreñimiento, además sufren incontinencia por rebosamiento o encopresis.

Dos de cada cinco niños sufre estreñimiento

La fisioterapia pelviperineal se ocupa de estas disfunciones pediátricas, abordándolas desde la esfera funcional como primera línea de tratamiento, puesto que no es dolorosa ni invasiva para los pacientes, y cuenta con evidencias científicas que respaldan su eficacia. La fisioterapia debe estar en la primera, segunda y tercera línea de tratamiento según sea funcionales o patológicos, tratando a los pacientes que padecen este tipo de trastornos.

El tratamiento empieza con la educación al niño o niña y a la familia, con técnicas comportamentales como las alarmas miccionales, los diarios defecatorios o urinarios y la toma de consciencia del funcionamiento del sistema miccional y defecatorio. Además, se trabaja la reeducación de los músculos afectados en estos trastornos, como el diafragma, el transverso abdominal y el suelo pélvico, enseñándoles buenos hábitos miccionales y reeducando la maniobra defecatoria. El biofeedback, la neuromodulación sacra, abdominal o del tibial posterior son técnicas de electroterapia que también han demostrado su eficacia.

Además de potenciar la formación continua de los fisioterapeutas expertos en suelo pélvico de Canarias en un área tan específica como esta, desde el COFC se pretende hacer un llamamiento a todas las familias, a los demás profesionales sanitarios, a las entidades públicas y privadas sanitarias así como a la comunidad educativa, planteando la posibilidad de iniciar proyectos y campañas de divulgación que fomenten la mejora en los hábitos urinarios y defecatorios infantiles, evitando y tratando las posibles disfunciones de manera temprana.