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Canarias cuenta con 189 usuarios de la pastilla para prevenir el VIH

El programa de dispensación de la pastilla de profilaxis preexposición o PrEP arrancó en junio

Canarias cuenta con 189 usuarios de la pastilla para prevenir el VIH

El Servicio Canario de Salud (SCS) dispensa en estos momentos la pastilla de profilaxis preexposición o PrEP de prevención contra el VIH (virus de la inmunodeficneica humana) a 189 canarios, a través de los centros hospitalarios de referencia de las siete islas. Una cifra que sigue en aumento tras la entrada en vigor el pasado mes de junio de este nuevo programa enmarcado en las políticas sanitarias de prevención contra el VIH.

La PrEP o Profilaxis Pre-Exposición es una herramienta biomédica que ayuda a prevenir la transmisión del VIH . Es complementaria a otras herramientas ya existentes y, en ningún caso es una herramienta sustitutiva del condón. Para que la PrEP sea efectiva se necesita la toma continuada de medicación antirretroviral en la persona VIH-negativa que se quiere proteger con esta herramienta.

Solo la Unidad de Medicina Interna del Hospital Universitario Doctor Negrín de Gran Canaria cuenta con cerca de medio centenar de usuarios de este programa. Para ello tienen con cuatro especialistas al frente del servicio que atienden y pasan consulta de forma específica en horario de tarde. 

«El perfil mayoritario diría que prácticamente el 90% son hombres jóvenes que tienen sexo con hombres y que cuentan con los requisitos que establece el Ministerio de Sanidad para la entrada en el programa preventivo de PrEP. Algún caso tenemos trabajadoras del sexo» explica el doctor Xerach Bosch, de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del citado centro hospitalario.

Requisitos

Las condiciones para poder acceder al programa, establecidas por el Ministerio de Sanidad, son que el usuario tenga más de 10 parejas sexuales al año, ser mayor de edad, que haya padecido previamente alguna enfermedad de transmisión sexual documentada, ejercer la prostitución sin métodos preventivos o que se utilicen drogas recreativas, estimulantes para el sexo.

 «El uso de drogas es una práctica que entraña un alto riesgo de contraer una enfermedad sexual. Son criterios que se están revisando continuamente por parte del ministerio de Sanidad, pero con la evidencia disponible hoy en día son estos criterios», subraya Bosch.

Es conveniente usarla combinada con otras estrategias preventivas. El uso del condón siempre es necesario. «Hay estudios que han demostrado reducciones de hasta el 80% de nuevos casos de VIH en grandes áreas metropolitanas, como puede ser París o Barcelona, siempre y cuando la población a la que se destina esté bien seleccionada, sea un perfil de riesgo y haya una adherencia al programa y un compromiso adecuado. Esta es la clave del éxito. La medicación nunca ofrece el 100%, nada lo ofrece, pero cuanto mejor se cumpla, se sigan las recomendaciones y se intente hacer de la forma más controlada, no a través de vías informales que sabemos que existen y circulan, habrá un mayor éxito y control», explica. La pastilla ha demostrado que reduce ostensiblemente la posibilidad de adquirir el VIH y es una estrategia válida pero no tiene actividad frente a otras enfermedades de transmisión sexual aunque con las actividades paralelas que se realizan en la consulta, como los análisis de sangre o el control serológico, se consigue ponerles freno a tiempo.

Las personas que inician la PrEP deben ser guiadas por los profesionales sanitarios, expertos en el manejo de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), con capacidad para aconsejarles en el proceso. Se realiza un seguimiento clínico para detectar si hay falta de adherencia, la tolerancia o las posibles complicaciones que pudieran sugerir la toma de medidas adicionales.

Seguimiento

A los usuarios se les realiza un seguimiento a las dos o cuatro semanas del inicio del tratamiento, para descartar una posible infección aguda por el VIH al inicio del programa de PrEP y valorar posibles efectos adversos. También se hace un seguimiento cada tres meses con serología del VIH, cribado de infecciones de transmisión sexual y test de embarazo en sangre en mujeres fértiles. Posteriormente, se realiza un control anual en el que se evalúa la posible continuidad de la PrEP.

«El compromiso del programa es que una vez sea aceptado y se entre para ser apto para la toma de medicación el usuario adquiere el compromiso y la responsabilidad, con el médico y el servicio de salud que prescribe este tratamiento, de acudir de forma trimestral a realizarse un control clínico y analítico despistando enfermedades de transmisión sexual prevalentes y en el caso de hallarlas ofrecerles obviamente el tratamiento que necesita para cortar esa cadena de transmisión. Es muy importante hacer estos controles porque al ser una estrategia y un compromiso bidireccional es una forma de demostrar esa adherencia», pormenoriza.

Externalización

El protocolo puesto en marcha el pasado mes de junio tiene aún detalles por pulir como es la propia dispensación de la pastilla una vez se forma parte del programa con una centralización de la misma en los centros hospitalarios. 

«Sería importante externalizar esto de los hospitales. Intentar crear unidades de consulta de transmisión sexual y prevención fuera de lo que son las consultas hospitalarias y la farmacia hospitalaria, para descongestionarlas. Creo que es una idea compartida que se debería perseguir. Opino que toda aquella persona que entre en los criterios establecidos pueda preguntar por la PrEP y tenga una accesibilidad relativamente más sencilla. Estamos empezando y nos gustaría seguir avanzando con organización y obviamente con coordinación que es necesario», añade.

Fiestas sexuales

Uno de los riesgos que están detectando es la proliferación de fiestas sexuales, conocidas como Chemsex, en las que se consumen todo tipo de estupefacientes para mantener largas sesiones de relaciones sexuales, mayoritariamente entre hombres. 

Una práctica de riesgo tanto para la transmisión de enfermedades como para el buen funcionamiento de la propia PrEP.

 «El Chemsex está infranotificado en nuestra comunidad autónoma, creo que no es una práctica exclusiva de las grandes ciudades. Conocemos que tenemos áreas de turismo de la comunidad LGTBI muy importante y sabemos que se practica pero la verdad es que cuesta bastante conseguir esta información con los casos que nos llegan a la consulta. Mezclar medicación con drogas que son psicoactivas producen grandes problemas. Obviamente el riesgo vital está ahí y hemos visto casos que han llegado al fallecimiento», señala el especialista.

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