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Dos marineros ucranianos piden asilo en Canarias tras ser abandonados por su armador ruso

El pesquero factoría ‘Hunter’ se encuentra embargado en el Puerto de Las Palmas | Los tripulantes no reciben sus salarios desde octubre

Parte de la tripulación del 'Hunter' muestra un cartel reclamando el pago de sus salarios.

Dos marineros ucranianos que forman parte de un grupo de 37 trabajadores del mar abandonados por su armador en el Puerto de Las Palmas tienen la intención de solicitar asilo en España. Los tripulantes del pesquero factoría Hunter, con bandera de conveniencia de Belice aunque propiedad de un armador residente en Moscú, denunciaron el impago reiterado de sus salarios –llevan sin cobrar desde octubre– cuando llegaron al recinto de la capital grancanaria el 19 de febrero. La mayoría de la dotación ha regresado al este de Europa, los de nacionalidad rusa a sus casas y los de Ucrania, a países fronterizos para reencontrarse con sus familias o entrar en el país y sumarse a los voluntarios civiles que combaten contra la invasión. 

El buque se encuentra en situación de embargo preventivo, según explica Gonzalo Galán, inspector en Canarias de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF). La organización ha gestionado la repatriación del resto de los tripulantes y ahora prepara la solicitud de asilo de los dos marineros ucranianos en un contexto de incertidumbre acerca de los trámites administrativos –el Gobierno ha anunciado facilidades para la gestión de los permisos de residencia y trabajo– y del pago de la deuda. 

Mientras se resuelve su situación legal en España, los dos marineros permanecen a bordo con el resto de la dotación mínima que se encarga de mantener el buque, abarloado a otro pesquero en el Muelle Grande, y no han requerido asistencia para recibir alimentos u otras provisiones. El armador ha enviado un nuevo capitán –el anterior es uno de los repatriados– y está tratando de buscar un comprador para la nave, según indica Galán. La deuda con los 37 tripulantes asciende a 260.000 euros y el Hunter no puede salir del Puerto de Las Palmas hasta que la cantidad quede completamente saldada.

Situación complicada

La invasión de Ucrania iniciada el 24 de febrero tras la orden de Vladimir Putin agrava la ya de por sí complicada situación que atraviesan las tripulaciones que se ven abandonadas por sus armadores. «En una situación normal», agrega Galán, «los tripulantes se quedan en el barco esperando a ver si cobran». La repatriación del grueso, en este caso, está motivada por la incertidumbre en torno a la evolución del conflicto. A la situación económica de los propios armadores, independiente del conflicto, se les suman las dificultades para operar con cuentas bancarias rusas tras el bloqueo de diversas entidades bancarias del sistema que facilita las transferencias internacionales. 

La deuda del propierario del buque con los tripulantes asciende a 260.000 euros

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«Es mucha la gente que no va a poder cobrar», advierte el inspector de la ITF. Además de los barcos rusos o con bandera de conveniencia vinculada a propiedad rusa, una parte considerable de la flota global depende de la fuerza de trabajo de los dos países. El 5,49% de los oficiales y el 2,84% de los marineros en todo el mundo son de nacionalidad ucraniana, porcentajes que ascienden al 8,36% y el 12,22%, respectivamente, en el caso de Rusia. Su presencia en los mares se extiende a todo tipo de buques, desde cruceros hasta portacontenedores, independientemente de la bandera o el armador. 

El 'Hunter', atracado en el Muelle Grande del Puerto de Las Palmas esta semana. JOSÉ CARLOS GUERRA

El bloqueo de los bancos está llevando a los tripulantes a reclamar el pago de sus salarios en efectivo antes de desembarcarse, de acuerdo con Galán. La Cámara Naviera Internacional (ICS), organización empresarial que congrega a más del 80% del tonelaje mercante del mundo, también ha elevado la alarma sobre la influencia que la situación de guerra puede tener en los trabajadores del sector del transporte marítimo, aún en recuperación tras los bloqueos de la pandemia. La entidad advirtió semanas atrás acerca de las complicaciones de los tripulantes para embarcar o desembarcar con los vuelos cancelados en la región y reclamó que el pago a los tripulantes debe poder seguir realizándose a través del sistema bancario mundial.

Pago de salarios

El Consejo de la Organización Marítima Internacional (IMO) también ha mantenido una reunión recientemente para abordar la situación del mar Negro y el mar de Azov. Además de condenar los ataques a la flota mercante de la Federación Rusa, el organismo de Naciones Unidas ha reclamado a los estados que aseguren fórmulas para que los tripulantes puedan recibir sus salarios y que tengan en cuenta su carácter de trabajadores esenciales para que no se restrinjan sus movimientos. 

La situación de los tripulantes del Hunter, avisa Galán, es solo la primera gota en el océano de reclamaciones que pueden comenzar a sucederse en puertos europeos cercanos a las zonas de faena habituales para las flotas rusas, como el de Las Palmas. El inspector de ITF en el Archipiélago recuerda que en 2014, la anexión de la península de Crimea por Rusia y la autoproclamación de Donetsk y Lugansk como ‘repúblicas populares’ provocaron sanciones que también afectaron a los bancos rusos y supusieron el bloqueo en el pago de salarios a tripulantes. 

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