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Día de la Mujer | Testimonios
Adriana María Cardozo Superviviente de trata y artífice de la exposición ‘La hija PUTAtiva inDESEADA’

«Mi madre me vendió a una red japonesa de trata de personas»

Adriana María Cardozo E. D.

Adriana María Cardozo Ruiz (Bogotá, 1970) es superviviente de la trata de personas con fines de explotación sexual. Una vez fuera del sistema prostitucional, Cardozo, cuyo nombre artístico es Fénix-X, presenta su exposición ‘La hija PUTAtiva inDESEADA’, hoy en el Espacio Violeta de la biblioteca de la Ulpgc, donde contará su testimonio y brindará a los asistentes una visita guiada. 

Este 8M presenta su exposición La hija PUTAtiva inDESEADA. ¿Qué se encontrarán los asistentes?

Esta es una exposición donde cuento la triste y dura realidad de mi vida, que es mi vida en la prostitución. En la muestra expongo parte de mis vivencias con el fin de visibilizar lo invisible en el contexto de la prostitución. Es mi forma de poner un granito de arena ante esta situación tan precaria.

Cada cuadro cuenta una historia…

Sí, cada cuadro cuenta una historia. Es una historia cronológica de las distintas etapas de mi vida hasta llegar a este momento. Lo iré narrando en la visita guiada de la exposición.

Es usted superviviente de la trata de personas con fines de explotación sexual. ¿Ha sido la pintura una catarsis?

Sí, fui víctima de trata y la pintura ha sido una terapia maravillosa para mí porque cuando pinto me evado de toda realidad, no pienso en el pasado, no pienso en las cosas malas, todo es color, todo es alegría, todo es inspiración. La pintura es maravillosa. El arte ha sido algo fantástico para cambiar mi vida. Es un desahogo y una transformación.

¿Cuántos años estuvo dentro del sistema prostitucional?

He estado 25 años en el mundo de la prostitución y llevo cinco años tratando de no volver, siempre lo digo, porque mi situación económica es muy difícil. Pero lucho día a día por superarme y no volver. El camino es muy difícil, pero continúo.

¿Qué la llevó a esta situación?

Todo empieza cuando tengo 16 años y me quedo embarazada. Provengo de una familia totalmente desestructurada. El papá de mi hija nos da de lado y el único apoyo que recibí de mi madre fue venderme, cuando tenía 21 años, a una red de trata de personas con fines de explotación sexual de Japón. Ella me decía que esa era la única solución que tenía de salir adelante con mi hija. Claro, eso me lo dice mi madre, la que me parió, pues yo asumí que eso es lo que debía hacer. Así comenzó mi andadura. De Japón a España y a Canarias. La respuesta a esta pregunta es mucho más larga. Lo cuento con más detalle en la exposición. Porque la historia es muchísimo más larga.

«He estado 25 años en el mundo de la prostitución y llevo cinco años tratando de no volver»

¿Cómo logró salir de la prostitución?

Yo he intentado salir de este mundo más de cinco veces. Las mujeres estamos muy cansadas, hartas y quemadas de esta situación tan denigrante y tan terrible, y nos encontramos con que la sociedad nos rechaza. Yo había considerado dejar la prostitución muchas veces, pero me daba miedo por el rechazo tan grande que sentía de la sociedad sobre mí y me daba miedo que me reconocieran y supiesen que había sido una prostituta. Y más de una vez me pasó. En ese camino conocí a un hombre maravilloso que me ayudó a dar ese empujón y salir de la calle. Tenemos carencias económicas, pero lucho por no volver a la prostitución. También gracias al tratamiento psicológico que recibo desde hace cinco años en el Centro Lugo (Cáritas) que me ayuda a salir adelante.

España es el tercer país del mundo en consumo de prostitución, ¿a qué cree que se debe?

Lo que debería haber es una prevención, donde se les eduque a los hombres, desde muy pequeños, unos valores. Porque si tienen una educación de calidad, se pueden prevenir estas cosas. Así como que los padres aprendan a educar a sus hijos y entiendan que ellos, los hombres, nacieron de una mujer. Y que a una mujer no se le maltrata en ninguno de los sentidos. Sea lo que la mujer sea. Lo más importante es la educación para prevenir futuros puteros en España.

 En nuestro país la prostitución está en un limbo legal; sin embargo, se ha hablado desde el Parlamento de su legalización. ¿Usted aboga por la legalización o por la abolición?

Esta es una pregunta muy difícil de contestar. Yo creo en la abolición con muchísimos matices. Debería haber un plan muy grande del Gobierno para que, si algún día se llega a abolir la prostitución, las mujeres tengan oportunidades de empleo y de estudios. Oportunidades de empleo sin que la sociedad nos rechace ni nos miren u observen como bichos raros, porque somos personas como todo el mundo. No somos diferentes. Si tuviéramos oportunidades y si hubiese un gran plan de Gobierno para ayudarnos a salir de esta situación tan horrible, no existiría prostitución. Porque la prostitución existe por la falta de oportunidades, por la falta de trabajo, por la falta de que la sociedad nos acoja. Yo no pierdo la esperanza de que eso algún día se pueda cumplir.

 Si no hubiese demanda, no habría prostitución…

Creo que no habría demanda si no hubiese prostitutas para dar respuesta a esa demanda. Como dije antes, si hubiese un plan para nosotras con empleo, formación, subvenciones, no tendríamos que recurrir a la calle. Pero si nos relegan al olvido y miran para otro lado, entonces seguirá habiendo prostitutas y demanda. Mientras las mujeres sigan teniendo necesidades económicas para sobrevivir y los hombres sigan viendo normal comprar cuerpos de mujeres, seguirá habiendo demanda.

¿Cree que el consumo de pornografía es la causa de que cada vez los compradores de sexo sean más jóvenes?

Sí, creo que tiene mucho que ver, pero no es la única razón para que sean tan precoces para consumir prostitución. Vuelvo a insistir en la educación desde muy pequeños. En darle un valor a la mujer. Pero falta educación en los padres, en los institutos y en muchas cosas. Además, los jóvenes están conociendo la sexualidad con vídeos pornográficos donde se fomenta la violencia hacia la mujer y el placer masculino. Por tanto, ellos van buscando eso en sus relaciones con las mujeres. 

Por tanto, es necesario e imprescindible, hablar en los centros educativos de este tipo de violencia hacia la mujer y del verdadero significado de comprar cuerpos…

Claro que sí. Es fundamental y muy importante, debería ser una asignatura más, así fuera una vez por semana, para que los jóvenes no cometan tantos errores como cometí yo. Yo he dado charlas en algunos institutos y han tenido una acogida tremenda. Las chicas se emocionan y me felicitan y me abrazan y me preguntan. La juventud tiene ganas de saber y de que alguien los oriente, porque a veces no sabemos qué camino coger. Eso es algo fundamental y yo estoy encantada de poder dar estar charlas en los institutos.

Desde la sociedad, ¿cómo podemos ayudar a una mujer que sale de este contexto?

Pues no mostrando ni rechazo ni discriminación por su situación o circunstancias pasadas. No haciendo juicios, sino ayudándola a superar todos sus traumas. Esto se consigue brindándoles apoyo social, laboral y psicológico, porque todas las mujeres en situación de prostitución lo necesitamos. Pero, a día de hoy, esto no se da. Y no podemos olvidar que es un derecho. Cuando tú estás en riesgo de exclusión es un derecho que te ayuden ¿no? Igual que tener una educación y una vivienda digna cuando estás en riesgo de exclusión y encima tienes hijos. Así podría ayudarnos la sociedad. Dándonos un empujoncito para poder salir de la calle. Pero lo veo como una utopía, porque el dinero que genera la prostitución es de cinco millones de euros al 

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