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Una potencial mina de tierras raras duerme bajo Canarias

Una investigación liderada por científicos de las universidades públicas canarias ocupa la portada del número de marzo del National Geographic

Los investigadores de la ULL, Jorge Méndez y Pablo Acosta, convierten el infrarrojo en luz visible mediante tierras raras. Andrés Gutiérrez

Canarias alberga una potencial mina de tierras raras que podría contribuir, entre otras cosas, a la transición ecológica isleña. Un grupo de investigadores de ambas universidades públicas ha hallado «indicios muy potentes» de altas concentraciones de tierras raras que pudieran ser susceptibles de explotarse industrialmente.

«En Fuerteventura hemos encontrado hasta 10 kilos por cada tonelada de roca bruta», reseña el físico de la Universidad de La Laguna (ULL), Jorge Méndez. Esto supone «100 veces más que lo que tiene cualquier roca normal». Las rocas más ricas en estos elementos químicos en la isla son las llamadas «carbonatitas», solo presentes en esta isla debido a su antigüedad geológica. En los montes submarinos de Amanay, Banquete y Concepción, cercanos a Fuerteventura y Lanzarote, también han encontrado algunas rocas sedimentarias que contienen estos minerales. 

 Los recursos minerales de este «oro tecnológico» ocultos en algunas zonas de Canarias se han ganado un espacio en el número de marzo de la revista especializada National Geographic, que se ha hecho eco de la investigación que las dos universidades canarias llevan diez años llevando a cabo para esclarecer qué minerales contienen recursos potencialmente explotables para las Islas. 

Portada de National Geographic de marzo.

Portada de National Geographic de marzo. El Día

Tanto Jorge Méndez como el geólogo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), José Mangas, han sido los responsables, con su investigación de más de una década, de mostrar la importancia de la ciencia que se realiza en las Islas así como las aplicaciones que esta puede tener en su futuro desarrollo de las energías limpias. Su investigación se enmarca en el proyecto Magec-Reesearch ( Materiales para una Avanzada Generación de Energía en Canarias y exploración de tierras raras), en el que también participan el oceanógrafo Jesús Rivera del Instituto Español de Oceanografía (IEO), y el geólogo, Marc Campeny, del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona.

Un pedazo de tierra rara vista en un láser de luz infrarroja. Andrés Gutiérrez

Las tierras raras son los elementos más preciados del planeta, dado que de ellas depende el liderazgo en materia de comunicaciones o con respecto a la transición ecológica. Este conjunto de 17 elementos químicos, conocidos como lantánidos (que aparecen representados en el bloque separado de la tabla periódica) tienen características comunes: emiten luz y producen magnetismo. Las tierras raras se han convertido una pieza fundamental para la creación de teléfonos móviles (la pantalla de un iPhone contiene 8 tipos de tierras raras), para permitir la comunicación a través de fibra óptica o para dar vida a los vehículos eléctricos. 

En Fuerteventura se encuentra 100 veces más tierras raras que en cualquier roca normal del mundo

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Estos materiales se encuentran en todo el mundo almacenadas en pequeñas cantidades en distintos tipos de rocas. Sin embargo, su distribución es muy desigual. Existen zonas donde se pueden hallar concentraciones de hasta 60 kilogramos de tierras raras por cada tonelada de roca y otros en los que apenas se encuentran 100 gramos en cada tonelada. «Lo equivalente a una lata de sardinas en una camioneta llena de rocas», resalta Méndez. El lugar del mundo que ha sido bendecido con una cantidad suficiente de estos elementos químicos para ser explotado es China.

«Hace diez años China acaparaba el 98% de la demanda mundial de tierras raras», explica Méndez. Sin embargo, su liderazgo absoluto se debilita a medida que se van encontrando posibles «minas» en Australia, algunos países africanos y Estados Unidos. Hasta 2024, el grupo de investigación desarrollará un proyecto – financiado entre el Ministerio de Ciencia y la Agencia Canaria de Investigación (ACIISI)– para obtener información geológica sobre Tenerife, La Gomera, El Hierro y La Palma. Al tratarse islas más jóvenes, puede que no se encuentre lo mismo que en Fuerteventura, sin embargo, como destaca Méndez, «es cuestión de investigar». «Estamos aportando conocimiento», resalta el físico, que insiste que depende del Gobierno y la sociedad que sea explotado finalmente o no. 

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