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MWC 2022

Inclusión femenina, el reto pendiente del Mobile World Congress

Un 35% de los ponentes del congreso serán mujeres, muy lejos de la paridad y reflejo de una industria muy masculinizada que acumula escándalos machistas

Un stand en el MWC.

Esta próxima semana, el Mobile World Congress (MWC) regresa a Barcelona y l’Hospitalet de Llobregat con la promesa de empezar a recuperar la normalidad prepandémica. Sin embargo, y más allá de lo que se refiere a cifras de asistentes e impacto económico, antes de la irrupción del coronavirus la normalidad en el sector tecnológico arrastraba un gran problema: la falta de inclusión de las mujeres.

En la edición que arranca el lunes, el congreso tecnológico reunirá a más de 1.000 ponentes de más de 150 países, de los cuales tan solo el 35% serán mujeres, aún muy lejos de la paridad de género. Aunque pueda no parecerlo, esa cifra es un pequeño avance. En 2019, el año previo a la crisis sanitaria, solo un 23% de los asistentes fueron mujeres, una cifra que en 2014 no llegaba ni al 10%. La falta de presencia femenina en las principales charlas de la feria contrastaba con unos pabellones comerciales llenos de azafatas para atender a los congresistas.

La importante disparidad de género y la poca representación femenina es un reto del que el Mobile es consciente. “Aún nos queda un largo camino por recorrer”, explicaba el año pasado a este diario John Hoffman, director ejecutivo de GSMA, organizadora del evento.

Un sector muy masculinizado

Ese reto no es tan sólo para el MWC, sino para toda la industria tecnológica. Y es que el congreso que acoge la capital catalana arrastra una problemática estructural de un sector eminentemente masculino. Piensa en grandes empresas de telecomunicaciones, telefonía móvil, redes sociales u otros ámbitos tecnológicos. ¿Te viene el nombre de alguna presidenta o directora ejecutiva a la cabeza? El problema no es tuyo.

En Estados Unidos, potencia tecnológica, las mujeres suponen actualmente tan solo el 26,7% de los trabajadores del sector. Esas cifras aún están lejos de la paridad, pero también es cierto que en los últimos años se ha caminado hacia una mayor inclusión. El año pasado la proporción de mujeres en puestos directivos en empresas tecnológicas llegó al 10,9%, un aumento de casi el 4% que hace pensar en que ese progreso pueda normalizarse. Esa brecha de género también se nota en España, donde las mujeres suponen un 23% de las personas que trabajan en compañías de tecnología y telecomunicaciones mientras que un 11,5% de cargos de liderazgo.

Para más inri, la tradicional masculinización del sector ha llevado a múltiples casos de escándalos por acoso sexual y trato denigrante en esos entornos de trabajo. Una investigación sobre el sexismo en la industria publicada en 2020 señalaba que hasta un 40% de las mujeres habían vivido situaciones de hostigamiento laboral. En los últimos años se han destapado denuncias de mujeres en grandes compañías como Google o el gigante de los videojuegos Activision Blizzard (recientemente adquirido por Microsoft) que van desde las actitudes machistas a incluso violaciones. Eso ha hecho que, en EEUU, las mujeres opten mucho más que los hombres a dejar sus puestos de trabajo.

Para tratar de paliar esa problemática que arrastra desde hace años el sector, el Mobile ha ampliado su programa de inclusión, ahora bajo el nombre Diversity4Tech, que aboga por una mayor representatividad de las mujeres en el ámbito digital. Las consecuencias de ampliar esa brecha no son solo sociales. La Fundación World Wide Web señaló que la falta de paridad dificulta el crecimiento económico y calculó que en 2020 supuso la pérdida de hasta 126.000 millones de dólares en el PIB de 32 países.

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