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Naufragio

“No quiero que Edu vuelva al mar, pero seguro que lo hará”

Los supervivientes del naufragio del 'Vila de Pitanxo' buscan tranquilidad en sus primeras horas en tierra

Eduardo Rial, a la salida de su vivienda.

Donón, la aldea de la parroquia de O Hío de la que son vecinos dos de los tres supervivientes del naufragio del Villa de Pitanxo, amanecía ayer en paz después de que el patrón Juan Padín y su sobrino, Eduardo Rial, llegasen a sus casas de madrugada tras aterrizar pasada la medianoche en el aeropuerto de Santiago de Compostela. Sin embargo, a primera hora de la mañana ya no estaban en sus domicilios, pues acudieron a Marín para reunirse con responsables de la casa armadora. Es más, no regresaron a sus casas a lo largo de todo el día.

Sara Prieto, entrando en su casa. Gonzalo Núñez

Fue la pareja de Eduardo Rial, Sara Prieto, la que contó cómo fueron las primeras sensaciones de uno de los supervivientes después de la tragedia que conmocionó a toda Galicia. “Prefiero no hablar mucho hasta que Edu me cuente bien lo que ocurrió”, decía a media mañana. Sobre el estado de su pareja reconoció que “está bastante afectado”.

Sara Prieto, en su primer día desde que Eduardo regresó a casa, optó por una jornada de recogimiento en casa ante la presencia de medios de comunicación en el exterior, aunque sí salió con sus dos mascotas a pasear un par de veces por el entorno de la conocida Caracola de la Costa da Vela. Asegura que “físicamente está bien. Llegó sin problemas físicos”, señaló dejando entrever que las consecuencias de la tragedia son más de tipo anímico. “No tuvimos mucho tiempo para hablar, de todas formas, porque llegó muy tarde. A ver cómo se encuentra una vez que pasen los días”. Sara Prieto tiene claras sus intenciones: “Yo no quiero que vuelva al mar”. De todas formas señala que “sé cómo es Eduardo y sé que va a volver. Lo tengo claro”.

Unos 200 metros separan la casa de Eduardo y la de Juan Padín, en donde apenas se registraron movimientos a lo largo de toda la jornada con el patrón en contacto con la casa armadora.

La hermana del patrón y madre de Eduardo Rial, Gloria Padín, se mostró contrariada por la expectación que atrae todo lo relacionado con el hundimiento y fueron escasas sus salidas a la vía pública a lo largo del martes. “Los familiares de los que sobrevivieron sentimos mucho dolor. Lo único que pedimos es que reactiven la búsqueda de los otros compañeros de mi hijo”.

La reanudación ayer de la búsqueda gracias a la flota gallega y portuguesa abre una nueva esperanza para los familiares de los desaparecidos, que por lo menos quieren poder llorar el cuerpo de los que sufrieron el naufragio.

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