El jurista Pedro Valentín de Pablo Contreras, el comisario de arte Serge Fauchereau y la bióloga molecular Margarita Salas Falgueras fueron investidos como doctores Honoris Causa de la Universidad de La Laguna (ULL) en un acto celebrado en el Paraninfo de La Laguna y que fue definido por la rectora de la institución académica, Rosa Aguilar Chinea, como un «ejemplo del pluralismo académico» puesto que los protagonistas de la jornada eran representantes de las Ciencias Sociales y Jurídicas, las Humanidades y las Ciencias de la Salud, tres de las cinco ramas de conocimiento que se encuentran presentes en la institución.
Con esta investidura, Margarita Salas se convirtió en la segunda mujer, después de María Rosa Alonso, en recibir esta distinción. Sin embargo, se hizo con el título de doctora Honoris Causa a título póstumo ya que falleció meses después de que la ULL aprobara su investidura. En este sentido, la rectora dijo que «estas distinciones no agasajan solo a la persona, sino a toda su trayectoria científica» y añadió que «es evidente que el legado científico de la profesora Salas va a seguir vigente las próximas décadas», a pesar de su ausencia.
La bióloga molecular Margarita Salas falleció después de que la ULL aprobara su investidura
La catedrática de Derecho Civil Elena Sánchez Jordán se encargó de leer la laudatio de Pedro Valentín de Pablo Contreras quien, durante su discurso de aceptación reflexionó sobre la autonomía universitaria y la libertad de cátedra. De Pablo Contreras, recordó Jordán, ha sido capaz a lo largo de su carrera de despertar «las vocaciones de quienes hoy representan el grueso del área de Derecho Civil» en la ULL. El jurista es además autor de uno de los manuales de referencia de su disciplina y ha dirigido diez tesis doctorales, cinco de ellas de profesorado de la Universidad. Ha pertenecido durante dos décadas al Consejo Consultivo de la Comunidad Autónoma de La Rioja e incluso ha sido asesor del Gobierno de Navarra.
Pedro Valentín de Pablo Contreras recordó durante su intervención que la libertad de cátedra es un derecho fundamental recogido en la Constitución, el cual concurre con la autonomía universitaria. Con todo, planteó sus dudas: «¿Podría un profesor negarse a dar la asignatura asignada o exigir dar un temario elegido por él?».
Por su parte, la catedrática de Historia del Arte María Isabel Navarro Segura se refirió a los méritos de Serge Faucherau y justificó su reconocimiento honorario por la labor que ha realizado para dar a conocer internacionalmente las artes y la literatura de Canarias. De origen francés, su relación con el Archipiélago se remonta a la década de 1980, y a lo largo de este tiempo ha asesorado a instituciones como el Centro Atlántico de Arte Moderno de Gran Canaria. Fauchereau ha impartido literatura americana en las universidades de Nueva York y Austin, en Estados Unidos, y ha sido comisario de exposiciones internacionales en el Centre Pompidou (París), la Kunsthalle (Bonn), la Tate Modern (Londres) o el Museo Reina Sofía de Madrid.
Durante su intervención, Serge Faucherau resumió su relación con Canarias y reconoció su total desconocimiento del territorio insular cuando hace unos 30 años adquirió una segunda residencia en el Archipiélago. Aunque su aproximación a Canarias estuvo mediatizada por los surrealistas en un comienzo, con los años ha ampliado su visión sobre la cultura canaria y concluyó que la «canariedad» que le sedujo es difícil de definir, «pero existe, y los canarios lo saben bien».
La rectora afirma que «la academia debe reivindicarse como faro del conocimiento»
Por último, la profesora titular del área de Fisiología Teresa Giráldez se encargó de leer la laudatio a título póstumo de Margarita Salas Falgueras. La trayectoria de la recién investida doctora Honoris Causa comenzó con su licenciatura en Química en 1960. Desde ese momento protagonizó una fecunda y ambiciosa carrera y fue pionera de la biología molecular y llegó incluso a ser directora, hasta su fallecimiento, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.
Después de la ceremonia en la que fueron investidos los nuevos doctores Honoris Causa, la rectora de la ULL ofreció un breve discurso en el que destacó el papel de la universidad en los actuales tiempos confusos: «La academia debe reivindicarse como faro del conocimiento que es. Pese a que ya estamos bien entrados en el siglo XXI, vemos con estupor cómo las pseudociencias y las noticias falsas siguen expandiéndose entre la población». Del mismo modo, señaló que, en ese contexto, lo «académico» ha empezado a utilizarse como epíteto peyorativo. «Es por eso que, hoy más que nunca, las universidades debemos alzar la voz y hacer valer la rigurosidad académica, el método científico y el trabajo intelectual», concluyó Rosa Aguilar. La ceremonia finalizó con unas breves palabras de la rectora en las que dio la bienvenida al Claustro de la Universidad de La Laguna a los nuevos doctores Honoris Causa, así como con la actuación del flautista Ayoze Tornero Hernández.
