La sexta ola de coronavirus en Canarias ha acabado mostrando el descontento que los profesionales de Atención Primaria llevan arrastrando desde hace años. Enfermeros y fisioterapeutas han sido los primeros en salir a reivindicar su trabajo y exigir unas mejoras laborales que van desde un aumento del personal hasta aumentar las plazas de alumnado en las universidades y aplicar mejoras retributivas para que su labor tuviera la misma compensación económica que en los países de nuestro entorno. Los profesionales, que ayer se congregaron en pequeñas concentraciones a las puertas de los centros de salud de Canarias, piden ante todo "planificación" para poder dar respuesta a las necesidades de la población en el futuro.
A día de hoy la sanidad pública canaria arrastra un déficit de 2.000 enfermeras y 700 fisioterapeutas. Ante una situación que ha estado prolongándose - y agravándose- durante casi 20 años, y comprobando que las respuestas de la Administración no hacen más que demorarse, los profesionales han decidido salir a las calles hasta conseguir que sus condiciones laborales mejoren.
El sindicato ha convocado una nueva movilización para el 24 de febrero
La de ayer fue la primera de las jornadas de este ciclo de reivindicaciones. La que le seguirá será la que se realizará el 24 de febrero en los hospitales, que reivindicarán un aumento de la contratación para que se pueda afrontar la atención sin necesidad de hurtar tiempo de descanso con continuos doblajes o repetidos turnos en noches y fines de semana.
Estas movilizaciones no esperaban tener una alta afluencia. "En una situación como la actual no nos planteamos sacar a todos los trabajadores de Atención Primaria, nuestro objetivo está en hacer concentraciones pequeñas con algunos delegados y voluntarios en cada centro", explicó el secretario general del sindicato de enfermería Satse en Canarias, Leopoldo Cejas. De hecho, en la jornada de ayer, en el céntrico centro de salud Doctor Guigou de Santa Cruz de Tenerife, acudieron una veintena de personas. Al contrario, esta movilización estaba organizada para ser, de momento, "una llamada de atención". "Queremos que se note que la gente está molesta por la gestión que se está realizando y se empiece a planificar mejor", recalcó Cejas.
La exigencia principal de los enfermeros y fisioterapeutas es "apostar de forma definitiva por un aumento real de la plantilla". Para ello, sin embargo, consideran que se requiere un cambio profundo que empieza en la universidad. "Las universidades y la Consejería de Sanidad se deben poner de acuerdo para aumentar el cupo de nuevos alumnos progresivamente", insiste Cejas, que cree que tendría que aumentar la capacidad formativa entre un 15 y un 20% para dar respuesta a las demandas sociales. "Cada año se gradúan 500 enfermeros nuevos en Canarias, pero se jubilan o abandonan la profesión 700, por lo que estamos muy justos", resalta el secretario general.
Para planificar correctamente el aumento de personal, el sindicato apuesta por sacar adelante la Ley de Seguridad del Paciente. Una vez entrara en vigor esta normativa, se podría vigilar si se cumplen los estándares de plantilla en todos los centros de salud y hospitales de España, y así se podría "determinar dónde hacen falta" más profesionales.
