La entrada en vigor durante la jornada de hoy del decreto del Consejo de Gobierno por el que deja de ser obligatorio el uso de la mascarilla en espacios exteriores en los que se respete la distancia de seguridad y no haya aglomeraciones generó dudas entre alumnos, padres o tutores, así como en profesores y equipos directivos sobre su aplicación en colegios e institutos. El Gobierno de Canarias aclara que el protector deja de ser obligatorio en patios, canchas deportivas al aire libre y otros lugares abiertos destinados al recreo. Sin embargo, el Ejecutivo autónomo matiza que «se debe continuar con la sectorización establecida en los planes de contingencia de cada centro». Además, afirma que se tendrá especial atención a la prevención del estigma sobre las personas que mantengan de forma voluntaria el uso de la mascarilla en situaciones de no obligatoriedad, «fomentando el respeto a la diversidad».
Para todos los menores con más de seis años, la mascarilla sigue siendo obligatoria en las aulas y en el interior de los edificios, así como dentro de los vehículos de transporte colectivo. En las entradas y salidas de los centros se recomienda mantener el uso cuando no se puedan evitar las aglomeraciones.
Los alumnos deben llevar un «estuche» para guardarla si no la llevan y evitar una fuente de contagios
La consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Manuela de Armas Rodríguez, remitió en la jornada de ayer una circular a todos los colegios e institutos. Y los equipos directivos de los centros, a su vez, remitieron la misma a los padres de alumnos con el objetivo de evitar, en la medida de lo posible, cualquier malentendido sobre la nueva situación que se genera desde este jueves.
Un elemento clave consiste en que, durante los recreos, se mantengan los denominados grupos burbuja, gracias a los cuales los alumnos de una clase no tienen contacto con los de otras, al menos mientras se encuentran en el interior del centro educativo.