La aviación privada sigue reinando en los tres aeropuertos del archipiélago, con 32.566 vuelos el año pasado, lo que se traduce en que cada día 89 jets privados aterrizan o despegan en Baleares. Crece a pasos de gigante de espaldas a la pandemia. O precisamente por ella: los viajes a bordo de aeronaves exclusivas se multiplican mientras el tráfico regular sigue a trancas y barrancas su recuperación.
Solo en Son Sant Joan se ha duplicado el número de operaciones en aviones exclusivos, con más de 16.000 en todo 2021, frente a los poco más de 8.000 aterrizajes y despegues en el primer año de la pandemia, 2020.
Tal nivel de movimientos de aviación ejecutiva supone que de media en el aeropuerto de Mallorca se producen 45 salidas o llegadas de jets por día. Desde que empezó la crisis sanitaria y con ella las restricciones a la movilidad y una drástica caída de las conexiones aéreas que poco a poco se van recuperando, Son Sant Joan ha adelantado al aeropuerto de Ibiza, que en 2019 lideraba el tráfico en la aviación privada en la comunidad balear.
Según los datos facilitados por Aena (solo relativos al número de operaciones de aviación ejecutiva, sin añadir el tráfico de pasajeros), en 2021 el aeropuerto de Mallorca ha sumado 16.371 movimientos de jets. En 2020 en la isla se llegó a 8.395 aterrizajes y despegues, en ese primer año marcado por el inicio de la crisis de la covid, que dejó los aeropuertos cerrados y vacíos sobre todo desde mediados de marzo hasta mayo.
Un año antes, en 2019, sin pandemia, la actividad de aviación privada supuso 10.532 movimientos en Son Sant Joan. Es decir, por jornada se registraban 29 salidas o llegadas a bordo de estos aviones en la isla.
También Ibiza ha experimentado un auge inusitado en el tráfico de jets exclusivos.
El año pasado el gestor aeroportuario da cuenta de 14.281 movimientos en el aeropuerto ibicenco, es decir cada día de 2021 hubo 39 salidas o llegadas de pasajeros a bordo de aviones privados. Esos datos suponen que, como en Mallorca, se han multiplicado por dos las operaciones respecto a 2020, cuando se alcanzaron 7.494 en este aeródromo.
Antes de la pandemia la Pitiüsa mayor era la que concentraba mayor número de vuelos privados en todo el archipiélago, por delante de Mallorca, en 2019 sumó 11.284 movimientos.
El aeropuerto de Mahón tampoco es ajeno al incremento del tráfico de la aviación ejecutiva. Aunque las operaciones no llegaron a dos millares el año pasado —Aena registró 1.914 despegues y aterrizajes, a razón de 5 cada día— en Menorca cada vez es mayor el peso de los aviones exclusivos. Antes de la crisis, en 2019, los movimientos de jets privados ascendieron a 1.156.
Bum en temporada alta
Los vuelos privados se mantienen durante todo el año en las islas. Desde Semana Santa hasta octubre en Son Sant Joan su tráfico no baja del millar de operaciones. Con todo, es en la temporada alta cuando se produce el gran bum: el pasado julio se alcanzaron 2.568 movimientos en el aeropuerto de Mallorca, 85 de media diaria. Y en el de Ibiza se llegó al récord en el archipiélago: 3.103 operaciones, más de un centenar cada jornada de julio.
La seguridad que supone viajar a bordo de un avión exclusivo, sin escalas, ni aglomeraciones ni en la terminal ni dentro de la aeronave ha sido clave desde el punto de vista sanitario para el incremento del tráfico en las terminales ejecutivas. Razón también que ha influido en la recuperación de la aviación privada, superando con creces los parámetros que regían antes de la crisis sanitaria en el archipiélago.
Por contra, el tráfico regular todavía no alcanza las cifras de 2019 en ninguno de los tres aeropuertos, el de Mahón ya ha llegado al 83% de las operaciones y el 66,5% de pasajeros del año prepandemia, el de Ibiza al 82% de movimientos y 59,5% de viajeros, mientras que el de Mallorca todavía solo ha recuperado el 65% de los aterrizajes y despegues y el 49% de pasajeros,14,5 millones de viajeros.
