Después de una semana exigiendo que se establezca un sistema de docencia semipresencial con clases virtuales en la Universidad de La Laguna (ULL) ante el aumento de casos de covid en Tenerife, varios alumnos denunciaron el incumplimiento de las medidas de seguridad sanitarias en las aulas. Son varias las facultades que dicen estar incumpliendo los protocolos sanitarios En concreto, el estudiantado del grado de Filología-Estudios Ingleses mostró fotografías donde se puede apreciar que no se cumple la distancia de seguridad y no se respeta tampoco el aforo reducido.
Mientras las clases se desarrollan con aparente normalidad, varios grupos de estudiantes iniciaron a comienzos de semana una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma change.org para solicitar a la institución académica que permitiera la docencia virtual y evitar así el desplazamiento masivo de estudiantes cada día a los campus universitarios y el hacinamiento en las aulas.
Evitar el aumento de los contagios es, por tanto, la premisa de todos estos estudiantes que quieren que la ULL cambie de escenario para que no haya clases presenciales. Aunque la institución académica decidió adelantar el inicio de las vacaciones navideñas el pasado mes de diciembre, cuando comenzó a crecer el ritmo de contagios en Tenerife, siempre defendió que el curso se retomaría tras el parón navideño de manera presencial, al igual que en el resto de universidades del país.
Los universitarios sostienen que Tenerife se encuentra «en un clima menos favorable, con más incidencia y más contagios por día» lo que, unido a las complicadas situaciones que se producen en algunas aulas estos días, los lleva a solicitar una vez más el cambio de escenario para que la docencia se ofrezca, o bien de manera semipresencial, o directamente de forma virtual. Entre las quejas de los alumnos se encuentra que no se respeta siempre la distancia interpersonal de seguridad mínima recomendada por las autoridades sanitarias, no hay desinfección de asientos, y a veces se ven alumnos sin mascarillas en interiores. Es, además, una realidad que se viene repitiendo desde el inicio del curso académico por lo que los alumnos aseguran que es imposible «garantizar la seguridad de los estudiantes”.
