Los colegios oficiales de Médicos de Santa Cruz de Tenerife y de Las Palmas coinciden en la inestabilidad laboral que afecta a casi la mitad de los médicos que trabajan en la Sanidad Pública en Canarias. Y este problema, que se ha ido agravando durante más de una década, según los citados órganos, junto a la falta de suficientes profesionales o la carencia de adecuadas infraestructuras o recursos técnicos, se ha puesto de manifiesto con la evolución de la pandemia en las últimas semanas y meses. Por ese motivo, el presidente del Colegio de Tenerife, Rodrigo Martín, exige que la Consejería de Sanidad aplique un Plan de Urgencia en Atención Primaria y hospitales.
Martín asegura que los responsables del área sanitaria en el Gobierno de Canarias deben consensuar ese proyecto con los representantes de los médicos que han sido elegidos de forma democrática en las provincias de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas. En esa línea, Rodrigo Martín recuerda la importancia de que las autoridades sanitarias del Archipiélago tengan en cuenta las aportaciones de los médicos que tienen "actividad clínica", es decir, quienes trabajan en centros de salud, urgencias y complejos hospitalarios, que son quienes mejor conocen la realidad generada por la expansión del covid-19. Es decir, el presidente del Colegio de Santa Cruz de Tenerife plantea que la Consejería de Sanidad no solo atienda a las recomendaciones que hacen "los expertos", que plantean acciones desde "la teoría".
Para Martín, la Sanidad Pública, en Atención Primaria y Hospitalaria, tiene "problemas crónicos y está saturada". Manifiesta que existe una clara "desproporción entre el personal sanitario, las infraestructuras y los recursos técnicos con respecto a la población" en todas las Islas, pero principalmente en Tenerife, que es el territorio que más contagiados acumula desde el comienzo de la pandemia. Esa presión sobre el personal médico en las últimas semanas ha provocado casos de "depresión, tensión, estrés, que va a más", explica.
«En todo el Archipiélago hacen falta cientos de médicos en centros de la Sanidad Pública»
Otro de los planteamientos del órgano colegiado consiste en "desburocratizar" la labor de los profesionales médicos, con el objetivo de que se centren en la atención a los pacientes. Pero Martín defiende de que en este apartado se apliquen "medidas efectivas, prácticas y que sirvan de verdad". El presidente del Colegio de Santa Cruz de Tenerife señala que el programa para la renovación automática de las recetas de medicamentos "ha funcionado fatal". Indica que "han cambiado el sistema para facilitar el trámite y se ha empeorado más".
Pero también se muestra crítico con otras opciones. Por ejemplo, Martín se pregunta: "¿Cómo se va a dar una baja o un alta laboral a un trabajador sin que lo vea un médico?" En este ámbito, defiende que esa función corresponde solo a los médicos y no se debería otorgar, por ejemplo, en una farmacia. También se plantea cómo se puede generalizar que una persona pueda dejar de estar aislada siete días después de tener conocimiento del positivo. Según Rodrigo Martín, esta medida puede servir para unas personas, pero no para otras; y quien debe determinar una opción u otra es un médico.
Según el presidente del Colegio de Santa Cruz de Tenerife, los profesionales de Atención Primaria, Urgencias u Hospitales llaman a dicha entidad para informar de los problemas cotidianos a los que se enfrentan, por lo que existe información de primera mano y las soluciones deben consensuarse con la referida institución.
Pedro Cabrera, presidente del Colegio de Las Palmas, opina que las políticas laborales desacertadas comenzaron a raíz de la crisis financiera del 2007, cuando comenzaron "unas medidas de ahorro a ultranza", con las que supuestamente se empezaron a "resentir" las condiciones de los médicos. Una de ellas fue una normativa que solo permitía cubrir las plazas del diez por ciento de los profesionales que se jubilaban, según Cabrera.
Si hasta hace unos 14 años, predrominaban los médicos contratados como "personal estatutario" (figura similar a la de funcionario), tras ganar un concurso oposición, desde ese momento "más del 50 por ciento de las plantillas tienen cierto grado de temporalidad".
A juicio de Cabrera, el personal contratado de forma temporal "no trabaja menos ni peor, pero sí con más incertidumbre" desde el punto de vista socioeconómico. "Y con la explosión del covid, el sistema ha mostrado grietas que hace años eran impensables".
«Más del 50% de las plantillas tienen cierto grado de temporalidad»
Por ejemplo, aclara que en las islas no capitalinas a la administración "le cuesta mucho encontrar médicos" para trabajar en la Sanidad Pública y "muchos profesionales están de paso, por lo que, en cuanto pueden, saltan a Tenerife o Gran Canaria, o bien a la Península". Por ese motivo, Cabrera estima que las plazas en Fuerteventura, Lanzarote, La Palma, La Gomera y El Hierro deberían "estar incentivadas" de alguna manera para que sean atractivas.
Rodrigo Martín manifiesta que los problemas laborales empeoraron por la crisis financiera del 2007, pero, en realidad, las carencias de personal, infraestructuras o recursos materiales comenzaron mucho antes. "Los medios son insuficientes y los parches aplicados por los sucesivos gobiernos autónomos han funcionado mal". Lamenta que las autoridades piden a los trabajadores, tanto estatutarios como temporales "un sobreesfuerzo, pero no se da nada a cambio".
Martín asegura que, desde su nombramiento, el 4 de septiembre del 2020, el director del Servicio Canario de Salud (SCS) no ha mantenido una sola reunión con el Colegio Oficial de Médicos de Santa Cruz de Tenerife. Y, en el caso del consejero de Sanidad, Blas Trujillo, tuvo un único encuentro con dicha entidad poco después de acceder al cargo, según Martín. "Y no será por que no se lo hemos pedido, hasta con cartas certificadas y con acuse de recibo", apunta.
