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Las claves de la sorprendente dimisión en plena sexta ola de Rafael Cofiño, ideólogo de la estrategia anticovid de Asturias

El director general de Salud Pública deja el cargo “agotado”: “He hecho lo que he podido”

Rafael Cofiño, en su despacho.

Rafael Cofiño, director general de Salud Pública y principal ideólogo de la estrategia anticovid del Principado desde que estalló la pandemia hace dos años, formalizó ayer su cese de manera sorpresiva, tras plantear su salida “de la primera línea política” al consejero Pablo Fernández en la víspera, en pleno día de Navidad. Cofiño difundió una carta de despedida minutos después de que el Gobierno regional anunciase su relevo por Lidia Clara Rodríguez, que hasta ahora ejercía como directora general de Política y Planificación Sanitarias. Deja la política para volcarse “donde los equipos ahora mismo están más apurados”, en el trabajo técnico de Salud Pública.

“No me voy. Mi propuesta es poder seguir vinculado a la Dirección General, y apoyar a nivel técnico y comprometido allí donde ahora es más necesario”, explicó el propio Cofiño en una carta dirigida a sus compañeros de Salud Pública, del Servicio de Salud (Sespa) y “de los sectores con los que hemos trabajado estos dos años”. Advierte el hasta ahora estratega de la política anticovid autonómica que “nos quedan aún algunas semanas complicadas y de mucho trabajo, y lo que quiero es estar codo con codo trabajando con ellos y ayudándolos donde ellos mejor dispongan”. También asegura que “hemos orientado siempre con honestidad y rigor todas las situaciones complicadas de la pandemia”.

El relevo de Rafael Cofiño por Lidia Clara Rodríguez será oficial en la próxima reunión del Consejo de Gobierno. “Esta onda no ha sido la más grave, pero probablemente sí una de las más difíciles de gestionar”, sostiene el ya ex director general de Salud Pública, quien vaticina que “el trabajo fuerte vendrá a finales de enero, cuando volvamos a salir de esta ola y sea necesario seguir generando estrategias, alianzas y colaboraciones entre todos los sectores para trabajar por una Asturias verde, segura y saludable”.

Cofiño, además de trasladar su agradecimiento general a todos con los que le ha tocado trabajar “en estos dos intensos años” , asegura sentirse plenamente realizado de esta labor. “Para un trabajador generalista de salud como soy, creo que no ha habido ni habrá nada más importante que haber sido el director general de Salud Pública de esta comunidad autónoma y haber trabajado, desde este puesto y con este equipo”. Su labor adquirió relevancia, incluso nacional, porque fue la cara de los buenos resultados que Asturias tuvo en la batalla contra el coronavirus tras la primera ola y cuando se convirtió en la primera comunidad autónoma que llegaba a los indicadores de la llamada nueva normalidad.

Finaliza su carta de despedida con una elocuente expresión en latín, “Facian ut potero”, que significa “He hecho lo que he podido”. En una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA, diario que pertenece a este grupo, Prensa Ibérica, publicada el pasado 6 de junio declaraba: “Tuve noches delante del ordenador de ponerme a llorar y decir: ‘No puedo más’”. En su entorno, en todo el transcurso de la crisis sanitaria se ha destacado su entrega a un trabajo extenuante, su excelente carácter y su capacidad de hacer de “pegamento” de equipos de composición heterogénea. “Rafa estaba dejándose la salud en este empeño”, indicó anoche una persona que ha trabajado muy cerca del doctor Cofiño.

En el mensaje a sus compañeros, revela que trasladó su decisión al consejero de Salud anteayer sábado: “Como comprenderéis, han sido unos meses de trabajo muy intenso. Por todo ello, y sabiendo que nadie es imprescindible, creo que es momento para plantear un relevo y que otras personas asuman el liderazgo político”.

La dimisión en plena Navidad, y con la sexta ola en avance imparable de contagios, podría levantar unas suspicacias que fuentes del Gobierno ven absurdas. “Está agotado y hace mucho que quería dar un paso a un lado, abandonando la responsabilidad política”, explican las citadas fuentes, que recalcan: “Suspicacia ninguna. Si hubiera discrepancias no se quedaría en la Consejería trabajando”.

¿Pero por qué se comunica en un domingo en plenas fiestas navideñas? “Simplemente es el momento en el que él decidió que ya no aguantaba más”, aseguraban ayer fuentes del Ejecutivo asturiano, según las cuales “han sido dos años durísimos y él va a seguir al pie del cañón pero en la parte técnica y no política, eso es una garantía para nosotros”.

Dando por hecho que el cansancio ha sido un factor importante –quizá clave– en la decisión adoptada, miembros de los equipos del Principado apuntan que Rafael Cofiño no era partidario de estas últimas restricciones regionales a la hostelería que entrarán en vigor esta próxima medianoche. En las redes sociales también hizo algún guiño sutil a quienes criticaron la nueva imposición de la mascarilla en espacios interiores. Por ejemplo, difundió un mensaje del epidemiólogo Ignacio Rosell donde se recalcaba que “mucho menos del 10%, incluso menos del 1% de contagios de covid-19 son en exteriores. El problema grave no está ahí (salvo aglomeraciones) sino en interiores donde se deja de usar la mascarilla”.

Su sustituta, Lidia Clara Rodríguez, estaba al frente de la Dirección General de Política y Planificación Sanitarias. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, trabajó varios años en Madrid antes de regresar en 2013 a Asturias para hacerse cargo de la dirección de Atención Sanitaria del área sanitaria de Avilés, que ocupó hasta 2019.

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