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La ULL notifica varios contagios entre sus alumnos tras el puente de diciembre

Sanidad confirma que parte de esos positivos se han producido en una fiesta en una discoteca de Adeje | Los afectados piden cribados, grupos burbuja o clases online para evitar que el virus se expanda

Varios alumnos en la Universidad de La Laguna

El puente ha pasado factura a toda la sociedad, también a la Universidad de La Laguna (ULL), donde se han notificado varios positivos entre el alumnado de distintos grados y aulas, como es el de Magisterio o el de Psicología. Ante el aumento de casos, los alumnos piden que se tomen medidas complementarias a las actuales, como realizar cribados masivos, crear grupos burbuja dividiendo la clase en dos o comenzar la docencia a la modalidad online. Sin embargo, desde la ULL insisten en que se seguirá ciñendo a la presencialidad hasta que finalice el cuatrimestre (este viernes) porque no ve necesario retomar la docencia online. 

Con brotes que ya afectan a 8 personas en una clase, o a 5 de otra, los alumnos denuncian que, a su parecer, se están incumpliendo los protocolos. Concretamente en lo que se refiere a la distancia de seguridad, que, aunque los protocolos imponen que debería ser del 1,5 metros, según los alumnos es imposible de cumplir en clases abarrotadas con hasta 100 alumnos. No obstante, como indica el gerente de la Universidad de La Laguna, Juan Manuel Plasencia, "desde hace tiempo no es necesario mantener las distancias de seguridad, porque nos hemos decantado por otros medios". Se refiere a que la ULL ha estimado que lo conveniente era mantener la mascarilla obligatoria, el lavado de manos y la ventilación cruzada, dado que "los contagios se producen por el aire y no tanto por contacto".

Los alumnos han solicitado, a varias instancias académicas, que se tomen cartas en el asunto tras el aumento de contagios. No obstante, la respuesta ha sido siempre la misma: se mantendrán las clases tal y como se han estado haciendo hasta ahora. A los alumnos les parece un "auténtico disparate" que la universidad mantenga las clases con total presencialidad y normalidad, porque consideran que la mascarilla obligatoria y la ventilación cruzada "no son suficientes".  

La ULL se ceñirá a la presencialidad porque insiste en que los contagios no se han producido en el recinto

Los máximos responsables del centro universitario, sin embargo, no opinan igual. Como señala Plasencia, las mascarillas obligatorias, el lavado de manos y la ventilación cruzada "han sido suficientes como para mantener a raya el virus" durante todo este tiempo. Además, insiste en que los brotes no se han producido dentro de la universidad, por lo que los contagios no se están produciendo durante la estancia allí. “En realidad se han producido en el ámbito social de los alumnos”, recalca Plasencia. De hecho, muchos de estos contagios, según indica la institución académica, se han producido al haber participado en ciertas fiestas, conciertos o discotecas del sur de Tenerife durante el puente, donde la Consejería de Sanidad ha corroborado varios brotes. 

El alumnado discrepa en que esta haya sido la única vía de expansión del virus pues asegura que "la mayoría no había tenido contactos sociales fuera del aula", por lo que la transmisión solo ha podido darse ahí .

De ahí que la universidad deje la pelota en el tejado del Servicio Canario de la Salud (SCS), que, en última instancia, será la institución que decidirá qué personas deben guardar cuarentena, la que debe realizar los cribados y, además, quien debe dirimir si el brote es o no universitario. Por el momento, al no serlo, la universidad simplemente mantendrá las mismas actuaciones que ha hecho hasta el momento, instando a las personas con síntomas compatibles con covid, así como a aquellos que sean positivos confirmados o contactos estrechos, a no acudir a clase. "Todo esto se tendrá que justificar por parte del SCS y se entregará a la universidad para que no se computen esos días como falta", afirma Plasencia. Además, a los alumnos que se encuentren en esta situación se les impartirá clases online. Sin embargo, el resto se mantendrá en presencialidad absoluta.

Esta situación dinamitó el pasado sábado 11 de diciembre, cuando una de las alumnas con diagnóstico positivo alertó del resultado a sus compañeros de primero del Grado de Magisterio por medio de un grupo de Whatsapp. De inmediato varios alumnos decidieron realizarse, por su propia cuenta, un test de antígenos, que registraron dos positivos más, mientras que otra compañera manifestó ser contacto estrecho de una conviviente que también había dado positivo en coronavirus. En ese momento, la delegada del curso decidió poner en conocimiento de la situación al profesorado por email, recibiendo respuesta sólo de algunos profesores. Mientras esperaban la respuesta, se declararon más positivos, llegando a un total de 8 positivos en la misma clase, mientras que 10 continúan esperando el resultado de su PCR por ser contacto estrecho. 

En primero de Magisterio se han notificado 8 positivos y 10 esperan sus resultados

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Ante la negativa de los órganos de Gobierno de acceder a realizar clases semipresenciales u online en esta última semana del cuatrimestre y pese al aumento de casos, los alumnos aseguran sentirse "desprotegidos e ignorados" y consideran que su salud "está siendo vulnerada". Por esta razón han solicitado un mejor sistema de gestión con reducción de ratios, asignación de asientos por grupos de trabajo, "y cualquier otro método que pueda resultar efectivo para que esta situación que estamos viviendo en el aula no se vuelva a repetir de manera tan descontrolada".

La universidad, por su parte, ha llamado a la calma a los alumnos asegurando que los protocolos no solo se están cumpliendo, e insistiendo en que si los alumnos no han sido llamados por la autoridad sanitaria, que es la que se encarga de los rastreos "puede continuar con sus actividades con normalidad".

Concierto sin restricciones

Sanidad tiene uno de los brotes muy bien localizado. Se produjo el pasado 7 diciembre, en la discoteca adejera Habana, que se encuentra en los bajos del Hotel Las Niñas y ya suma 19 casos. Ese día, los dueños del local habían preparado una jornada de ocio consistente en tres conciertos dirigidos a distintos grupos de edad. De esta manera, a las 17:00 y a las 19:00 horas, se iban a celebrar dos conciertos a los que podrían acudir menores de edad, mientras que, para las 21:00 horas, se había organizado uno dirigido a mayores de edad. Sin embargo, el primer concierto se alargó demasiado, lo que provocó aglomeraciones a la entrada del local. La entrada consiste en unos largos pasillos cerrados donde los asistentes se quedaron hacinados. 

Esta circunstancia causó preocupación entre los padres de los jóvenes que decidieron alertar a las autoridades. Acudieron a la zona efectivos de la Policía Local y Nacional que levantaron acta sobre todo lo ocurrido aquel día. Entre otras cosas, los responsables del local no aportaron la licencia municipal ni contaban con el beneplácito de Sanidad para llevar a cabo el evento. Además, no se mantenía la distancia de seguridad ni los asistentes llevaban la mascarilla obligatoria. 

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud, ha hecho un llamamiento a que los jóvenes que acudieron el pasado martes, día 7 diciembre, a la discoteca Habana, en Adeje, donde se celebró un concierto, contacten con la línea gratuita de atención al coronavirus 900 112 061 para la realización de una PCR.

La Dirección General de Salud Pública está investigando lo sucedido, ya que las labores de rastreo indican un posible incumplimiento en cuanto a las restricciones de aforo y a las medidas de prevención, como el uso de la mascarilla y el mantenimiento de la distancia interpersonal.

Asimismo, recuerda que los establecimientos del ocio nocturno, al igual que otros negocios, tienen la obligación de tener un listado de asistentes, según lo establecido en el artículo 5.2 del Decreto ley 11/2021, de 2 de septiembre, de medidas para el control y gestión de la pandemia de COVID-19 en Canarias. Según esta norma, los establecimientos tienen el deber de colaboración con la autoridad sanitaria, respetándose las garantías jurídicas establecidas en la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos y en especial lo establecido en el artículo 5 del Reglamento General de Protección de Datos (art. 17 de este Decreto ley).

Por último, desde la Consejería de Sanidad se hace hincapié en que la mascarilla sigue siendo obligatoria en lugares cerrados, mientras que en espacios al aire libre se puede prescindir de ella siempre que se pueda mantener la distancia mínima de 1,5 metros entre las personas.

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