La Universidad de La Laguna (ULL) es el primer centro de educación superior del país que consigue la certificación de Igualdad de Género y Retributiva de Aenor. Este proceso se inició en el mes de mayo de 2020 y ha sido promovido y liderado por la Unidad de Igualdad de Género de la institución académica, dirigida por la profesora Ángela Torbay. Después de realizar un extenso diagnóstico que ha incluido el análisis de la selección y contratación de personal, la clasificación profesional, la formación, la promoción profesional, las condiciones de trabajo, la conciliación, el sistema retributivo, la infrarrepresentación femenina, y la prevención del acoso sexual y por razón de sexo el centro ha recibido estas certificaciones que ahora se unen, además, al II Plan de Igualdad de Género de la ULL, que se debatirá en el Consejo de Gobierno de la institución este mes.
Torbay destaca la apuesta que ha realizado el equipo rectoral para que este proyecto salga adelante: «Desde el principio, la rectora nos animó y nos invitó a que realizáramos la inversión económica y de dedicación que fuera necesaria». A eso se unió el trabajo en equipo realizado junto con Aenor puesto que, recuerda la directora de la Unidad de Igualdad de Género, se encarga de dar certificados a empresas y era la primera vez que trabajaba con una institución como la ULL, que cuenta con unas características especiales, con sus más de 20.000 alumnos, once vicerrectorados, sus centros y facultades, personal docente e investigador y personal de administración y servicios. «Contamos con una estructura compleja pero Aenor ha hecho un gran trabajo al entender nuestras características e incorporarse a la cultura universitaria, que no es la misma que la de una empresa», concluye.
Para la obtención de estas certificaciones, la ULL ha tenido que realizar un diagnóstico de su situación y para ello ha analizado los datos de los últimos cinco años alrededor de nueve grandes ejes. Además, junto con el análisis cuantitativo se realizó otro cualitativo con la realización de una cata a personas claves que fueron preguntadas sobre los resultados obtenidos previamente.
El Consejo de Gobierno tiene previsto aprobar este mes el II Plan de Igualdad de Género
Desgranado los datos obtenidos con los diferentes análisis, Torbay explica que en cuanto a la situación del profesorado, «nos encontramos bastante bien distribuidos, con un 45% de mujeres y 55% de hombres». Por ramas de conocimiento, en Ciencias Sociales y Jurídicas y Humanidades, los datos son equitativos, con un 60-40. En Ciencias de la Salud existe una preponderancia de las mujeres, con un 70-30, mientras que en Ingeniería y Arquitectura, los datos se dan la vuelta, con más hombres que mujeres (25-75). En cuanto a los altos cargos, a excepción de Ciencias de la Salud, en el resto de la ULL las cátedras o las direcciones de departamentos están ocupados, en su mayoría, por hombres. A partir de los profesores titulares hace abajo en la escala de cargos, la ocupación entre hombres y mujeres se va equiparando. A pesar de todo, Ángela Torbay explica que, en cuanto a cargos, «hemos avanzado desde el años 2015, cuando tan solo el 40% de los puestos eran ocupados por mujeres, mientras que en 2021 esos datos suben hasta el 45%. Aunque parezca poco, vamos avanzando», explica, aunque precisa que en el caso de los directores de departamento las diferencias son notables y tan solo el 30% son mujeres. «Eso nos muestra que, en la ULL, la brecha salarial se encuentra en los cargos», resume.
Torbay recuerda que el actual equipo rectoral está liderado por una mujer lo que ha hecho que los porcentajes que existían en el anterior mandato se hayan ahora dado la vuelta, ocupando las mujeres el 70% de los cargos. En cuanto al alumnado, la distribución es similar al profesorado y, aunque en los máster hay matriculadas más mujeres que hombres, en los doctorados existe un 60% de presencia masculina, frente al 40% de mujeres.
La conciliación familiar ha sido otro de los aspectos que se ha analizado en este diagnóstico. En todas sus variantes, tanto los permisos de maternidad/paternidad, lactancia, para el cuidado de mayores o los días de asuntos propios son solicitados en su mayoría por mujeres (85%). «En este sentido tenemos un gran reto, esta y todas las universidades, porque son datos que se repiten a lo largo de toda España», explica Torbay quien explica que «si las mujeres y los hombres entendemos que tenemos que distribuirnos de igual manera el trabajo, las mujeres tendremos entonces más tiempo para tener una carrera de investigación y asumir cargos y eso repercutirá en nuestro salario».
Con todo, este estudio permitirá ahora contar con una mayor preparación de la ULL ante auditorías retributivas, y también sirve para que el propio centro universitario disponga de un reporte interno independiente acerca de posibles reclamaciones por discriminación salarial. Contar con esta acreditación da confianza respecto a los estudios de brecha salarial, supone una diferenciación competitiva de la organización en gestión de la excelencia en materia de igualdad y constituye un reconocimiento para ULL como organización empleadora y de retención de talento.
