El Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife acogió entre el miércoles y el viernes de esta semana la tercera edición de sus Jornadas sobre Violencia de Género. El decano de la institución, José Manuel Niederleytner, destacó que todas las ponencias tuvieron un carácter «muy práctico» de cara a la labor de los letrados que llevan asuntos relacionados con la violencia machista, a la vez que han tenido «una gran altura».
Ayer estuvieron en el acto, entre otras autoridades, la fiscal jefe de Santa Cruz de Tenerife, María Farnés-Martínez Frigola, y el fiscal delegado contra la Violencia de Género de la provincia, José Luis Sánchez-Jáuregui.
Niederleytner destacó la intervención del magistrado del Tribunal Supremo Julián Sánchez Melgar, que abordó la novedad sobre la dispensa de declarar entre parientes del artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim). En julio se aprobó una modificación en el citado artículo, según el cual si una víctima de violencia de género declara como testigo en un procedimiento en el Juzgado, con posterioridad no puede acogerse a su derecho a no declarar durante la celebración del juicio.
Hasta entonces, una afectada podía interponer denuncia, ratificarse en el Juzgado y, después, en el juicio podía acogerse a su derecho a no declarar contra el acusado. Eso significaba que, si no había más pruebas que la declaración de la víctima, el individuo implicado podía quedar absuelto.
En las jornadas del Colegio de Abogados también intervinieron Beatriz Méndez Concepción, magistrada del Juzgado de lo Penal número 5 de Santa Cruz de Tenerife, que abordó la valoración de los diferentes medios de prueba en un juicio, y el fiscal Sánchez-Jáuregui.
Sobre la importancia de la atención psicológica a las mujeres afectadas disertaron Miguel Quintero, psicólogo adscrito a la Fiscalía y al Gobierno de Canarias, y Demelsa Fortes Marichal, profesora de Psicología en la Universidad Europea de Canarias (UEC).