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Dos ciclotrones acelerarán las pruebas para detectar el cáncer en Canarias

La tecnología proveerá a los especialistas de recursos que hasta ahora vienen de la Península v Evitará la dependencia externa para diagnosticar la enfermedad

Un profesional manipula un radiofármaco.

Canarias contará con dos ciclotrones, uno en cada provincia, que permitirán mejorar el diagnóstico de enfermedades oncológicas, neurológicas y cardiológicas. Así lo pone de manifiesto el director del Servicio Canario de la Salud (SCS), Conrado Domínguez, quien además adelanta que será en 2023 cuando aterrizará por primera vez esta tecnología en el Archipiélago. «Los ciclotrones incrementarán y potenciarán nuestra capacidad diagnóstica porque se podrán hacer más pruebas. Al tener aquí los radiofármacos, ya no tendremos que esperar a que vengan de la Península como ocurre ahora», explica. Gracias a estos aparatos, la comunidad podrá realizar entre 100 y 120 pruebas diarias, un dato que difiere de forma notable de las 50 que marcan el máximo diario actual. Estos recursos suponen una inversión de casi seis millones de euros, que llegarán, en su mayoría, de los fondos europeos.

Los hospitales podrán utilizar radiofármacos que ahora mismo no pueden emplear

Los ciclotrones son aceleradores de partículas que utilizan campos electromagnéticos para desplazarlas a altas velocidades. Según detalla Domínguez, se emplean para producir ciertos radioisótopos que son necesarios para marcar distintas moléculas y producir radiofármacos fundamentales para detectar varios tipos de neoplasias y otras enfermedades. «Una característica que comparten estos radioisótopos es que tienen que ser producidos diariamente porque no se pueden almacenar», destaca.

En base a las palabras del responsable del SCS, el flúor 18 es el más utilizado en los estudios por imágenes que se llevan a cabo en el Archipiélago, pues su período de semidesintegración es de casi dos horas y puede administrarse «a cierta distancia» del lugar de producción. «Otros como el carbono 11, el oxígeno 15 y el nitrógeno 13 solo pueden emplearse si el ciclotrón que los produce está al lado de la máquina empleada para obtener las imágenes –PET-TAC– porque tienen un período inferior a los 20 minutos», apunta.

Hasta el momento, los hospitales de la comunidad autónoma no han podido realizar estudios con radiofármacos marcados con estos últimos radioisótopos, por lo que los pacientes que requieren su uso deben trasladarse a la Península. «El hecho de disponer de ciclotrones en Canarias, nos permitirá hacer estudios con moléculas más específicas y desarrollar toda un área de investigación e innovación en materia de Medicina Nuclear».

Un ciclotrón.

Lo cierto es que el SCS tenía previsto instalar en 2011 el primer ciclotrón del Archipiélago en el Hospital Universitario de Canarias, con el propósito de que pudiera dar cobertura a todas las islas. «Finalmente, el proyecto no se ejecutó, pero la demanda de estos aparatos ya suma años de recorrido», recuerda Conrado Domínguez. «Ahora, entre los fondos europeos, los del Ministerio de Sanidad y los nuestros, vamos a acelerar la renovación tecnológica del Servicio Canario de la Salud para incrementar la capacidad diagnóstica, especialmente del cáncer», agrega.

Pero, ¿por qué se ha tardado tanto en disponer de estas máquinas en el Canarias? Al parecer, ha habido varios motivos. «Se han producido una serie de dificultades de carácter logístico y otros problemas relacionados con la propia gestión posterior. Todo esto ha retrasado su llegada».

Tal y como recalca Domínguez, la previsión es que los ciclotrones se encuentren operativos en la comunidad en 2023, pero habrá que esperar a la autorización del Consejo Superior de Seguridad Nuclear, licitar el proyecto, realizar obras en los centros en los que vayan a ser instalados y formar al personal que vaya a manejarlos. «También tendremos que incorporar profesionales con otros perfiles. Este proyecto tiene un recorrido importante, pero ya se hacía necesario tomar la determinación de hacerlo realidad. Llevábamos trabajando desde al año pasado en esta idea y los fondos europeos nos han permitido acelerar su ejecución», apostilla.

Y es que, a su juicio, serán precisamente estos fondos los que impulsarán «un cambio tecnológico importante en Canarias». Hay que recordar que a través del Plan de Inversiones en Equipos de Alta Tecnología (Inveat), las Islas han obtenido también 38.546.786 millones de euros que se destinarán a la renovación de 23 equipos y a la ampliación de otros 16 en nueve hospitales, para mejorar la capacidad diagnóstica de patologías oncológicas, neurológicas y enfermedades raras.

«Todas estas acciones van a suponer una revolución tecnológica. En el caso concreto de los ciclotrones, podemos garantizar que nos va a resolver la dependencia que tenemos de la Península para poder realizar ciertas pruebas», valora el director del SCS. «Los isótopos radiactivos viajan en aviones y si no se ponen a tiempo en los PET-TAC –que hay dos en Canarias– no se puede diagnosticar», enfatiza.

En total, la Consejería de Sanidad del Ejecutivo autonómico espera poder disponer de 600 millones de euros por diferentes mecanismos de financiación para desarrollar proyectos de renovación tecnológica y mejorar las infraestructuras y los sistemas de información del Servicio Canario de la Salud en los próximos años.

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