Así lo señala un estudio multicéntrico coordinado por el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de Valencia, que indica que un 22 % de los pacientes más graves puede presentar cambios fibróticos pulmonares, aunque no se tiene seguridad de su progresión.

Los resultados del estudio, que acaban de publicarse en la revista Archivos de Bronconeumología, aconsejan un seguimiento de los pacientes tras el alta hospitalaria. La alteración en la difusión pulmonar implica que el oxígeno que hay en el interior de los alveolos pasa con mayor dificultad al interior de los vasos sanguíneos, para ser transportado a cualquier parte del organismo.

Esto da lugar a que muchos pacientes noten disnea (sensación de falta de aire), sobre todo a la hora de hacer algún esfuerzo o ejercicio físico moderado. Los cambios fibróticos pulmonares iniciales son alteraciones muy sutiles (pequeñas cicatrices), visibles en la TAC torácica de alta resolución, con escasa repercusión clínica inicial, aunque no se tiene la seguridad de si esos cambios progresarán o no.

Las conclusiones del estudio, hecho público este jueves, aconsejan realizar un seguimiento tras el alta que incluya, además de la historia clínica y exploración física, pruebas funcionales respiratorias junto con radiografía de tórax cuando persisten síntomas como cansancio, fatiga o sensación de falta de aire. El proyecto 'Cambios en los test de función pulmonar en pacientes con neumonía por SARS-CoV-2' tenía como objetivo conocer, de forma precoz, el porcentaje de pacientes que pueden presentar alteraciones funcionales respiratorias a corto y medio plazo tras una neumonía por covid-19, así como la severidad de dichos cambios.

Su investigador principal es Jaime Signes-Costa, coordinador del Grupo de Investigación en Enfermedades Respiratorias de INCLIVA y jefe de Servicio de Neumología del Hospital Clínico. La mayoría de las infecciones virales respiratorias no suele dejar secuelas pulmonares en forma de cambios fibróticos en el tejido pulmonar, según el INCLIVA.

Fibrosis pulmonar residual

Sin embargo, tras la epidemia del síndrome agudo respiratorio severo (SARS) en 2003 se observó que los pacientes que sobrevivieron desarrollaron diferentes grados de fibrosis pulmonar residual, presentes en pruebas de imagen y confirmadas con test de función pulmonar. Siguiendo esta experiencia previa, la hipótesis de la que partía el actual proyecto es que alrededor de un tercio de los pacientes que ingresan por neumonía covid-19 podrían presentar, después del alta hospitalaria, alteraciones fibróticas pulmonares.

En el estudio, que se inició en mayo 2020 y finalizó en junio de 2021, han participado los servicios de Neumología que han atendido a pacientes con neumonía por SARS-CoV-2 en doce hospitales españoles.

Se incluyeron en el estudio 481 pacientes adultos ingresados por neumonía por SARS-CoV-2 entre el 1 de mayo y el 31 de julio de 2020, pero finalmente, ante la situación de pandemia, solo pudieron ser analizados 313 pacientes.

El ensayo clínico obtuvo 73.500 euros para su desarrollo del Instituto de Salud Carlos III en el marco de la convocatoria especial, de mayo de 2020, para la financiación de proyectos de investigación sobre el SARS-CoV-2 y la covid-19.