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Tecnología

Galicia ensayará el uso de robots para cuidar de mayores en las residencias

Ancianos chinos interactúan con un robot en un centro de asistencia social. FDV

Aunque algunos mayores gallegos no han usado un teléfono móvil en su vida ni saben navegar por internet, en poco tiempo se verán precipitados hacia el futuro, puesto que podrán ser atendidos por robots que los ayudarán a levantarse o acostarse, les recordarán cuando tienen que tomarse las medicinas y les harán compañía poniéndoles música o leyéndoles un libro. Y no es ciencia ficción. La Xunta de Galicia prevé realizar ya el próximo año una prueba piloto en un centro de mayores donde ensayarán el uso de un robot que ayude a los cuidados de los residentes.

Los ayudarán a levantarse o acostarse, les recordarán cuando tienen que tomar la medicación y les harán compañía | Se hará una prueba piloto en un centro de mayores en 2022

Es una de las medidas incluidas en el paquete tecnológico con el que la Consellería de Política Social quiere dar apoyo a las residencias de ancianos. En una sociedad cada vez más envejecida como la gallega, donde la ruralidad y la dispersión suponen un hándicap para desarrollar servicios públicos equitativos y accesibles, el uso de la tecnología puede servir para dar respuesta a las necesidades de la población mayor “de forma más sencilla y con un coste asumible”, según la Xunta.

Una de las soluciones planteadas por la Consellería de Política Social es el uso de androides. “Estamos en fase de desarrollo. Analizando lo que hay en el mercado. En una segunda fase iremos a lo que llamamos Living Lab en vida real, es decir, hacer un ensayo para ver cuáles son las necesidades y las ventajas de esa tecnología”, explica Alfredo Silva Tojo, jefe del Servizo de Planificación, Innovación asistencial e Xestión da Información, que pertenece a la Dirección Xeral de Atención Integral Sociosanitaria de la Consellería de Política Social.

Japón o China han sido pioneros en el uso de robots en las residencias para ayudar en el cuidado de los ancianos, pero esta tecnología ya ha llegado a España. En Barcelona ya han probado con éxito el uso de estos androides para acompañar a mayores que viven solos. Misty, que así se llama el humanoide, conversa con el anciano, le pregunta por sus planes y por su medicación, le hace ejercicios de memoria...

En Castilla y León ha sido una residencia de mayores de Soria la primera en contar con un robot. Copito ayudará a usuarios y profesionales a realizar tareas cotidianas, como levantarse o acostarse. Este androide será capaz de recibir en su sistema los datos de la teleasistencia avanzada y, así, por ejemplo, recordar cuándo hay que tomar una medicación o una cita médica. Y, por último, podrá interactuar con el usuario, mediante la lectura, la música o cualquier otra forma de entretenimiento y, por supuesto, ponerlos en contacto con familiares o amigos.

La Xunta quiere trasladar este modelo a las residencias gallegas a partir de 2022. Pero además prevé implementar también la robótica en el reparto de medicamentos en los centros de mayores. La idea es que el proceso de utilización de fármacos en los geriátricos esté totalmente informatizado para evitar errores con la medicación, dar más seguridad a los mayores y gestionar alertas, por ejemplo, en caso de que un usuario se olvide de tomar un fármaco.

Estas medidas se complementarán con otras como el uso de sensores de movimiento en el centro que den alertas en caso de que el anciano salga de la residencia o deambule de noche por los pasillos. También se utilizarán aparatos de geolocalización y en las habitaciones de los residentes se implantarán dispositivos que permitan realizar un seguimiento de los accesos al cuarto de baño por las noches para detectar cualquier anomalía, identificación de posibles caídas o salidas de la habitación fuera del horario establecido.

La residencia de A Estrada ha sido la primera en incorporar estas tecnologías y el próximo año se extenderán al resto de centros.

Desde Política Social advierten que los sensores no interfieren con la intimidad de las personas puesto que no graban ni vídeo, ni audio ni voz. Además la televisión que hay en cada una de las habitaciones de los residentes se convertirá en un dispositivo inteligente desde el cual podrán comunicarse por videoconferencia con sus familiares o acceder a una plataforma donde se podrán programar terapias, vídeos de familiares o de Youtube, música clásica...

A pesar de la falta de costumbre de los mayores en la utilización de las nuevas tecnologías, el jefe del Servizo de Innovación asistencial explica que ahora en el mercado hay soluciones tecnológicas que facilitan mucho su uso y advierte además que las herramientas se adaptarán a cada usuario. “Si un mayor no es capaz de utilizarlas, le ayudarán los profesionales de la residencia”, explica.

La pandemia dejó en evidencia la vulnerabilidad de los ancianos internados en centros de mayores y ha obligado a replantearse el modelo de residencias. En un sistema donde además la mayoría de las plazas son concertadas con entidades privadas, la Xunta quiere mantener un control más férreo sobre la calidad de la atención que se ofrece en estos geriátricos. Por esta razón, la Consellería de Política Social implantará un cuadro de indicadores que servirán para evaluar la actividad de las residencias sociosanitarias y monitorizar el cumplimiento de objetivos.

El jefe del Servizo de Planificación, Innovación asistencial e Xestión da Información, Alfredo Silva Tojo, explica que se medirán indicadores relativos al confort de los residente y a su seguridad. Por ejemplo, habrá un registro de caídas o se medirá el número de “descompensaciones” que sufran los residentes en cuanto a su salud. 

“Esto permitirá hacer evaluaciones semanales o semestrales, según el caso, y ver en qué se puede mejorar”

Alfredo Silva Tojo - jJefe del Servizo de Planificación, Innovación asistencial e Xestión da Informaciónn

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Este sistema de indicadores servirá además para “homogeneizar” las normas de calidad de todas las residencias financiadas con fondos públicos y optar en ese caso a la obtención del título correspondiente por parte de los organismos acreditadores que trabajan en la medición de los estándares de los servicios públicos.

La Consellería de Política Social ha puesto ya en marcha además un censo informatizado con todos los usuarios de los centros de mayores que permitirá conocer en tiempo real las altas y bajas que hay en las residencias o los posibles traslados de los mayores de un centro a otro. Hasta ahora cada geriátrico tenía un listado de sus residentes, pero la notificación de cualquier cambio llegaba con retraso a la Xunta. Este censo autonómico evitará que se repitan casos como el sucedido en pandemia cuando hubo un error en la identificación de una anciana fallecida en una residencia y se notificó su muerte a la familia de otra residente, que se había mudado a otro centro.

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