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Los urgenciólogos canarios denuncian la "persecución personal" a Burillo

Los médicos de urgencias de Canarias piden la destitución de la gerente del HUC

El equipo de Burillo se manifestaba el pasado mes de junio del 2020 y renunciaba a sus cargos.

"Indignante". Con esta palabra definen los médicos de urgencias de Canarias el reciente cese de Guillermo Burillo como coordinador de las Urgencias en Canarias, tan solo cuatro días después de haberlo readmitido a petición judicial. Según los profesionales que integran la Sociedad Canaria de Medicina de Urgencias y Emergencias, se trata de una “persecución personal” por parte de la directora gerente, Mercedes Cueto, al profesional y un “nuevo acto de menosprecio” para los profesionales que integran el área de Urgencias. 

Los profesionales recuerdan, en un comunicado, que Burillo “ganó” ante los tribunales la anulación de esta decisión, por lo que tuvo que ser indemnizado económicamente por el SCS y restituido en su cargo de Coordinador del Servicio de Urgencias del CHUC. Según el juez, la dirección del HUC no había motivado lo suficiente su cese. 

El pasado lunes todos los jefes de servicio del hospital recibieron un mensaje en el que la gerencia informaba que «se había procedido, con el apoyo de la Comisión de Dirección ampliada, a notificarle resolución de cese motivado». Entre los argumentos esgrimidos por la gerencia sanitaria están que la designación de Burillo tenía carácter temporal, fue designado sin convocatoria pública y sin concurrencia competitiva para ocupar el cargo. 

Además, los profesionales aseguran que es “vergonzoso” que se proponga sustituir a Burillo con un profesional que “nunca ha trabajado en el servicio de urgencias hospitalario”. Se trata de Juan José Jiménez Rivera, médico intensivista que lleva 24 años trabajando como adjunto en el HUC y ha dedicado su investigación al abordaje integral de la cirugía cardiovascular. Su nuevo cargo fue anunciado casi tres días después del cese de Burillo y para los trabajadores supone parte de un movimiento futuro para integrar el área de Urgencias con la de Medicina Interna. Para los profesionales esta decisión es más “inexplicable” porque procede “de una Directora Gerente que ha participado en la coordinación de la redacción del Plan de Urgencias de Canarias (PLUSCAN), en un momento en el que la comunidad científica, con competencias en la atención a las urgencias, y la inmensa mayoría de la sociedad, exige la creación de la Especialidad en Medicina de Urgencias y Emergencias”.

El anterior coordinador, Juan Luis Alonso, declinó la oferta de retomar el puesto. Alonso, que aterrizó en la atención hospitalaria con experiencia en Atención Primaria, no se consiguió nunca ganar el beneplácito de la mayor parte de su equipo. De hecho, en abril de este año, los trabajadores cargaron contra su gestión denunciando el caos organizativo que estuvo imperando en el área de Urgencias y que se vio agravado por el aumento de presión de pacientes con Covid-19 durante el mes de marzo de este año. 

Por todo esto, la Semes ha solicitado una vez el cese de la gerente del HUC, Mercedes Cueto, en su puesto y la restitución de Burillo, dado que es un referente “en España en la defensa de la atención especializada y de la calidad en la urgencia y emergencia”. “Su empeño en la mejora de las Urgencias le ha llevado a conseguir un clima de trabajo adecuado entre los trabajadores de urgencias de su Servicio, a pesar de los problemas graves que entraña la falta de médicos, las largas jornadas laborales y la falta de colaboración que ha sufrido por la actual Dirección Gerencia”, concluyen.

Guillermo Burillo fue cesado de sus funciones el 8 de junio de 2020, tras estar al frente de las urgencias durante seis años y organizar la coordinación de la primera ola de coronavirus en este área. Desde entonces se ha abierto un frente de lucha y disparidad entre la dirección del centro y los trabajadores del área de Urgencias, especialmente los médicos, que desde el primer momento han considerado este movimiento como «arbitrario».

 La baja de Burillo como coordinador de Urgencias provocó un efecto dominó en el servicio. En tan solo un mes, los jefes de servicio –que formaban parte del equipo de Burillo– dimitieron en bloque y siete personas abandonaron progresivamente la Unidad. Otros muchos los trabajadores, desde entonces, se han trasladado hacia otros servicios, e incluso a Atención Primaria, o han cogido la baja.  La indignación por la forma en la que se cesó a Burillo adquirió tal calibre que llegó a causar indignación de los profesionales del resto de España, encabezados por la Sociedad Española de Medicina de Emergencias (Semes). El presidente de la Semes, Juan Jorge González Armengol, en declaraciones a EL DÍA, ha defendido que la gerente habría tomado la decisión por «desavenencias personales», aunque se haya justificado en la gestión. 

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