La Brigada Canarias XVI está preparada para marchar al Líbano. 600 efectivos del Ejército de Tierra viajarán a Oriente Próximo tras meses de entrenamiento en Gran Canaria. Relevarán a las tropas españolas desplegadas en el marco de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (Unifil), una misión de paz en la que participa España desde 2006 tras la guerra fronteriza entre el país asiático e Israel.
Un convoy militar formado por cinco vehículos entre ligeros y pesados circula por una carretera polvorienta. En un momento dado, se ven envueltos en mitad de una emboscada en la que resulta herido uno de sus ocupantes. Se desata así el peor de los escenarios imaginables, los efectivos de la Brigada Canarias XVI se ven obligados usar las ametralladoras y fusiles para disuadir al enemigo y así garantizar la seguridad antes de poder atender como es debido al compañero. El estruendo de las balas inunda el desértico valle, hasta que finalmente consiguen derrotarles. El campo de tiro de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, se convirtió este miércoles en las montañas del sur del Líbano. El Ejército de Tierra demostró ante los medios de comunicación que los 600 efectivos que España enviará el próximo mes de noviembre al país de Oriente Próximo están preparados para cualquiera de los escenarios que podrán encontrarse.
El Ejército de Tierra ha estado preparando desde el pasado mes de mayo a 600 soldados de la Brigada Canarias XVI como parte de la Brigada Líbano XXXVI (BRILIB XXXVI) con la objetivo de continuar con la misión que España lidera en el país de Oriente Próximo, junto a efectivos de otros países de diferentes latitudes, en el marco de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL). El contingente deberá continuar con la tarea de pacificación en la que ha participado España desde septiembre de 2006, tras decretarse el alto al fuego después de 33 días de guerra en las tropas de Israel y la organización paramilitar chií Hezbolá.
El contingente tendrá de aquí en adelante una misión que deberá centrarse en tres pilares, según explicó este miércoles ante los medios Ramón Armada Vázquez, actual jefe de la Brigada Canarias XVI, natural de Madrid y de 56 años. Por un lado, tareas de patrulla, escolta y vigilancia de la posible conflictividad en el territorio. Labores de mantenimiento de la base Miguel de Cervantes, cuartel general de España en Líbano. Por último, interacción con la población civil; un punto a destacar teniendo en cuenta la gran diversidad étnica y religiosa de la región, «de tal manera que nadie se puede sentir imparcialmente tratado», puntualizó Armada. Este apoyo incluye programas educativos para enseñar el español, fomentar la agricultura ecológica o impulsar la construcción de escuelas.
Los efectivos mostraron ayer algunas de las habilidades de las que son capaces, con el campo de volcanes de La Isleta como telón de fondo. Una simulación que incluyó un ataque armado en emboscada a un convoy formado por dos vehículos pesados BMR y tres Vamtac -Vehículo de Alta Movilidad Táctico- y en la que utilizaron munición real. «Esta es la versión más hostil de lo que podríamos encontrarnos», apuntó Armada; si bien precisó que «España nunca se ha visto envuelta en situación de este tipo [con fuego real] en tierras libanesas». Aún así, el general subrayó la necesidad de estar preparados «ante cualquier tipo de escenario».
Uno de los componentes del convoy atacado [en la simulación] resultó herido tras alcanzarle la munición del enemigo. La atención temprana a un soldado herido por bala es uno de los ejercicios de adiestramiento en el que más énfasis se pone en la fase de preparación del contingente. Y es que, tal y como explicaron durante la demostración, pasado minuto y medio desde el disparo la persona puede quedar inconsciente y a los tres minutos morir -siempre dependiendo de la gravedad de la hemorragia provocada-.
De esta manera, a los pies de la montaña de Las Coloradas, y con una gran dosis de realismo, uno de los soldados fue herido en dos partes de su cuerpo, en la pierna y en el pecho, cuando estaban patrullando una zona inhóspita. Sus compañeros procedieron a trasladarle rápidamente a un lugar seguro, tras unos muros donde las balas no tienen alcance. A continuación, procedieron a practicarle un torniquete en la pierna, colocarle, estabilizarle y, finalmente colocarle una manta térmica para guardar la temperatura corporal y evitarle una hipotermia, antes de la llegada de la ambulancia militar con personal sanitario.
Fusiles y pistolas HK
El contingente estará armado con fusiles y pistolas HK, capaces de incorporar ópticas de alcance o lanzagranadas con un radio de acción de 350 metros. También emplearán ametralladoras de clase MG4 y MG42, la primera capaz de hacer 1.200 disparos por minutos, mientras que la segunda alcanza los 750, con un radio de eficacia de un kilómetro y un perímetro a bala perdida de 4.000 metros. Un armamento que irá acompañado de una serie de vehículos blindados pesados -BMR-, capaces de vadear zonas de agua, y ligeros -Vamtac-, con una mayor polivalencia y adaptación al terreno. Además, a la unidad se les une el grupo de Ingenieros por si hiciera falta desactivar explosivos.
Una de las misiones más importantes que tendrán por delante las tropas españolas será salvaguardar la Blue Line -o línea azul- que separa Israel del Líbano y que está establecida por las Naciones Unidas desde el 2000, evitando ataques con proyectiles por parte de Hezbolá, entre otros posibles. Para estar instruidos ante esta posibilidad, los efectivos de la Brigada Canarias XVI han simulado durante su fase de preparación en la Isla una manifestación de civiles libaneses increpando a los soldados israelíes situados justo al otro lado de la línea fronteriza en una torre de control y sobre el terreno. Un escenario en el que terminan interviniendo las Fuerzas Armadas del Líbano y, posteriormente, los cascos azules de la ONU -en este caso los españoles- deberán supervisar la escalada de tensión con manos y fusil a la espalda e interponerse entre los participantes en el altercado y la frontera.
Para hacer más efectivas las tareas de adiestramiento de estos meses, el Ejército aprovechó las dimensiones «similares» de Gran Canaria y el sector este de la zona controlada por el Unifil en Líbano -1.550 kilómetros cuadrados frente a 1.300-, aunque con una mayor densidad de población, «para hacer la simulación lo más cercana posible a la realidad», precisó Armada durante la explicación. De esta manera, la Isla quedó dividida en áreas análogas a los que controla España y sus aliados en este sector este -en este caso, Nepal, India e Indonesia-. El contingente irá en relevo de tropas procedentes de Aragón a partir de finales de este mes de manera escalonada, para seguir así el protocolo anticovid-19 para poder estar operativos, explicó Armada Vázquez. Está conformado por unidades de la isletera Base General Alemán Ramírez -cuartel general del Canarias XVI-, además de las otras unidades de la brigada: Los regimientos de infantería Soria 9, Canarias 50, el regimiento de artillería Campaña 93, el Grupo Logístico XVI, el Batallón de Zapadores XVI, el Batallón del Cuartel General de la BRI XVI y el Batallón Albuera, perteneciente al Regimiento de Infantería Tenerife 49. Además, irá personal del resto de unidades del Mando de Canarias -de Ceuta y Melilla- y hasta 11 efectivos de la Guardia Civil.
El del Líbano es actualmente el mayor contingente que tiene España en el exterior. Más de 600 efectivos propios -el 9,2% son mujeres- y un total de 3.500 soldados de distintas nacionalidades en todo el sector este del Unifil que estarán bajo liderazgo español -India, Nepal e Indonesia. Además, junto a los de la Brigada Canarias XVI colaborarán efectivos de El Salvador y Serbia.
