Un total de 13.700 personas en Canarias tienen documento de final de vida

La enfermera y miembro del Comité de Ética Asistencial del área de Salud de Lanzarote María Victoria Castañeyra ha afirmado este martes en una comisión del Parlamento de Canarias que este documento es un derecho desconocido por el personal sanitario y por la ciudadanía.

El documento de Manifestaciones Anticipadas de Voluntad (MAV) contiene las instrucciones que una persona quiere que cumpla el personal sanitario cuando ya no pueda expresar su consentimiento sobre los actos médicos que se le deban practicar, como los cuidados y el tratamiento de su salud, o, una vez fallecida, el destino de su cuerpo y de sus órganos o tejidos.

María Victoria Castañeyra ha destacado que es importante disponer de él por si pasa algo, como un accidente o una demencia, y la persona no tiene capacidad de decisión en ese momento.

No obstante, ha agregado, este documento, que recoge la voluntad del paciente, no es en firme y la persona puede cambiar de opinión.

Por ejemplo, hay modelos basados en la mentalidad de la Conferencia Episcopal y otros en los que se pide que no se realicen transfusión de sangre o que se practique la eutanasia en determinados casos.

"No se habla de la muerte, es un tema tabú", ha manifestado la enfermera, quien ha precisado que la mayoría de las personas que disponen de este documento son mujeres que han cuidado a un familiar cercano y no quieren pasar por algo parecido.

Sólo personas mayores de edad y con capacidad de obrar pueden hacer un documento MAV, que debe formalizarse por escrito ante un notario, un funcionario encargado del Registro de Manifestaciones Anticipadas de Voluntad o tres testigos, precisa el Gobierno de Canarias.

Solo el personal autorizado por las autoridades sanitarias de la Comunidad Autónoma podrá acceder a dicho registro a través de certificado de firma electrónica y código persona, añade.