El Hospital Nuestra Señora de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife tendrá un nuevo de edificio gracias a una inversion pública de 12,7 millones de euros. Con una superficie de 4.400 metros cuadrados, el proyecto prevé la dotación de 98 nuevas camas hospitalarias en el centro ubicado en el barrio chicharrero de Ofra. La intención del Ejecutivo es que esta obra tenga un plazo de ejecución de seis meses. Es uno de los principales proyectos de los anunciados ayer por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias para crear en total de 342 camas hospitalarias en un mismo año, lo que según detalló el área «supone el mayor incremento en camas públicas de la última década».
Sanidad, a través del Servicio Canario de la Salud (SCS), anunció ayer cuatro nuevos proyectos de infraestructuras hospitalarias en Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote para la construcción de tres nuevos edificios, incluido el de la Candelaria, y la completa rehabilitación de varias plantas de ingreso. De ellas, 144 se localizarán en los dos hospitales públicos de Tenerife a través de una inversión total de 15.870.000 euros en un área de 6.300 metros cuadrados entre ambos centros. Además del nuevo edificio de hospitalización de la Candelaria, el Hospital Universitario de Canarias (HUC) se mejorará con la reforma de tres plantas de uno de sus edificios de hospitalización con el que se ganarían 46 camas. Estos trabajos, que se realizarán sobre una superficie de 1.900 metros cuadrados, suponen una inversión de 3,1 millones de euros y tendrán un plazo de ejecución de cuatro meses.
En la provincia de Las Palmas
Los cuatro proyectos iniciados por Sanidad se completan con un nuevo edificio junto al Hospital Juan Carlos I de Las Palmas de Gran Canaria, para pacientes derivados de los hospitales universitarios de Gran Canaria, con una superficie de 4.440 metros cuadrados y una dotación estimada de 98 camas. El importe de la inversión ascenderá a 14,5 millones de euros y el plazo de ejecución previsto es de seis meses. En Lanzarote, mientras, se prevé la construcción de un nuevo edificio de hospitalización junto al Hospital Doctor José Molina Orosa, con 5.100 metros cuadrados de superficie y un número aproximado de 100 camas. La inversión total prevista asciende a 15,5 millones de euros y el plazo de ejecución previsto será de siete meses.
Estas infraestructuras servirán para el reforzamiento de la atención hospitalaria, lo que contribuirá a la recuperación de la actividad asistencial que se ha perdido durante la pandemia de la covid-19. Con esta dotación se pretende incrementar la resiliencia del sistema sanitario público frente a eventuales repuntes del coronavirus u otras enfermedades emergentes, evitando que incidan en la atención a las restantes patologías.
La declaración de emergencia de estas actuaciones responde a la urgente necesidad de ampliar la capacidad física y técnica de los hospitales que han soportado una mayor presión asistencial desde que comenzó la pandemia por la Covid-19, en particular los de las Áreas de Salud de Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote, en los que se ha producido una sobreocupación de camas por pacientes con coronavirus durante las sucesivas ondas epidemiológicas y en los se han habilitado espacios alternativos, en ocasiones, en estructuras no estrictamente sanitarias.
Los proyectos en ejecución permitirán que, en un breve plazo de tiempo, se disponga de infraestructuras estables, adecuadas y de carácter polivalente para dar respuesta a situaciones excepcionales, como la actual pandemia por SARS-CoV-2, y que los hospitales vuelvan a destinar sus instalaciones, recursos humanos y medios técnicos a la actividad asistencial ordinaria, que ha sufrido los efectos de la atención a la patología por Covid-19.
Actividad asistencial
Esta recuperación de la actividad asistencial ordinaria está directamente relacionada con los objetivos del Plan Aborda, que persigue reducir las listas de espera en un 30% y situar las demoras por debajo de los 90 días. El plan, que cuenta con una ficha financiera de 200 millones de euros y una duración de dos años, necesita que el SCS concentre en adelante los recursos asistenciales en atender la patología no-covid.
