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Citan a declarar a dos expolicías lituanos por forzar el acceso a un chalé en Adeje

Los antiguos altos cargos policiales, en la actualidad apartados del cuerpo, fueron denunciados en julio de 2019 al estar presentes en la entrada violenta al inmueble

Giedrius Skaladas y Darius Zakauska comparecen en una rueda de prensa que cubrió el diario lituano ‘Lietuvos Rytas’ E. D.

Dos ex altos cargos de la Policía de Lituania han sido citados para declarar por el titular del Juzgado de Instrucción Nº 2 de Arona a partir de las diligencias abiertas en julio de 2019 (2019-004897-00001161) a raíz de una denuncia presentada ante la Guardia Civil como consecuencia de un asalto violento a un chalé localizado en la calle Sanmarin, junto al Campo de Golf de Adeje. Los mandos Giedrius Skaladas y Darius Zukauskas, ya apartados del servicio a raíz de este incidente, están identificados en la Orden Europea de Investigación (OEI) por su presunta participación en un delito de chantaje y extorsión. En las mismas diligencias también se solicitan los testimonios del abogado Giedrius Danelius y Kristina Guziene. Efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado atestiguaron la presencia de estas cuatro personas el 22 de julio de 2019 en el interior de un inmueble cuyo acceso principal fue forzado por un cerrajero profesional cuando estaba ocupada por varios inquilinos.

y varios agentes de la Guardia Civil. | e.d.

Aún no han declarado

La tramitación de esta Orden Europea de Investigación (OEI) se empezó a tramitar a finales de 2020 y nueve meses después a la parte denunciante no le consta que se haya producido ninguna declaración: el documento inicial hacía referencia a la toma de testimonios a través de videoconferencia u otros medios de transmisión audiovisual en calidad de investigados o acusados.

Citan a declarar a dos expolicías lituanos por forzar el acceso a un chalé en Adeje

El origen de esta disputa se centra en el control de una parte de la herencia de Raimondas Karpavicius, empresario lituano que aparece como propietario del inmueble de Adeje y que falleció en agosto de 2019 tras una larga enfermedad, por parte de varios miembros de su familia. De hecho, en la denuncia se pide la imposición de unas medidas cautelares sobre la vivienda hasta que quede resuelto un litigio que aún no ha sido fallado en Lituania: el pulso lo mantienen abierto la que fuera esposa del empresario y un hijo de la pareja y un pariente de Raimondas Karpavicius.

Citan a declarar a dos expolicías lituanos por forzar el acceso a un chalé en Adeje

El inversor lituano, cuya fortuna estaba valorada en el momento en el que falleció en unos 110 millones de euros, se instaló en el Archipiélago con la idea de desarrollar varios proyectos empresariales asociados con el sector lácteo: una de sus firmas llegó a ser una de las marcas que se anunciaban en 2016 en las equipaciones del CD Tenerife (Markomilk). En ese momento aún compartían hogar Audrone Karpaviciene (su esposa) y la relación con su hijo Rokas Karpis era fluida. Fue a raíz de que se le diagnosticara un doble tumor cerebral al magnate lituano, en el año 2018, cuando se origina una importante fractura en la familia: en un lado se sitúa Henrikas Karpavicius, hermano mayor del enfermo terminal, y en el otro Audrone Karparviciene.

La entrada violenta en la mansión de Adeje se produjo cuando Raimondas Karpavicius se encontraba en la fase final del tratamiento oncológico y mientras su esposa e hijo quedaron supuestamente aislados de él (fue ingresado en un centro hospitalario y se prohibió que Audrone y Rokas mantuvieran contactos con este) y toda la evolución de la enfermedad y de las actividades empresariales quedaron bajo la supervisión de Henrikas Karpavicius y Aiste Karpaviciene, que entonces ya ejercía como asistente personal del Raimondas Karpavicius.

La tensión entre los bandos va en aumento al tener noticias Audrone y Rokas de que posiblemente se esté cambiando el texto de la última voluntad de su marido (este es un procedimiento judicial que sigue abierto), una situación que afecta directamente a la propiedad que el matrimonio adquirió en el sur de Tenerife y, a su vez, al accionariado de varias empresas.

Sobre las 13:00 horas del 22 de julio de 2019 llamaron a la puerta de la vivienda situada en la calle Sanmarin de Adeje. El inmueble estaba ocupado por un amigo de Audrone Karparviciene (esta decisión se toma para impedir que la otra parte termine ocupando la mansión mientras dure el proceso judicial) y desde el exterior se pide que abran la puerta. Ante la negativa a permitir el acceso a la misma, un cerrajero de una empresa privada violenta la cerradura principal y entran las personas que aparecen identificadas en las diligencias del Juzgado de Instrucción Nº 2 de Arona. El abogado que lidera a la comitiva lituana (Giedrius Danelius, en el pasado con responsabilidades en la administración lituana) se dirige a la denunciante señalando que «ella y su amigo (en la casa también había un menor) tenían que abandonar la casa sí o sí en menos de dos horas». A partir de esa primera disputa dialéctica se pone en conocimiento de la Policía Local de Adeje y de la Guardia Civil los sucesos que se encadenaron después del mediodía.

Antes, Kristina Guziene informó a las personas que ocupaban aquel día la vivienda que el abogado (Giedrius Danelius) y los dos hombres (Darius Zukauskas y Giedrius Skaladas) representaban a Raimondas Karpavicius. La denunciante, que describió a los dos exagentes lituanos como corpulentos y de conductas intimidatorias, respondió que «eso no eran formas de entrar en la casa porque todo estaba pendiente de un proceso judicial».

Después de exponer lo ocurrido en el acuartelamiento de la Guardia Civil de Adeje se conoció que Darius Zakauskas y Giedrius Skladas, que la denunciante asoció con una especie de guardaespaldas, eran jefes policiales en Lituania. Debido a la difusión que tuvo lo ocurrido el 22 de julio de 2019 en Adeje en varios medios de comunicación de Lituania, el departamento de anticorrupción abrió una investigación en paralelo en la que se determinó que los citados a declarar por la autoridad judicial de Arona por el incidente en la vivienda de Adeje «habían degradado» el nombre de la Policía en virtud al incumplimiento del artículo 72/1/7 del régimen interno, por lo que se decidió expulsarlos del cuerpo por la comisión de una falta grave.

Un empresario tocado por el éxito

Raimondas Karpavicius nace en 1958 en la localidad lituana de Siauliai. Sus orígenes son humildes, llegó a ser futbolista en el Atlantas y a los 25 años fue detenido y condenado por un delito de evasión de capitales. Estuvo encerrado 5 años y 5 meses. En ese tiempo su mejor apoyo fue Audrone Karparviciene, quien acabó siendo su esposa y la madre de su hijo Rokas Karpis. Tras cumplir la mitad de la pena se inicia en el negocio de la madera y, más tarde, se convirtió en una de las mayores fortunas lituanas gracias a sus proyectos lácteos.

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